Matonismo en las escuelas

Seis meses aguant¨® Luisa las amenazas constantes -con una paliza de por medio- a que la ten¨ªan sometida varias compa?eras de colegio. Soport¨® en silencio todo tipo de coacciones e insultos hasta que no pudo m¨¢s y les confes¨® a sus padres lo que le estaba pasando en el centro escolar. El caso est¨¢ ahora en manos de la Fiscal¨ªa de Menores.

La pesadilla de Luisa, de 15 a?os, es una de las que se ocultan tras las estad¨ªsticas: el 1% de estudiantes de secundaria de la regi¨®n -m¨¢s de 3.000- sufren agresiones f¨ªsicas durante el acoso escolar. Seg¨²n estimaciones del Defensor del Menor, el 3,3% de los estudiantes madrile?os -m¨¢s de 12.000- son v¨ªctimas de matonismo continuado y tienen miedo de ir a clase cada d¨ªa.

El problema salt¨® a la opini¨®n p¨²blica con toda su crudeza a ra¨ªz del caso de Jokin, el chico de 14 a?os que se quit¨® la vida el 21 de septiembre de 2004 arroj¨¢ndose desde la muralla de Hondarribia (Guip¨²zcoa), tras varios meses de acoso por parte de un grupo de compa?eros de su clase.

Estas agresiones se diferencian de una vulgar pelea de patio en que son continuadas, con intenci¨®n de hacer da?o, ocurren en el entorno del centro escolar y cuenta con el silencio c¨®mplice del grupo. Las causas de este fen¨®meno son diversas. "Entre chicas es frecuente que sea por celos, porque el chico al que quiere la agresora anda detr¨¢s de la v¨ªctima, o tambi¨¦n por motivos de su f¨ªsico", explica Rodrigo Garc¨ªa, asesor del Defensor del Menor.

Las profesoras Isabel Fern¨¢ndez e Isabel Hern¨¢ndez, que han realizado para el Defensor del Menor una gu¨ªa, se?alan que el agresor es incapaz de ponerse en el lugar del agredido y a veces llega a pensar que ¨¦ste se merece el tormento.

Con frecuencia, quien padece esta situaci¨®n queda marcado. "Tengo 27 a?os y a¨²n sufro las secuelas del acoso al que me sometieron mis compa?eros de clase durante la adolescencia", relata Lorenzo en un correo electr¨®nico enviado a la organizaci¨®n SOS Bulling.