El velo cambiario
A punto de concluir el primer semestre, los fondos de renta variable norteamericana acumulan una rentabilidad media de 11,5%. ?C¨®mo es esto posible cuando las bolsas de EE UU cosechan p¨¦rdidas desde comienzos de a?o? La explicaci¨®n es sencilla: esa rentabilidad est¨¢ medida en euros. Cuando el c¨¢lculo se realiza en la moneda original (en d¨®lares) las varas se tornan lanzas, y lo que era beneficios atractivos se vuelven p¨¦rdidas medias del 1,1%.
Por su parte, los fondos de renta variable europea est¨¢n rentando en euros este a?o un promedio del 10%, cantidad muy cercana a la de los norteamericanos, de modo que, para un inversor que tenga su moneda de referencia en el euro, ser¨ªa casi igual haber invertido en fondos en d¨®lares y hacer el cambio a euros que invertir en euros directamente. El tipo de cambio puede, por tanto, actuar como un velo que impide ver de forma n¨ªtida que la inversi¨®n en euros o en otras monedas puede proporcionar resultados muy parecidos.
?sa es una experiencia que result¨® particularmente clara durante el periodo 2000-2003. En ¨¦l los ¨ªndices generales de las bolsas norteamericanas cayeron menos fuertemente que los de las europeas, pero la depreciaci¨®n del d¨®lar hizo que ambas acumularan p¨¦rdidas del 60% al medirlas en euros.
Esto no quiere decir que no se pueda tener alguna vez la fortuna de conseguir lo mejor de ambos mundos, pero, para ello, se necesita tal dosis combinada de habilidad y suerte que hace impensable que se mantenga por periodos prolongados.
Lo cierto, en cualquier caso, es que el d¨®lar, desafiando todas las expectativas, ha tenido desde enero una revalorizaci¨®n frente al euro de m¨¢s del 12%. ?A qu¨¦ puede atribuirse un cambio tan importante? Las explicaciones sobre los movimientos de los mercados tienen mucho de intentar atrapar el agua en una cesta, sobre todo si se aplican a plazos cortos. Sin embargo, para los movimientos en periodos largos pueden tener algo m¨¢s de sentido. Y en el caso del d¨®lar no se trata de que esta recuperaci¨®n resulte extra?a. Lo extra?o es que no se hubiera producido antes. Si se juzga por patrones hist¨®ricos de comportamiento, deber¨ªa haberse iniciado hace a?o y medio.
El problema es que la balanza comercial norteamericana no le ha dado hasta hace muy poco ni la m¨¢s m¨ªnima oportunidad de fortalecerse, ya que ha tardado casi dos a?os m¨¢s de lo que cab¨ªa esperar en proporcionar un dato mensual que pudiera hacer pensar que EE UU est¨¢ reduciendo su ritmo de importaciones. Si esto es el inicio de una tendencia o un dato aislado es algo que est¨¢ por ver. En el primer caso, el d¨®lar seguir¨ªa escalando posiciones frente al euro y en el segundo, no.
La fortaleza reciente del d¨®lar no deber¨ªa, pues, llamar a enga?o. La inversi¨®n en fondos de renta variable denominados en d¨®lares es una buena opci¨®n siempre que se tenga paciencia para esperar el ciclo completo de debilidad del d¨®lar en el caso de que no se haya iniciado la inversi¨®n con buen pie. Y a ese ciclo le quedan a¨²n al menos dos a?os por recorrer.
Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero.
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