El sue?o de la nueva Sur¨¢frica
Cinco marinos negros de origen humilde participan con el 'Shosholoza' en Valencia 11 a?os despu¨¦s del 'apartheid'
Lo afirman sin un gramo de ret¨®rica: "Estar aqu¨ª es un sue?o incre¨ªble para nosotros". Lo dicen con toda el alma. Once a?os despu¨¦s de darse por acabado el apartheid (segregaci¨®n racial), cinco marineros negros de Sur¨¢frica participan con el equipo Shosholoza en la competici¨®n deportiva m¨¢s antigua del mundo, en el torneo preferido de los grandes patrocinadores y los multimillonarios, en la glamourosa Copa del Am¨¦rica, cuyas regatas previas se disputan estos d¨ªas en Valencia. Cinco marinos de or¨ªgenes humildes que sufrieron en su propia piel o en la de sus padres la crueldad de la marginaci¨®n racial. Y si est¨¢n en Valencia, entusiasmados, es primero gracias a ellos, que aprendieron el oficio con la pasi¨®n y la determinaci¨®n de quien sabe que ¨¦se era su ¨²nico barco, pero tambi¨¦n gracias a quien dio ese primer paso: el magnate de la navegaci¨®n Salvatore Sarno, un fil¨¢ntropo italiano de Sorrento, de 58 a?os, enamorado del mar y de la igualdad de oportunidades, responsable de la Mediterranean Shipping Company, nacida hace 35 a?os en Bruselas y muy vinculada al pa¨ªs surafricano. Son cinco navegantes que pueden parecer pocos en una tripulaci¨®n de 26, pero que son muchos conociendo los antecedentes. En 154 a?os de la America's Cup han sido escas¨ªsimos los marinos negros, seg¨²n Marcus Hutchinson, uno de los expertos del torneo, que s¨®lo recuerda a uno antes de esta edici¨®n: un miembro estadounidense del America 3 que gan¨® en 1992: "Un tal Marty".
La historia de la primera embarcaci¨®n africana en la Copa comenz¨® en 2000, cuando el capit¨¢n Sarno cre¨® una fundaci¨®n para los j¨®venes y una escuela de vela para los desfavorecidos. "Al principio, se rieron los clubes de ¨¦lite de los yates surafricanos, pero despu¨¦s nos imitaron y ahora hay este tipo de escuelas por todo el pa¨ªs. Los negros en Sur¨¢frica no sab¨ªan ni nadar. Ten¨ªan miedo del mar, fr¨ªo y muy peligroso. Hoy saldr¨¢n preparados para ir a la universidad o con un trabajo como constructores de barcos o como marinos del Shosholoza", explica Sarno, que cita de inmediato a Ian Easley, su "protegido", el marino de 39 a?os, blanco, participante en tres Juegos Ol¨ªmpicos (Barcelona, Atlanta y Sidney), con quien ha impulsado el proyecto. La pareja perfecta. Sarno representa el dinero y las utop¨ªas; Ian, cuyos padres ya ayudaron a cientos de ni?os de la calle durante el apartheid, las pone en pr¨¢ctica. La escuela, llamada Izivunguvungu y ubicada en Simon's Town, es una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que ense?a a los ni?os desfavorecidos, la mayor¨ªa de padres analfabetos, a nadar, a navegar y a construir los barcos en los que navegan.
"Empec¨¦ a pensar en la Copa del Am¨¦rica", relata Sarno, "despu¨¦s de 10 a?os de democracia, para celebrar nuestros 25 a?os en Sur¨¢frica, presentando al mundo la imagen del pa¨ªs sin racismo". Casi lo toman por loco. "Pens¨¢bamos", recuerda Ainslie, "que la Copa del Am¨¦rica supon¨ªa demasiado dinero, demasiada tecnolog¨ªa. Hasta que Sarno nos convenci¨®. Y aqu¨ª estamos, con un barco nuevo y so?ando con que el pa¨ªs est¨¦ orgulloso de nosotros".
Sin embargo, los brotes racistas en Sur¨¢frica persisten. Y cabe preguntarse si pueden surgir conflictos en el bote. "Si alguien los provocara, ser¨ªa expulsado inmediatamente", responde tajante Sarno. "Todav¨ªa hay problemas de integraci¨®n racial en otros equipos, pero no en el nuestro, que queremos que sea un ejemplo", confirma Easley. "Yo conozco las dos caras del pa¨ªs", insiste el capit¨¢n; "nosotros nunca distinguimos entre el salario de un empleado negro y otro blanco. Nombramos a los primeros m¨¢nagers negros e indios. En esta Sur¨¢frica hay una clase media que no hab¨ªa. Y nos interesa porque el pa¨ªs produce m¨¢s y consume m¨¢s. Tambi¨¦n hay un 25% de desocupaci¨®n y los europeos tienen miedo de invertir, pero Sur¨¢frica es una naci¨®n activa, modern¨ªsima, que necesita capital extranjero. No es ni Kenia, ni Tanzania, ni Nigeria ni Zambia". ?Pero por qu¨¦ hace todo esto, capit¨¢n Sarno? "Por los ojos de los cr¨ªos negros", responde; "vinieron unos amigos de Valencia a Sur¨¢frica y los llev¨¦ a ver unas escuelas. Los ni?os cantaban y las se?oras espa?olas empezaron a llorar sin consuelo. Tenemos que hacer algo por estos ni?os. Son bellos y debemos ayudarlos".
"La mayor¨ªa de los negros practica el boxeo y el f¨²tbol en Sur¨¢frica", cuenta Aisley; "en los 70, los negros no pod¨ªan jugar con los blancos. Era ilegal. La vela es cara, pero fundamos la escuela, cuando regres¨¦ de Sidney 2000, y dimos equipamiento. A los primeros ni?os los cogimos de la calle. No ten¨ªan ni casa. Despu¨¦s vinieron de las escuelas. Saben que no tienen m¨¢s oportunidades y las aprovechan". Golden Mgedeza, Salomon Dipeer y Marcello Burricks, los alumnos m¨¢s aventajados de la escuela, ya compiten estos d¨ªas en Valencia junto a Ashton Sampsom y Joe Heywood, los otros dos marinos negros.
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