Paralelo 38 en Galicia

El escrutinio de las elecciones gallegas se cerr¨® anoche con un resultado tan ajustado que habr¨¢ que esperar a que el pr¨®ximo lunes se haga el recuento de votos de los residentes ausentes para saber finalmente la composici¨®n de su Parlamento. El Partido Popular ha vuelto a demostrar en su feudo de Galicia una fortaleza superior a la que le anticipaban las encuestas. La noche electoral le dej¨® a s¨®lo un esca?o de la cifra m¨¢gica de 38 que necesita Fraga para seguir gobernando en su quinta legislatura, con una p¨¦rdida de apenas 45.000 votos. El voto por correo, tradicionalmente favorable al PP -le dio dos esca?os hace cuatro a?os-, puede ser, por tanto, decisivo para decantar esa mayor¨ªa. Si Manuel Fraga consigue mantener el poder ser¨¢ una proeza, a sus 82 a?os y tras una legislatura marcada por la crisis del Prestige, que puso de manifiesto las debilidades de su personalista sistema de poder. El dilema entre deseo de cambio e incertidumbre ante una alternativa entre partidos bastante alejados entre s¨ª se habr¨ªa zanjado en un cuasi empate.

El voto por correo no ser¨¢ escrutado hasta el d¨ªa 27, por lo que la inc¨®gnita se mantendr¨¢ durante toda la semana. Los socialistas han conseguido una subida espectacular respecto a las elecciones de 2001: ocho esca?os m¨¢s y cerca de 190.000 votos. Pero la p¨¦rdida de cuatro esca?os por parte del BNG deja a la alternativa a expensas de lo que ocurra con los residentes ausentes de Pontevedra, donde podr¨ªa bailar un esca?o. La distancia entre el PP y la suma de los otros dos partidos parlamentarios hab¨ªa venido reduci¨¦ndose desde 1993 a raz¨®n de dos esca?os por convocatoria. Hace cuatro a?os era todav¨ªa de siete. El avance de la oposici¨®n, principalmente de los socialistas, es considerable. Pero no se sabe si ese ascenso bastar¨¢ para gobernar. Todo parece indicar que ha habido m¨¢s trasvase de votos entre el Bloque y el PSOE que entre el PP y cualquiera de esos partidos.

El PP se lo jugaba a todo o nada y tampoco sabe a estas alturas si Fraga ser¨¢ presidente por quinta vez o tendr¨¢ que elegir entre encabezar la oposici¨®n o dimitir para adelantar la sucesi¨®n. Si sigue al frente, organizar la sucesi¨®n deber¨¢ ser una de sus prioridades. En ning¨²n caso lo tendr¨¢ f¨¢cil tras la rebeli¨®n del oto?o pasado. Pero los resultados ponen a la vez de manifiesto que la pol¨ªtica de todo o nada, o mayor¨ªa absoluta o pase a la oposici¨®n, adoptada por el PP desde la idea de hacer de la necesidad virtud, es como jugar a la ruleta rusa. El sistema electoral hace muy dif¨ªcil gobernar sin la posibilidad de aliados, y el PP no los tiene.

Los socialistas han trasladado al tradicional feudo de la derecha su ascenso en todas las elecciones celebradas desde la victoria de Zapatero; pero no saben si podr¨¢n gobernar. El candidato, Emilio P¨¦rez Touri?o, se comprometi¨® a dimitir si no lo lograba en ¨¦ste su segundo intento. Con lo que tambi¨¦n para los socialistas la frontera entre el ¨¦xito y una cierta crisis interna, a pesar de los buenos resultados, es tan estrecha como una saca de votos por correo.

El BNG, que con Xose Manuel Beiras como candidato hab¨ªa conseguido pasar de los 50.000 votos y un esca?o de 1985 a los 395.000 y 18 esca?os de 1997, cae ahora a su nivel de hace 12 a?os. El avance del nacionalismo se ve frenado, lo que puede ser un s¨ªntoma de una cierta saciedad del electorado con los excesos ret¨®ricos de partidos hom¨®logos del Bloque en otras comunidades. Pero puede ser tambi¨¦n el resultado de la adopci¨®n por parte de los socialistas de parte del programa de reforma estatutaria. En todo caso, en el Gobierno o en la oposici¨®n, el BNG tendr¨¢ que decidir en esta legislatura si opta por convertirse en un partido de Gobierno o mantiene algunos de los rasgos fundamentalistas heredados de sus or¨ªgenes. Por una parte, mantiene una ret¨®rica soberanista que le aproxima al radicalismo confederal; pero, por otra, comparte con los socialistas la resistencia a f¨®rmulas de financiaci¨®n que perjudican a comunidades comparativamente pobres como sigue siendo Galicia.