"Tras declararme gay aguant¨¦ a?os de ostracismo. Abandon¨¦"

Hace un a?o que colg¨® el uniforme verde y la gorra de plato. No volvi¨® a su mesa de asesor jur¨ªdico en el Cuartel General del Ej¨¦rcito. El teniente coronel Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Silva sufri¨® "espesos muros de silencio", insultos por escrito y "exclusi¨®n en todos los ¨®rdenes". Desde que en septiembre de 2000 apareci¨® en este diario y en una revista gay anunciando que era homosexual.

"Tras declararme gay aguant¨¦ cuatro a?os de ostracismo. Hasta que abandon¨¦". El teniente coronel, de 54 a?os, pronunci¨® el 30 de mayo de 2004 (habla con precisi¨®n de nombres y fechas) unos versos de Joaqu¨ªn Sabina -"que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena"- y pidi¨® el pase a la reserva. Entre otras cosas, otro teniente coronel le dej¨® en su mesa una carta en la que se dicen cosas como "la homosexualidad es peor que los cuatro jinetes del Apocalipsis juntos". S¨¢nchez Silva ha denunciado al autor ante los tribunales civiles por injurias, pero el Ej¨¦rcito consider¨® que la carta no constitu¨ªa falta disciplinaria, "que es lo grave, ya que", dice, "sancionan a diario cosas de revista como la forma de las patillas".

"Lo que has hecho no te lo perdonan ni te lo perdonar¨¢n jam¨¢s", le dijo un alto cargo

Estar en la reserva, asegura, es irreversible, le deja con su sueldo sin complementos y le impide ascender. "He pasado este a?o leyendo y tranquiliz¨¢ndome", afirma el teniente coronel, tambi¨¦n abogado y ex profesor universitario, "y ahora me pregunto si me quieren en alguna parte". No tiene planes de casarse (tampoco tiene pareja) pero celebra la aprobaci¨®n de la reforma legal que permitir¨¢ casarse a un colectivo, el gay, "que tiene los mismos deberes pero menos derechos por una forma de amar diferente".

En este peri¨®dico anunci¨® que quer¨ªa crear, con su gesto, un debate en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, se convirti¨® en alguien "desacreditado y desacreditable". "En el Ej¨¦rcito, funciona la ley del yo no le pregunto y usted no me contesta. Existe un pacto perverso de tolerancia a cambio de silencio y de ocultaci¨®n de sentimientos. Yo romp¨ª el pacto", reflexiona Jos¨¦ Mar¨ªa, un hombre que gusta de citar a los fil¨®sofos: "Much¨ªsimos, y recalco much¨ªsimos, gays y lesbianas del Ej¨¦rcito permanecen en lo oculto y el silencio, lo que Kierkegaard llamaba lo demoniaco. La orientaci¨®n sexual no es ¨ªntima. A diario te preguntan c¨®mo est¨¢ tu mujer o tu marido, dando por sentado que eres heterosexual. Una de las actitudes homof¨®bicas es poner la orientaci¨®n en la intimidad".

Cuando S¨¢nchez Silva regres¨® a su despacho, en septiembre de 2000, tras haber sido estrella medi¨¢tica unos d¨ªas, el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo (uno de los cargos del PP que acudi¨® a la manifestaci¨®n contra el matrimonio gay), dijo que su actitud no incurr¨ªa en sanci¨®n disciplinaria pero que era "desafortunada". "Lo que has hecho", le advirti¨® un alto cargo, "ni te lo perdonan ni te lo perdonar¨¢n jam¨¢s". Este peri¨®dico ha preguntado, sin ¨¦xito, a Defensa por la situaci¨®n del militar.

Aquella carta, en la que se dec¨ªa que "el pavoneo y orgullo por ser homosexual es algo tan absurdo como sentirse orgulloso de tener un c¨¢ncer de pr¨®stata" o "como persona p¨²blico jur¨ªdica s¨®lo mereces mi desprecio", lleg¨® despu¨¦s de que el teniente coronel denunciara en 2003 al Hospital militar G¨®mez Ulla por discriminaci¨®n a la orientaci¨®n sexual de los donantes de sangre.

S¨¢nchez Silva mantiene que quienes deber¨ªan marcharse de ese Ej¨¦rcito al que ¨¦l ha renunciado con la misma sensaci¨®n de quien se divorcia -ese sentimiento de desgarro pero de convencimiento- son los "hom¨®fobos, los racistas y los machistas". Son ellos, dice, "quienes deber¨ªan ser expulsados. La Constituci¨®n asigna a las Fuerzas Armadas", explica, "la defensa del ordenamiento constitucional. En el art¨ªculo 14 se dice que nadie puede ser discriminado por orientaci¨®n sexual".