"La pol¨ªtica agraria europea impide a los pobres comerciar en igualdad"
Ignasi Carreras (Barcelona, 1957) deja este mes el cargo de director general de Interm¨®n Oxfam (IO), tras 10 a?os que han convertido a esa ONG en referencia: de 35.000 socios ha pasado a 2.400.000, que impulsan actuaciones en cooperaci¨®n al desarrollo, educaci¨®n, emergencia, derechos humanos y presi¨®n pol¨ªtica. Este ejercicio se cierra en IO con 55 millones de euros, con un incremento del 16%: las tres cuartas partes son fondos privados, y el resto, p¨²blicos. "A la hora de irme resulta que me siento con m¨¢s ilusi¨®n para trabajar que nunca", reflexiona este ingeniero industrial que ha sido un l¨ªder decisivo para las ONG espa?olas.
Pregunta. ?No le tienta quedarse?
Respuesta. Decidimos que el mandato de director, por transparencia y salud organizativa, deb¨ªa ser temporal. Y decid¨ª que al terminar el mandato un director deb¨ªa dejar la ONG para dar confianza a quien le sucediera
[la nueva directora es Ariane Arpa]. Eso s¨ª, seguir¨¦ como voluntario.
P. ?Le han tirado los tejos desde la pol¨ªtica?
R. La pol¨ªtica me interesa, y no descarto actuar como representante en alg¨²n organismo internacional. No descarto nada, pero a partir de julio tengo un a?o sab¨¢tico y lo usar¨¦ para tomar contacto con l¨ªderes y entidades sociales en Espa?a y en el extranjero, e ir¨¦ decidiendo qu¨¦ hacer.
P. ?Qu¨¦ querencias le atraen para el futuro?
R. Hay tres campos: la formaci¨®n de l¨ªderes sociales, algo que creo que hace falta en el sector; trabajar sobre los problemas que acarrear¨¢ el envejecimiento de la poblaci¨®n y la inmigraci¨®n.
P. Los pa¨ªses industrializados acaban de perdonar la deuda a los 18 m¨¢s pobres. ?Cosas as¨ª le hacen a usted irse con sensaci¨®n de esperanza?
R. Es un buen paso, pero esper¨¢bamos que la condonaci¨®n del G-8 beneficiase a m¨¢s de esos 18 pa¨ªses, y que tambi¨¦n se perdonara la deuda bilateral. Si se quieren cumplir los Objetivos del Milenio contra la pobreza acordados por la ONU en 2000, hay que incrementar la ayuda al desarrollo y lograr reglas m¨¢s justas de comercio internacional, que permitan a los pa¨ªses pobres vender sin trabas sus productos en el mundo rico. El 75% de quienes sobreviven con uno o dos euros al d¨ªa son campesinos, y las actuales reglas comerciales les asfixian.
P. Usted ha tenido que tratar estos a?os con gobiernos del PSOE, del PP y de nuevo el PSOE. Imagino que no todo el mundo sobrevive a eso.
R. El estreno fue un momento cr¨ªtico para las ONG: el genocidio de Ruanda, un enorme fracaso de la comunidad internacional. Y coincidi¨® con la gran ola de solidaridad a favor del 0,7%. T¨¦ngase en cuenta que hasta 1980 Espa?a fue receptora de ayuda. Y de 1994 a 1998 se produce la expansi¨®n de las ONG, la Ley de Ayuda al Desarrollo, la creaci¨®n del comit¨¦ asesor en el que las organizaciones opinan. Pero luego viene la segunda legislatura del PP, donde las ONG sufren un tremendo acoso que a¨²n no s¨¦ muy bien si respond¨ªa a la pol¨ªtica del PP o a la persona que estaba al frente de la cooperaci¨®n oficial [Miguel ?ngel Cort¨¦s, entonces secretario de Estado]. Ahora hay un buen Plan Director, y el Gobierno de Zapatero ha aumentado la ayuda. El Gobierno est¨¢ empezando bien en cooperaci¨®n, pero hay que medirle en toda la legislatura. En abril vi a Zapatero y le dije que Espa?a tiene que hacer m¨¢s por el comercio justo y por reformar la pol¨ªtica agraria de la UE, que tanto peso tiene en impedir que los pa¨ªses pobres puedan comerciar en igualdad de condiciones con los grandes. Lo que s¨ª habr¨¢ quedado claro todos estos a?os es la independencia de IO para hablar con claridad.
P. Y las ONG, ?en qu¨¦ no dan la talla?
R. Tienen que lograr mejores resultados, y para eso es determinante el modelo de trabajo: poder desarrollar sus programas y adem¨¢s plantear estudios y campa?as y presi¨®n pol¨ªtica. Necesitan ser m¨¢s independientes, tener m¨¢s base social. Hay que aspirar a que entre el 50% y el 75% de los fondos provengan de los socios y a que ning¨²n donante aporte m¨¢s del 10% de los recursos. La competencia no tiene que ser entre ONG, sino contra la indiferencia social. Las ONG deben trabajar m¨¢s en red con otras, tanto espa?olas como extranjeras. Hay que atreverse a ver que muchas ONG no cuentan con patronos y junta directiva que est¨¦n preparados m¨¢s all¨¢ de las buenas intenciones para lo que requiere la cooperaci¨®n de hoy. Por eso hay ONG vulnerables a los ataques de las empresas o de grupos pol¨ªticos.
P. Interm¨®n, bajo su mandato, se integr¨® en la red Oxfam. Hasta entonces estaba aqu¨ª en la ¨¦lite de las ONG. ?No fue un paso arriesgado?
R. Fue la decisi¨®n m¨¢s importante. Ser el miembro espa?ol de la confederaci¨®n de las Oxfam supuso reforzar nuestro trabajo en todo: comercio justo, solidaridad, capacidad de influencia ante instituciones como la ONU, el Banco Mundial. La red Oxfam cuenta con m¨¢s de dos millones de socios, un presupuesto de 650 millones de euros y act¨²a en 110 pa¨ªses. Esa identidad es fundamental para afrontar, por ejemplo, el semestre decisivo que comienza: cumbre del G-8 en Escocia, asamblea de la ONU sobre la pobreza, reuni¨®n de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) en Hong Kong.
P. ?Qu¨¦ IO le gustar¨ªa ver funcionando en unos a?os?
R. Una IO que hiciera posible un desarrollo sostenible, en todos los sentidos. Con un enfoque multidisciplinar. Como meta, que los pobres del mundo puedan comercializar sus productos en un marco legal justo; que esos 850 millones de analfabetos, esos 100 millones de ni?os que no van a la escuela puedan ver cambiada su vida; que se reduzca la vulnerabilidad humana y se refuerce la seguridad mediante la lucha contra el tr¨¢fico de armas, y una mejor alerta de cat¨¢strofes y prevenci¨®n de conflictos.
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