Tergiversa, que algo queda
Se ve que es contagioso. Desde que el PP adapt¨® su mirada para ver el 11-M como no era, en este pa¨ªs cunden formas inquietantes de tergiversar el mundo. Debe ser miedo a las cosas como son, una dolencia que aqueja a la Iglesia, pongo por caso, desde muy antiguo, y que hac¨ªa que muchos curas de mi colegio calzaran a sus gafas unos suplementos ahumados, con los que atenuar los impactos de la realidad. Por ejemplo, los impactos de las bofetadas que repart¨ªan entre ni?os indefensos. Aquel ahumado, creo yo, a¨²n proced¨ªa de cuando echaban a los disidentes a la parrilla de la Inquisici¨®n. Y si se fijan, ver¨¢n estos d¨ªas cu¨¢ntos tergiversadores profesionales usan gafas de ver con cristales oscuros. Ah¨ª tienen a Rouco y a su ac¨®lito el obispo de Madrid, ambos dos al frente de la manifestaci¨®n del s¨¢bado, con esas anteojeras implacables. Y qu¨¦ me dicen del presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, el tal Fabra, que no debe quitarse esas lentes casi negras que usa ni para dormir. Aquellos aseguran que la ley que prepara el Congreso para igualar en derechos a los homosexuales, en realidad es una ley contra la familia. No tiene ninguna l¨®gica, pero ellos lo ven as¨ª. El otro, que los 886.000 euros que ingres¨® en su cuenta corriente, tacita a tacita, son de lo m¨¢s natural, como dir¨ªa Fraga.
Este universal desvar¨ªo tambi¨¦n ha llegado a Andaluc¨ªa en proporciones notables. Desde hace un cuarto de siglo, muchos marbell¨ªes y jueces de M¨¢laga ven normal que se construya a destajo fuera de ordenaci¨®n. La alcaldesa de C¨¢diz contin¨²a sin ver nada extra?o en presidir la Zona Franca y el agujero de 45 millones que, seg¨²n todos los indicios, hay a su alrededor. El PP acusa a la Junta de "alterar la realidad" al abrir expedientes a un concejal de Nerja que ha parcelado irregularmente un cerro protegido. El imp¨¢vido Javier Arenas sigue viendo mucho miedo al PSOE y piensa ocupar la calle -no las urnas- para derrotar a Chaves, am¨¦n de amparar en su delirio a un cierto n¨²mero de tr¨¢nsfugas y ahumados varios de la quema general de la pol¨ªtica.
Otra modalidad es la exageraci¨®n hiperb¨®lica. C¨®mo no, ten¨ªa que darse en la patria de don Latino de H¨ªspalis. Despu¨¦s de meses de castigo medi¨¢tico con las dichosas facturas falsas del Ayuntamiento de Sevilla, el asunto sigue fijado en la escalofriante suma de 4.800 euros, los que se embols¨® un pillo que pasaba por all¨ª. Y en que las dem¨¢s corruptelas afectan a todos los partidos que han tenido gobierno en los debilitados distritos de la ciudad, pero sobre todo al PA (77.560,51 euros dudosos), que fue el que inici¨® la frustrada cacer¨ªa del alcalde. Interesante versi¨®n del cuento del cazador cazado. Eso s¨ª, lejos de reconocer las cosas, la se?ora Vivancos, de triste recuerdo, abandon¨® iracunda la comisi¨®n de investigaci¨®n no por lo que era (porque la hab¨ªan pillado en su propia trampa), sino porque la comisi¨®n, que ella exigi¨®, era una farsa. Y ha dimitido finalmente porque los de su propio partido -dice- le estaban haciendo la pajarraca, en contubernio con el PSOE. Y eso que esta se?ora no usa gafas oscuras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.