Un astuto manipulador

Despu¨¦s de mantener durante meses el suspense sobre su participaci¨®n en las elecciones, Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyani tir¨® la casa por la ventana en la campa?a. Carteles a todo color, pegatinas en ingl¨¦s y v¨ªdeos electorales con la firma del director de cine m¨¢s taquillero del momento. El objetivo: vender una imagen de hombre liberal, de centro, capaz de unir a reformistas y conservadores en el proyecto com¨²n de desarrollar el pa¨ªs. Su despliegue de medios ha reforzado su imagen de pol¨ªtico astuto, poderoso y manipulador.

"El l¨ªmite es la ley. Todo el mundo debe respetar la ley, pero no creo que criticar al l¨ªder supremo merezca la c¨¢rcel", ha asegurado en un sorprendente giro que parece respaldar a quienes ven en ¨¦l un contrapeso a la creciente influencia de Al¨ª Jamenei y de los ¨®rganos no electos bajo su supervisi¨®n. A¨²n as¨ª, muchos iran¨ªes dudan de esta nueva imagen liberal de quien ha sido un pilar del r¨¦gimen desde la revoluci¨®n. De hecho, los m¨¢s cr¨ªticos, como la Premio Nobel Shir¨ªn Ebad¨ª, mantienen su boicoteo a las elecciones y recuerdan su responsabilidad en el asesinato de opositores.

Rafsanyani, de 70 a?os, viene de una familia acomodada de los alrededores de Rafsany¨¢n. Hizo sus estudios religiosos en Qom y fue all¨ª donde surgi¨® su vocaci¨®n pol¨ªtica a ra¨ªz de la detenci¨®n del ayatol¨¢ Jomeini por la polic¨ªa pol¨ªtica del sha en 1963. Particip¨® en manifestaciones y estuvo en la c¨¢rcel varias veces. Alcanz¨® recientemente el reconocimiento como ayatol¨¢.

La Revoluci¨®n Isl¨¢mica impuls¨® su mete¨®rica ascensi¨®n pol¨ªtica. Entr¨® en el primer Parlamento y fue elegido presidente de la C¨¢mara, cargo que mantuvo durante dos legislaturas (1980-1988) cruciales para el pa¨ªs (en guerra contra Irak) y para su carrera. En su calidad de jefe de las Fuerzas Armadas, convenci¨® a Jomeini para que aceptara un alto el fuego con Bagdad en 1988. Al a?o siguiente, fue elegido presidente del Gobierno y se consagr¨® a la reconstrucci¨®n del pa¨ªs tras la guerra.

Los analistas le califican de "moderado pragm¨¢tico", pero la moderaci¨®n de que hizo gala durante su presidencia resulta hoy muy conservadora, y su flexibilidad ideol¨®gica es tachada por muchos de simple oportunismo. En la primera vuelta cont¨® con el apoyo del mundo de los negocios. Ahora se le ha sumado el frente de rechazo a Ahmadineyad. Pero no es un hombre popular en la calle. Sus a?os al frente del Gobierno estuvieron salpicados de casos de corrupci¨®n y por el asesinato de opositores a manos de los servicios secretos.

En su campa?a se ha limitado a reunirse con representantes seleccionados de las fuerzas vivas. Considera que en las relaciones con EE UU -"el pa¨ªs m¨¢s importante del mundo"- ser¨¢ "l¨®gico" que se resuelvan los problemas. "Siempre me he opuesto a la fabricaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva y nucleares", ha advertido Rafsanyani, "pero no podemos renunciar al enriquecimiento de uranio para fines civiles".