Los bosques, en alerta m¨¢xima
La Comunidad de Madrid vive, a causa de la sequ¨ªa, uno de los veranos con mayor riesgo de incendios forestales
Cerca de 2.600 personas, entre bomberos, agentes forestales y t¨¦cnicos, est¨¢n en m¨¢xima alerta desde el pasado 15 de junio. Estos empleados del Gobierno regional se encargar¨¢n hasta el pr¨®ximo 30 de septiembre de que los incendios forestales se reduzcan al m¨ªnimo. Pero la campa?a se presenta muy dif¨ªcil porque la fuerte sequ¨ªa que soporta la Pen¨ªnsula durante el ¨²ltimo a?o hace que la superficie forestal est¨¦ muy seca y prenda con suma facilidad.
El consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada Presa, reconoce que se presenta uno de los veranos m¨¢s dif¨ªciles en cuanto a incendios forestales. Y recuerda que el 90% de los siniestros son consecuencia de negligencias, imprudencias o, en menor medida, intencionados. "El fuego seguro no existe. Nadie puede ir al monte y pensar que, si hace una barbacoa, no tendr¨¢ consecuencias terribles", a?ade. S¨®lo el 10% de los fuegos se produce por fen¨®menos naturales.
El gasto de agua para extinguir un fuego puede suponer cientos de miles de litros
El 90% de los siniestros registrados se debe a imprudencias de los excursionistas
Las zonas con mayor riesgo de sufrir un incendio var¨ªan conforme avanza la temporada estival. Hasta que entre de lleno el calor, all¨¢ por la primera quincena de julio, la zona sureste est¨¢ en cabeza. Se trata de zonas agr¨ªcolas y de pastos, cuyo valor ecol¨®gico no es muy elevado. Despu¨¦s, entre julio y agosto, son las grandes zonas forestales de San Mart¨ªn de Valdeiglesias, Cenicientos o Cadalso las m¨¢s amenazas. El resto de la sierra comienza tambi¨¦n en esos meses a ser posible pasto de las llamas, seg¨²n explica el jefe de los bomberos de la Comunidad, Javier Sanz.
La regi¨®n dispone de 400.000 hect¨¢reas forestales, de las que la mitad son arboladas y el resto, de monte bajo y matorral. Hay zonas de especial valor como la zona de Guadarrama, Somosierra y el hayedo de Montejo.
La sequ¨ªa tiene una doble cara. La positiva es que, al no haber llovido pr¨¢cticamente nada en la regi¨®n, los pastos y la masa forestal no arbolada (arbustos, matojos o monte bajo) no ha crecido casi. Al estar tan bajos, el fuego corre a mayor velocidad, lo que se traduce en que los ¨¢rboles de gran porte sufran menos: las llamas est¨¢n menos tiempo en los troncos y no afectan a las copas, el verdadero combustible.
El contrapunto de la sequ¨ªa llega con el hecho de que la tierra est¨¢ muy seca y cualquier hierbajo prende f¨¢cilmente. De hecho, cuanto m¨¢s tiempo est¨¦ verde el campo, m¨¢s dif¨ªcil es que prenda. Pero, adem¨¢s, los embalses est¨¢n muy bajos. El gasto de agua para extinguir un fuego puede suponer cientos de miles de litros lanzados desde los helic¨®pteros y las patrullas terrestres.
Y, ?cu¨¢l es el incendio forestal m¨¢s dif¨ªcil de extinguir? Las peores condiciones que pueden darse, seg¨²n Javier Sanz, ser¨ªan las siguientes: que el lugar fuera poco accesible para los veh¨ªculos de bomberos o de los guardias forestales, que estuviera en una zona rocosa, que fuera un d¨ªa con temperaturas muy elevadas y con una humedad relativa del aire muy baja o casi nula. Para a?adir mayores dificultades, si est¨¢ a punto de anochecer, no se podr¨ªa contar con los medios a¨¦reos. Pero hasta ah¨ª las peores condiciones posibles. Por eso, el Plan Civil de Protecci¨®n de Emergencias por Incendios Forestales (Infoma) prev¨¦ un vast¨ªsimo operativo que incluye un amplio despliegue de personal.
Los 19 parques de bomberos que hay repartidos por la Comunidad se ven reforzados por 18 parques estacionales durante el verano. Se trata de llevar a los bomberos a los puntos de mayor riesgo y de que est¨¦n junto a las zonas de mayor valor ecol¨®gico.
Los 1.400 bomberos con que cuenta la Comunidad se incrementan con otros 400 de la bolsa de trabajo regional. Antes de comenzar su trabajo, tienen que pasar diversas pruebas f¨ªsicas y m¨¦dicas. Reciben un curso de formaci¨®n de entre 7 y 10 d¨ªas. Entre ellos hay conductores, t¨¦cnicos, ingenieros t¨¦cnicos agr¨ªcolas y oficiales de conservaci¨®n.
Estos bomberos disponen de 350 veh¨ªculos, de los que la mitad son camiones autobomba. Una de las novedades de este a?o son los cuatro veh¨ªculos de alta movilidad t¨¢ctica (Vamtac). Son autom¨®viles todoterreno que permiten alcanzar lugares inaccesibles. M¨¢s veloces, disponen de mayor capacidad para aprovechar los 800 litros de agua que pueden llevar sus tanques. Est¨¢n preparados para cruzar zanjas, atacar muros, superar pendientes longitudinales de hasta el 70% de desnivel o circular por pendientes laterales de hasta un 60%. Est¨¢n equipados con cizallas, antorchas de goteo, motosierras, desbrozadoras, hachas-azada, palas, picos, extintores, prism¨¢ticos y botiqu¨ªn.
Todo este dispositivo se ve reforzado desde el aire. La Comunidad de Madrid ha distribuido seis helic¨®pteros en Lozoyuela, Cercedilla, San Mart¨ªn de Valdeiglesias, Arganda, Valdemorillo y Bustarviejo, a los que se suman otras dos aeronaves que pueden bombardear agua y con capacidad para lanzar 2.500 litros en cada pasada sobre el fuego. Estar¨¢n en Las Rozas y San Mart¨ªn.
A estos ocho helic¨®pteros se une el de coordinaci¨®n. "El Gobierno regional ha puesto todos los medios necesarios para apagar los fuegos, pero lo que debe quedar claro es que el que no se produzcan incendios es una labor de todos. Cualquier chispa o una colilla mal apagada puede tener consecuencias nefastas", a?ade el director general de Protecci¨®n Ciudadana de la Comunidad de Madrid, Manuel L¨®pez S¨¢nchez.
La Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio, que dirige Mariano Zab¨ªa, tambi¨¦n hace un esfuerzo para erradicar los incendios en la regi¨®n. Para el Plan Infoma ha contratado a 780 personas, entre agentes forestales (250), t¨¦cnicos y retenes (500). ?stos se dividen en 29 cuadrillas que est¨¢n dotados de un veh¨ªculo para transporte de personal y otro de ataque, que dispone de una cuba con capacidad de 700 litros. Los medios de Medio Ambiente tambi¨¦n incluyen maquinaria pesada, necesaria para abrir cortafuegos o zanjas que impidan el avance de las llamas, y camiones nodriza, que transportan 20.000 litros de agua.
"La zona m¨¢s peligrosa para extinguir un fuego son las que tienen m¨¢s relieve. Ni los agentes ni los bomberos pueden acceder, por lo que hay que atacarlo desde otras zonas", explica el director general de Medio Natural, Miguel Allu¨¦-Andrade. La extensi¨®n de zona arbolada afectada por incendios se redujo a 322 hect¨¢reas en 2004 frente a las 1.561 de 2003.
Los puntos m¨¢s importantes de vigilancia est¨¢n en las 43 torretas de vigilancia que hay distribuidas por la regi¨®n. Siete de ellas funcionan durante las 24 horas del d¨ªa, por lo que son las primeras en dar la voz de aviso en caso de incendio.
Todos estos servicios estar¨¢n coordinados desde el Centro de Emergencias 112, con sede en Pozuelo, donde tambi¨¦n se encuentra el Centro de Coordinaci¨®n del Operativo (Cecop).
Detener al pir¨®mano
Los 100 guardias civiles que integran el Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Comunidad de Madrid tienen ante s¨ª meses de duro trabajo. ?ste consiste en evitar que los montes se conviertan en pastos de las llamas. Pero una vez que se ha producido el incendio, se dedican a detener a los autores, en especial a los pir¨®manos.
Los agentes del Seprona (distribuidos en dos equipos y 12 patrullas) se mueven mediante patrullas motorizadas. Motos de trial o coches todoterreno les sirven para entrar por las zonas m¨¢s inaccesibles y controlar a los madrile?os que visitan la monta?a o los bosques. "Se trata de una labor de vigilancia y de persuasi¨®n para que la gente sepa que las zonas forestales est¨¢n protegidas", comenta una portavoz del instituto armado. Zonas como Guadarrama o la Pedriza no escapan de su control.
La segunda parte es menos agradable, pero resulta igual de importante. Una vez que se ha desatado el incendio, los agentes son especialistas en el estudio del foco, de forma que saben si ha sido intencionado o se ha debido a causas naturales. La forma en que avanzan las llamas, los restos de materiales propulsores o combustibles y la zona marcan parte de los elementos que controlan al detalle estos t¨¦cnicos.
Este a?o contar¨¢n con los 24 expertos contratados por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, que formar¨¢n cuatro brigadas de investigaci¨®n de incendios forestales (Biif). ?stos han recibido formaci¨®n espec¨ªfica de alto nivel y disponen, al igual que sus hom¨®logos de la Guardia Civil, de un completo equipo para sus pesquisas. Podr¨¢n tomar muestras, reconstruir el siniestro y determinar las causas que lo han propiciado.
Un mando de la Comandancia de la Guardia Civil explic¨® que ya ha habido reuniones de coordinaci¨®n entre los agentes del Seprona y los integrantes de las Biif para trabajar juntos en los siniestros.
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