150 piezas recorren la historia de la Bauhaus a trav¨¦s de sus fiestas
CaixaF¨®rum muestra la evoluci¨®n de la escuela fundada por Gropius
"Quien no conoce las fiestas de la Bauhaus no sabe cu¨¢l es la labor de la Bauhaus", escrib¨ªa en 1925 un alumno de la escuela de dise?o y arquitectura fundada por Walter Gropius en 1919, cuyo proyecto pedag¨®gico otorgaba un papel fundamental a las reuniones l¨²dicas y a los rituales de la vida cotidiana. La exposici¨®n La Bauhaus se divierte. 1919-1933, que se presenta en CaixaF¨®rum de Barcelona, se centra en este aspecto.
A trav¨¦s de m¨¢s de 150 piezas, entre fotograf¨ªas, dibujos, invitaciones, carteles, entradas, disfraces y regalos, procedentes del Bauhaus-Archiv de Berl¨ªn, la comisaria Mercedes Valdivieso ofrece una visi¨®n in¨¦dita de la evoluci¨®n de la Bauhaus a lo largo de sus 14 a?os de existencia, hasta su autodisoluci¨®n en 1933 bajo las embestidas del triunfante nacionalsocialismo. La Bauhaus fue desde sus or¨ªgenes sin¨®nimo de modernidad y desempe?¨® un papel central en la renovaci¨®n del arte, la arquitectura y el dise?o. Su ideario influy¨® en el arte del siglo XX, gracias a un cuerpo docente formado por artistas como Kandinsky, Klee y Oskar Schlemmer, arquitectos como Gropius y Mies van der Rohe, dise?adores como Herbert Bayer y Marcel Breuer y fot¨®grafos como L¨¢szl¨® Moholy-Nagy. Su b¨²squeda de la obra de arte total y de una sinergia completa entre arte y vida desemboc¨® en un proyecto de estudio, trabajo, creaci¨®n y vida en com¨²n, en el cual las fiestas desempe?aban un papel esencial.
Lejos de ser una simple diversi¨®n, estos eventos ten¨ªan una doble finalidad. "Por un lado, se empleaban para fomentar la colaboraci¨®n, estimular la creatividad y, como una especie de catarsis colectiva, para superar las tensiones entre estudiantes y profesores. Por el otro, se propon¨ªan facilitar el encuentro, cada vez m¨¢s dif¨ªcil, entre las ideas innovadoras y a veces provocadoras de la escuela y la recelosa sociedad que la rodeaba", explica Valdivieso. Precisamente, estos conflictos provocaron los cortes presupuestarios que, en 1925, obligaron a la Bauhaus a dejar su primera sede de Weimar para trasladarse a Dessau, donde Gropius construy¨® un edificio a la medida de las necesidades pedag¨®gicas del proyecto. En Weimar las fiestas hab¨ªan sido m¨¢s ¨ªntimas y sobrias debido a la influencia del primer director, Johannes Itten. La renovaci¨®n, basada en el lema Arte y t¨¦cnica: una nueva unidad, empez¨® en 1923 con la dimisi¨®n de Itten y el nombramiento de L¨¢szl¨® Moholy-Nagy, y prosigui¨® en Dessau, donde las fiestas se convirtieron en un campo de experimentaci¨®n art¨ªstica global. El momento ¨¢lgido era cada a?o el 18 de mayo, aniversario de Gropius, y la exposici¨®n lo celebra presentando, por primera vez fuera de Alemania, la carpeta que los representantes de la escuela regalaron al maestro en 1924. Adem¨¢s, se han reproducido los entornos de dos de los eventos m¨¢s sonados: la Fiesta Blanca, el 20 de marzo de 1926, y la Fiesta del Metal, el 9 de febrero de 1929.
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