Bush y Schr?der prometen firmeza ante el desaf¨ªo at¨®mico del nuevo presidente de Ir¨¢n

La visita del canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, a la Casa Blanca puso ayer de manifiesto que su relaci¨®n con George W. Bush es correcta, pero fr¨ªa, y que el presidente no derramar¨¢ una sola l¨¢grima si, como parece, el canciller es derrotado en las elecciones. Bush no quiso regalarle a Schr?der ninguna baza en la aspiraci¨®n alemana de ocupar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y le record¨® que es "inaceptable" que Ir¨¢n pueda desarrollar un arma nuclear. Schr?der hab¨ªa matizado previamente que no se puede prohibir a Ir¨¢n el uso pac¨ªfico de la energ¨ªa nuclear.

Por si acaso hubiera dudas sobre los pasos a dar tras la victoria del ultra Mahmud Ahmadineyad en Ir¨¢n, la tosca pero inequ¨ªvoca prosa de Bush lo expuso as¨ª: "Mi mensaje al canciller es que seguimos trabajando con Reino Unido, Francia y Alemania para enviar un mensaje unido y concentrado que dice que el desarrollo de un arma nuclear es inaceptable, y que el proceso que permitir¨ªa a Ir¨¢n desarrollar un arma nuclear es inaceptable".

Schr?der no se desvi¨® del gui¨®n: "Vamos a seguir siendo duros y firmes con todo esto. El mensaje debe ser claro". Pero hay a¨²n mucho margen para que el mensaje se interprete de manera diversa. Aunque en la conferencia de prensa no hubo ninguna menci¨®n, Schr?der dijo en su vuelo hacia Washington que habr¨¢ una nueva oferta a Teher¨¢n y record¨® que no se le puede prohibir a Ir¨¢n el uso pac¨ªfico de la energ¨ªa nuclear "aunque a alguno pudiera no gustarle esto".

EE UU cree que detr¨¢s de las declaraciones sobre el uso civil, el r¨¦gimen iran¨ª esconde sus objetivos militares. "Ya veremos qu¨¦ pasa con las negociaciones, pero tenemos razones para ser esc¨¦pticos", dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca. Washington cree que si Ir¨¢n no paraliza definitivamente las actividades destinadas al enriquecimiento de uranio, el problema deber¨ªa pasar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Tambi¨¦n hubo un matiz interesante en el an¨¢lisis de cada uno sobre las elecciones en Ir¨¢n: "Nunca una elecci¨®n es libre e imparcial cuando un grupo de gente no elegida decide qui¨¦n se presenta", dijo Bush. "Hemos tomado nota de que los iran¨ªes han elegido un nuevo presidente, lo cual debe ser respetado", dijo Schr?der.

La ONU fue otro de los cap¨ªtulos de debate. Alemania lucha por un puesto permanente en el Consejo de Seguridad. Para un Schr?der con p¨¦simas perspectivas electorales, el respaldo de EE UU -que s¨®lo se ha pronunciado a favor de que Jap¨®n est¨¦ en el Consejo- ser¨ªa una gran baza. Aunque la relaci¨®n es mejor que hace un a?o y los dos l¨ªderes ya se reconciliaron en febrero, obviamente Bush no tiene ning¨²n inter¨¦s en facilitar esa baza al hombre del que se dice que le prometi¨® no utilizar la cuesti¨®n iraqu¨ª en la campa?a electoral de 2002 y luego pr¨¢cticamente no hizo otra cosa. Bush se limit¨® a decir que "EE UU no se opone a ninguna candidatura". Para guardar las formas, Schr?der -envarado por no hablar en ingl¨¦s o quiz¨¢ porque es consciente de que la fr¨ªa venganza de Bush pasa por darle un empujoncito hacia abajo- admiti¨® que hay diferencias de calendario con EE UU en cuanto a la candidatura -"nosotros queremos hacerlo deprisa", dijo- y se alegr¨® de que no hubiera oposici¨®n.

El canciller expuso los m¨¦ritos de Alemania en Afganist¨¢n, en los Balcanes y en el Irak de la posguerra. Aunque Bush tenga en su cabeza para siempre la imagen de la firme oposici¨®n a la guerra de la pareja francoalemana, Schr?der le dijo que su pa¨ªs ha estado "desde el principio" en la reconstrucci¨®n de Irak, en la eliminaci¨®n de la deuda y en el entrenamiento de polic¨ªas y soldados. Bush tuvo palabras de agradecimiento por todo ello y dijo que "un Irak libre y democr¨¢tico en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo ayudar¨¢ a EE UU y ayudar¨¢ a Alemania". El canciller a?adi¨® que beneficiar¨¢ "a toda Europa".

La visita de Schr?der, que en principio preve¨ªa una gira por California, fue recortada: nadie pod¨ªa imaginar, al planearla, que el canciller iba a estar 17 puntos por detr¨¢s de la candidata de la oposici¨®n en los sondeos, y Angela Merkel est¨¢ mucho m¨¢s pr¨®xima a las posiciones del Gobierno estadounidense. Cuando los periodistas preguntaron a Bush si le hab¨ªa deseado buena suerte a Schr?der, dijo que no hab¨ªan hablado de las elecciones, pero a?adi¨® que el canciller tiene suerte de que sea una campa?a corta -"yo a¨²n recuerdo los meses y meses de la m¨ªa"- y que sabe bien c¨®mo manejarse: "Es un experimentado pol¨ªtico y estoy seguro de que sabr¨¢ qu¨¦ hacer. Como decimos en Tejas, ¨¦ste no ser¨¢ su primer rodeo".