El aterrizaje gradual de Valent¨ªn Fuster

La pieza clave del nuevo Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) es Valent¨ªn Fuster, director del Instituto Cardiovascular de la Mount Sinai School of Medicine de Nueva York y actual presidente de la Fundaci¨®n Mundial del Coraz¨®n. Las cinco empresas que han impulsado el proyecto junto al Ministerio de Sanidad consideran "una condici¨®n esencial" que Fuster est¨¦ a su frente "como creador de estructuras de investigaci¨®n y cabeza rectora de la actividad" del centro, seg¨²n fuentes conocedoras de la negociaci¨®n.

Pero tanto el ministerio como las empresas privadas reconocen que los compromisos que Fuster tiene asumidos ante la Mount Sinai "le impiden asumir la plena direcci¨®n ejecutiva del CNIC antes de junio de 2009". Hasta ese momento, el cardi¨®logo "ir¨¢ asumiendo paulatinamente la alta direcci¨®n del centro, teniendo desde ya mismo la responsabilidad de definir y organizar la actividad organizadora del CNIC".

Este investigador se considera a s¨ª mismo como un "cient¨ªfico de traslaci¨®n"

El aterrizaje de Fuster ser¨¢ gradual, pero empezar¨¢ casi de inmediato. Desde el pr¨®ximo septiembre, el cient¨ªfico trabajar¨¢ en Madrid ocho d¨ªas al mes, y su plan es aumentar esa cuota a partir de 2007, siempre paulatinamente, hasta asumir la plena direcci¨®n del centro en 2009. Hasta entonces, el CNIC contar¨¢ con un "subdirector cient¨ªfico coordinador", cuyo nombre est¨¢ a¨²n por decidir.

Ya desde ahora, y pese a no dejar sus cargos en Nueva York, Fuster tendr¨¢ unas competencias muy amplias como presidente del Comit¨¦ Cient¨ªfico Evaluador Externo, que estar¨¢ compuesto por unos 10 investigadores de peso internacional. Fuster evaluar¨¢ todas las propuestas cient¨ªficas que salgan del CNIC, contribuir¨¢ al dise?o de los grupos de investigaci¨®n y tendr¨¢ un papel clave en el reclutamiento de nuevos cient¨ªficos y en la evaluaci¨®n de sus resultados.

Para un centro de esta ambici¨®n, tambi¨¦n es fundamental coordinar la difusi¨®n de los resultados, exigir un alto nivel a las publicaciones cient¨ªficas que salgan de sus laboratorios, decidir cu¨¢ndo una evidencia cient¨ªfica est¨¢ madura para transferirla al Sistema Nacional de Salud y establecer acuerdos y colaboraciones con otros centros, redes de investigaci¨®n y empresas farmac¨¦uticas. Fuster tambi¨¦n tendr¨¢ un papel cardinal en estos aspectos del funcionamiento del CNIC.

Fuster, uno de los cardi¨®logos m¨¢s influyentes del mundo, se considera a s¨ª mismo como un "cient¨ªfico de traslaci¨®n". Siempre est¨¢ muy atento a los progresos de la investigaci¨®n b¨¢sica -sus cursos anuales en Espa?a son una fuente de actualizaci¨®n permanente para sus colegas-, pero su preocupaci¨®n central es olfatear cu¨¢les de esos avances pueden tener una utilidad inmediata en la pr¨¢ctica cl¨ªnica. Esta interfase entre la ciencia b¨¢sica y la aplicada es lo que m¨¢s interesa al Ministerio de Sanidad para el proyecto CNIC, un centro p¨²blico -Sanidad siempre aportar¨¢ m¨¢s del 50% de su financiaci¨®n- cuyo principal objetivo es mejorar la atenci¨®n a los pacientes cardiovasculares en la sanidad p¨²blica espa?ola.

Pese al car¨¢cter gradual de la incorporaci¨®n de Fuster, el compromiso del cardi¨®logo con el CNIC es muy alto. Parte de su equipo en el Mount Sinai se desplazar¨¢ a Madrid en seis meses, y Fuster intervendr¨¢ decisivamente en todas las estrategias que afecten a la producci¨®n investigadora. Fuster es plenamente consciente de la gran responsabilidad que ha adquirido con este proyecto, y est¨¢ decidido a convertir el CNIC en una referencia mundial de la investigaci¨®n cardiol¨®gica.