Live 8 intenta evitar el enfrentamiento

Hace 20 a?os, Bob Geldof llam¨® poco menos que asesina a Margaret Thatcher. Su "delito": negarse a eximir de pagar impuestos brit¨¢nicos a los ingresos de Live Aid, su famosa campa?a contra la hambruna en Etiop¨ªa. Ahora, Geldof ruega a los m¨¢s levantiscos invitados a Live 8 que eviten las descalificaciones a George W. Bush o Tony Blair desde el escenario. La consigna es establecer complicidad con los l¨ªderes del G8, no iniciar guerras de palabras. El conflicto de Irak, por ejemplo, no deber¨ªa ser mencionado. Se trata de presionar amablemente sobre Rusia y los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo, para que la pobreza sea la principal prioridad de la agenda de la reuni¨®n que celebran la pr¨®xima semana en Escocia.

Asegura Geldof que su actual postura no supone aceptar compromisos sino moverse dentro de los par¨¢metros de la realidad. Recuerda que Live Aid recaud¨® 40 millones de libras esterlinas pero que ¨¦l consigui¨® una cantidad a¨²n mayor hablando con el presidente Fran?ois Mitterrand en Par¨ªs, mientras tomaban t¨¦. Es el nuevo modelo de activismo, m¨¢s diplom¨¢tico que confrontacional, que encarna Bono, el elocuente cabecilla de U2. Muchos m¨²sicos, aunque no tengan el pico dorado y las dotes para las relaciones p¨²blicas del irland¨¦s, aprecian esta t¨¢ctica. Como afirma Andr¨¦s Calamaro, "ayuda m¨¢s una conversaci¨®n de Bono con Bush que un concierto de Manu Chao contra el FMI.".

Profesionalmente, se trata de una apuesta peligrosa para los m¨²sicos. Sting recibi¨® burlas despiadadas por su defensa del Amazonas, pero no reniega de una iniciativa que ha puesto a salvo un territorio brasile?o superior en extensi¨®n a toda B¨¦lgica. Bob Geldof, santificado tras Live Aid, vio hundirse su carrera musical (dirige ahora una exitosa productora de radio y televisi¨®n). El mismo Bono ironiza sobre su doble faceta: "Las estrellas del rock agitamos banderas, gritamos en las barricadas y luego nos escapamos rumbo al sur de Francia". Bono es consciente de que una foto suya junto a Bush tiene cierto peso pol¨ªtico pero est¨¢ dispuesto a arriesgarse: "No creo que muchos estadounidenses le votaran por verme a su lado". Por si acaso, algunos artistas han rechazado la invitaci¨®n de Geldof, con excusas m¨¢s o menos peregrinas. El rapero Eminem asegura que ma?ana le corresponde estar con su hija. Radiohead, grupo pol¨ªticamente belicoso, alega que est¨¢ inactivo, dado que su guitarrista acaba de ser padre. Y Oasis tiene la coartada de que Live 8 coincide con un concierto suyo en su ciudad natal, Manchester.

Las principales cr¨ªticas a Live 8 van por otros rumbos. Peter Gabriel, propagandista de la world music, se quej¨® de que un evento oficialmente destinado a ayudar a ?frica apenas incluya artistas africanos en su cartel. Finalmente, Geldof acept¨® que Gabriel a?adiera, junto a los nueve conciertos simult¨¢neos de Live 8, un estrambote africano: Angelique Kidjo, Ayub Ogada, Daara J y otros actuar¨¢n ma?ana en el suroeste de Inglaterra, bajo el lema de Africa calling (?frica Llama). Gabriel tiene menos esperanzas para su otra propuesta: que el G8 considere la corrupci¨®n como delito a investigar y perseguir por un tribunal internacional, a partir de denuncias s¨®lidas de ciudadanos.

En clara oposici¨®n contra Live 8 se ha colocado Damon Albarn, el hombre de Blur y Gorillaz, que cree que la ausencia de figuras africanas en los escenarios oficiales, concesi¨®n a los ratings televisivos, impide difundir la extraordinaria sofisticaci¨®n de la m¨²sica pop que se hace en el continente negro, "indispensable para romper con esa imagen de que aquello es un desastre sin paliativos". Se trata de evitar que Live 8, que podr¨¢ seguirse por La 2 de TVE, quede reducido a an¨¦cdotas como la reuni¨®n de Pink Floyd. Aunque el ataque de Albarn pueda interpretarse como una venganza por el hecho de que Geldof no cuente con sus servicios, otra de sus airadas propuestas merece ser considerada: dado que, como ocurri¨® tras Live Aid, se incrementaran las ventas de los artistas participantes, Albarn cree que las grandes discogr¨¢ficas deber¨ªan aportar una parte de los ingresos extra que genere Live 8. Su propia compa?¨ªa, EMI, ha esquivado la sugerencia pero destaca que se ha comprometido a distribuir el futuro DVD de Live 8 en condiciones muy ventajosas.