Las ra¨ªces vascas del embajador de EE UU

El embajador de Estados Unidos en Espa?a, Eduardo Aguirre, es cubano de nacimiento, pero las ra¨ªces de su familia paterna se encuentran en la localidad vizca¨ªna de Muskiz, y all¨ª fue ¨¦l a buscarlas en 1993. En una conversaci¨®n con periodistas espa?oles, el jefe de la legaci¨®n diplom¨¢tica norteamericana se declar¨® conocedor de la zona norte de Espa?a, producto de los viajes que ha realizado para reencontrarse con los lugares en que vivieron sus ancestros. Cuando en 1993 muri¨® su padre, Eduardo Aguirre y su hermano decidieron visitar Muskiz, el lugar del que parti¨® su abuelo. Con humor, cont¨® el embajador que en el Ayuntamiento de Muskiz les recibi¨® entonces un funcionario que, muy serio, les explic¨® que son muchos los latinoamericanos que tratan de averiguar si sus antepasados dejaron alguna propiedad que ellos puedan recuperar ahora. Aguirre y su hermano, relat¨®, le respondieron al funcionario que en realidad ellos s¨®lo deseaban buscar sus or¨ªgenes familiares y saber, dijo bromeando, si su abuelo dej¨® alguna deuda, "alguna cerveza sin pagar". Dado que los archivos municipales se hab¨ªan quemado en la Guerra Civil, ambos fueron a buscar en la parroquia, y es all¨ª en donde certificaron que sus ascendientes proven¨ªan de esa localidad pr¨®xima a Bilbao, ciudad a la que Aguirre se refiere tambi¨¦n con su nombre en euskera, Bilbo. El embajador, que lleg¨® a Estados Unidos desde Cuba cuando ten¨ªa 15 a?os, dijo ser consciente de sus propias complejidades porque, afirm¨®, "tengo mis ra¨ªces en Cuba, las de mi abuelo en el Pa¨ªs Vasco, mi casa en Tejas, mi hija en Washington y a mi mam¨¢ en Miami", pero, record¨®, "mi funci¨®n primordial es servir los intereses de mi pa¨ªs", Estados Unidos.. En ese sentido, Aguirre no deja pasar la oportunidad de expresar su agradecimiento a Estados Unidos, "un pa¨ªs de oportunidades al que no todo el mundo entiende", y su reconocimiento a George W. Bush, de quien va a ser "cara y voz" en Espa?a como embajador. Como embajador en Espa?a, Aguirre se empe?a en mostrarse cordial y abierto al di¨¢logo. "Nos vamos a entender, aunque no necesariamente estemos de acuerdo", se empe?¨® en reiterar, y para ello emple¨® el ejemplo de su relaci¨®n con su esposa, Mar¨ªa Teresa, con quien se cas¨® hace 37 a?os y con quien mantiene una relaci¨®n "muy buena, pese a que no siempre estamos de acuerdo".