Educaci¨®n vial

Me dirijo al director general de Tr¨¢fico. Llevo unos d¨ªas viendo el anuncio tan insulso como ineficaz que se les ha ocurrido poner en la televisi¨®n para que usen el casco los moteros.

Como un ejemplo le dir¨¦ que vivo en un pueblo de unos 30.000 habitantes que, al igual que en muchos, abundan bastantes moteros. Muchos de ellos, la mayor¨ªa, van por las calles sin casco, a velocidades excesivas, abusando de los peatones y propensos a atropellarlos, y sepa usted que no hay ni un polic¨ªa que les diga ni p¨ªo, campan a sus anchas, a su albedr¨ªo.

?De qu¨¦ sirve que se gasten ustedes millones in¨²tilmente en un ineficaz anuncio por la televisi¨®n? Quiz¨¢ si se aplicaran sanciones ser¨ªa m¨¢s provechoso y mejorar¨ªa enormemente la situaci¨®n. Puede suceder que no se paguen las sanciones, pero queda el recurso de confiscar los veh¨ªculos.

Con ello se descubrir¨ªa tambi¨¦n que muchos de esos moteros no tienen ninguna clase de seguro y ver¨ªan ustedes c¨®mo cambiaba la cosa, no que entre vuestros in¨²tiles anuncios y el no aplicar las leyes (y la nefasta Ley del Menor), est¨¢is creando mafias de mayores y bandas de menores que tienen atemorizados a much¨ªsimos ciudadanos, y esos menores son aptos y responsables para delinquir e incluso para asesinar, y no son aptos para purgar sus delitos o cr¨ªmenes por culpa de esa fat¨ªdica Ley del Menor.

Y, tal vez, esa ley, sin lugar a dudas, cambiar¨ªa cuando los delitos de esos menores afectaran a cientos de familiares de los jueces y de aquellos que en su d¨ªa la implantaron, pero les hacen juicios y condenas rid¨ªculas, como condenarlos a libertad vigilada; en cambio, a ciudadanos honrados y amantes de la paz, como a los que por protestar contra una guerra cruel e injusta, se les condena con rigor y severidad.

Con esos ciudadanos estamos miles y miles de ciudadanos honrados, y creo que muchos miles m¨¢s repudiamos la violencia y delitos. Y a¨²n m¨¢s, creo que damos nuestra repulsa a los que esa ley implantaron, con la cual se extiende en nuestro pa¨ªs como un reguero de p¨®lvora la delincuencia y los asesinatos.