"La 'Il¨ªada' glorifica la guerra pero encierra amor a la paz"
Alessandro Baricco (Tur¨ªn, 1958) ha tenido los arrestos de reescribir la Il¨ªada. Esa empresa casi imp¨ªa ten¨ªa el objetivo de adaptar el gran texto hom¨¦rico para una lectura p¨²blica, pero, una vez editado en forma de libro, el resultado se convirti¨® en Italia en un inesperado best seller. La obra, Homero, Il¨ªada, un texto relativamente breve, de una hipnotizante intensidad, la publica en Espa?a Anagrama.
Pregunta. ?Ha eliminado a los dioses!
Respuesta. La primera raz¨®n para sacarlos del relato era t¨¦cnica: adaptar el texto para una lectura p¨²blica requer¨ªa cortar, y cortar trozos muy grandes. As¨ª que decidimos cortar todas las escenas de los dioses y de su interacci¨®n con los humanos. Es, desde luego, una p¨¦rdida enorme, pero se daba una visibilidad muy grande a la estructura narrativa, a la secuencia de los hechos. Por otro lado, en la mitad de los casos, los dioses intervienen bajo el disfraz de personajes reales, y eso es f¨¢cil de integrar. Cuando un dios decide salvar a un h¨¦roe resulta m¨¢s complicado: entonces he tratado de entender el gesto del dios, llevarlo al terreno humano.
P. Si una diosa protege al guerrero haci¨¦ndolo invisible...
R. Yo atribuyo la desaparici¨®n de ese guerrero a la confusi¨®n l¨®gica en ese tipo de batallas de la antig¨¹edad, entre la polvareda y la multitud. Tambi¨¦n hay que pensar que se luchaba bajo el efecto del calor, el cansancio, el estr¨¦s, habr¨ªa momentos de trance, de p¨¦rdida del conocimiento, y alucinaciones.
P. El relato lo ha colocado en primera persona. Son diferentes personajes de la Il¨ªada los que narran los hechos.
R. Obedece a la exigencia de dar fuerza teatral a la narraci¨®n. Los actores-lectores tienen dificultad con la tercera persona, la identificaci¨®n hace las cosas m¨¢s sencillas, tambi¨¦n para el p¨²blico. En el propio texto hom¨¦rico encontramos alguna extra?eza en ese sentido, peque?os cambios de perspectiva. En algunos momentos Homero se dirige personalmente a los h¨¦roes, como en el canto XVI: "??ste fue el primero que se atrevi¨® a herirte, oh Patroclo, auriga excelente! ?Pero no te hizo perecer!".
P. Su versi¨®n de la Il¨ªada es mucho m¨¢s corta, pero, adem¨¢s de las escenas fundamentales, conserva toda la crueldad hom¨¦rica. Heridas tremendas, cabezas que ruedan, intestinos derramados por el suelo, el coraz¨®n de Sarped¨®n arrancado del pecho al desclavar Patroclo su lanza, los ojos de Cebri¨®n, el auriga de H¨¦ctor, cayendo en el polvo tras recibir una pedrada en la frente...
R. Por efecto del corte, los pasajes que he conservado adquieren un peso m¨¢s grande. Para Homero, era importante describir paso a paso esos golpes que nos parecen tan terribles. No pod¨ªamos dejarlo.
P. Deb¨ªa haber un componente de ense?anza militar, de aprendizaje de combate, en ese detallismo.
R. Es posible, pero no son im¨¢genes completamente reales, buscan una cierta espectacularidad. Responden a la exigencia de elevar un monumento po¨¦tico para cada guerrero que ca¨ªa. Cada escena sirve para glorificar con palabras elevadas ese instante final para el que viv¨ªan los h¨¦roes.
P. El tema de la guerra le ha interesado especialmente.
R. La Il¨ªada imparte muchas lecciones sobre la guerra, y estamos en a?os de guerra. La Il¨ªada es esencialmente una historia de guerra y uno de sus prop¨®sitos es cantarla, glorificarla. La experiencia de la guerra ha sido la m¨¢s alta, la m¨¢s noble para muchas sociedades. Nosotros no nos reconocemos ya en esos valores, pero venimos de ah¨ª, no de sociedades pacifistas. Venimos de sociedades que glorificaban la guerra. Eso nos ha de volver m¨¢s realistas y despojarnos de falsas ilusiones.
P. Pero la Il¨ªada tambi¨¦n habla del horror de la "negra Ker", de la muerte. Y del miedo.
R. S¨ª, ambas cosas coexisten con la gloria del combate. La muerte en batalla es el punto m¨¢s alto de la civilizaci¨®n hom¨¦rica, pero la Il¨ªada contiene tambi¨¦n una gran resistencia contra la guerra. Es como una gran contradicci¨®n en el seno de la obra. Numerosos personajes, especialmente las mujeres, expresan un deseo de paz. La Il¨ªada es un gran monumento a la guerra que encierra amor a la paz.
Babelia
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