Su ¨²ltimo Tour
Hoy deber¨ªa estar comi¨¦ndome las u?as. Deber¨ªa sentir c¨®mo el nudo que noto en el est¨®mago rechaza cada uno de los intentos que hago de meter los espaguetis en mi cuerpo.
Ayer deber¨ªa haber pasado el control m¨¦dico, ese acto publicitario de pesaje y tallaje que, en el boxeo, en las pruebas de bueyes o incluso antiguamente para librarse de la mili, ten¨ªa su trascendencia, pero que alguien me explique para qu¨¦ sirve en el ciclismo saber que mides 1,84 metros; que tienes 42 pulsaciones en reposo y que pesas 76 kilos (mis datos, por cierto). Pues yo tambi¨¦n me alegro, que pod¨ªa pesar m¨¢s.
Y anteayer deber¨ªa haber pasado el control sangu¨ªneo. Deber¨ªa haber acreditado ante los mandamases de la UCI y del Tour que los gl¨®bulos rojos que nadan en mi sangre ocupan menos del 50% del volumen. Que soy legal, ¨¦tico, chico bueno y que mi sangre es m¨¢s pura que el agua de manantial. Cosas del ciclismo y de los ciclistas.
Y, sin embargo, tanto deber¨ªa, lo ¨²nico que debo ahora es tener cuidado de que no se me acaben en casa las provisiones de gasas esterilizadas, ap¨®sitos, esparadrapos, pomadas cicatrizantes y el bote de betadine. Cosas tambi¨¦n de los ciclistas.
Si el a?o pasado fue mi equipo el que me dej¨® fuera del Tour, este a?o son las ca¨ªdas las que me han forzado a repetir julio en el sill¨®n. As¨ª que aqu¨ª estoy, deseoso de que empiece el espect¨¢culo para centrarme, que a¨²n no me he enterado.
Parece ser que el americano este a?o no tiene rival, que el circo comienza en una isla y que la receta, la mezcla de kil¨®metros, etapas y monta?as, es la misma de siempre. El Tour es el Tour y nunca dejar¨¢ de serlo. Bien, hasta ah¨ª llegamos.
Pero a ver si por alg¨²n sitio buscamos la emoci¨®n, que yo no tengo nada personal contra Armstrong, pero es que tanto dominio ya aburre. Y que conste que no tengo nada contra ¨¦l, ni con ¨¦l tampoco.
Que si est¨¢ mejor que nunca (este a?o, recuerdo, a¨²n no ha ganado nada), que si su equipo es la locomotora perfecta, que si no se adivina qui¨¦n puede ser su sucesor... Seguramente son grandes verdades, pero en la misma situaci¨®n estuvo hace a?os un tal Indurain y alguien, un traidor para muchos, termin¨® por ser m¨¢s fuerte que ¨¦l.
As¨ª que, por el bien del ciclismo, espero que aparezca alguien capaz de derrotar al americano delante de sus narices en el que ha declarado su ¨²ltimo Tour. Si abandonase este circo con el s¨¦ptimo en sus manos, el ganador del Tour 2007 siempre ser¨¢ el ganador del Tour que Armstrong no quiso correr y eso no har¨¢ honor a su victoria.
Hombre, si gana ¨¦ste, tampoco har¨¢ honor a su victoria el que yo no est¨¦, pero eso a ¨¦l poco le importa. A lo dicho, que la fuerza te acompa?e.
Pedro Horrillo es ciclista del equipo Rabobank.
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