Fabrica patrimonio
El Colegio de Arquitectos y Docomomo registran las industrias valencianas de 1925 a 1968 m¨¢s releventes y a menudo ignoradas
El desconocimiento de un objeto lo hace m¨¢s vulnerable. Pasa con la arquitectura del movimiento moderno; con la antigua f¨¢brica textil Feycu, de Xirivella, por ejemplo, de la que hoy ya no queda nada. La austeridad, la funcionalidad, el uso del hormig¨®n armado, caracterizan a buena parte de los edificios de esta corriente rupturista surgida en el primer tercio del siglo XX de la mano de arquitectos como Le Corbusier o los que formaron la escuela de la Bauhaus. Pero "su lenguaje m¨¢s abstracto no facilita que la gente se familiarice con estos edificios y los considere tambi¨¦n como patrimonio. Hace falta, por tanto, mucha pedagog¨ªa, por parte de los arquitectos, primero. Tampoco el modernismo estuvo considerado durante muchos a?os como un valor patrimonial por la gente". Habla Carme Jord¨¢, catedr¨¢tica de Composici¨®n Arquitect¨®nica de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia y miembro de la organizaci¨®n internacional para la conservaci¨®n y registro del movimiento moderno, Docomomo.
Ella ha sido la encargada de seleccionar por su relevancia e inter¨¦s arquitect¨®nico los edificios valencianos que se incluyen en el volumen La arquitectura de la industria, 1925-1965. Registro Docomomo Ib¨¦rico, publicado, entre otros, por el Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana. Estos son: Los interiores del almac¨¦n de efectos y repuestos de los desmantelados Altos Hornos de Sagunto; la nave de industrias qu¨ªmicas Cross, emplazada muy cerca del fin de la avenida de Francia de Valencia; el complejo industrial de Aluminio Ib¨¦rico, en Alicante; la f¨¢brica de harinas Bufort; la nave de materias primas y hornos horizontales de clinker, Valenciana de Cementos, en Bu?ol; la factor¨ªa arrocera de Sueca; la mencionada f¨¢brica textil Feycu; el edificio industrial Frutagut, en Oliva; la estaci¨®n hidroel¨¦ctrica de Cirat, en Castell¨®n; la filial Seat de Valencia; y la tambi¨¦n desaparecida f¨¢brica de muebles Palau, en Benicarl¨®.
"Poco a poco se va observando una mayor sensibilidad hacia tan vulnerable patrimonio, en principio impulsada por una nostalgia que, lamentablemente, todav¨ªa no estimula el aprecio popular hacia la arquitectura moderna. Aunque tenemos motivos para la esperanza", apunta Jord¨¢ en el ilustrativo libro. La experta explica este ¨¢nimo aludiendo a la movilizaci¨®n c¨ªvica en Sagunto para salvaguardar la antigua gerencia de los Altos Hornos, un conjunto de chal¨¦s que, te¨®ricamente, formar¨¢n parte de la menguada Ciudad de las Artes Esc¨¦nicas. A pesar de las promesas y anuncios de la Generalitat, contin¨²a en estado ruinoso.
Tambi¨¦n la rotunda nave de Cross, ubicada ahora en una de las zonas m¨¢s caras de la ciudad y en plena expansi¨®n, ser¨¢ reutilizada. Tras la permuta de terrenos entre el Ayuntamiento y el Arzobispado de Valencia (a ra¨ªz de la intervenci¨®n en l'Almoina), la curia desarrolla el proyecto de reconvertir la antigua industria qu¨ªmica en una iglesia dedicada a los m¨¢rtires valencianos, incluidos los ca¨ªdos en 1936, seg¨²n se?alan fuentes del Arzobispado.
Junto a estos casos, hay algunos edificios cuyo futuro es incierto, como el que alberga Harinas de Bufort en Alicante o el de Frutagut de Oliva. En el caso de la f¨¢brica textil Feycu y de buena parte de las instalaciones transformadas de Muebles Palau, muy poco se puede hacer. La primera fue derruida hace casi dos a?os, pese a las protestas del Colegio de Arquitectos y a la sensibilidad mostrada por el entonces director general de Arquitectura, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Zarco. Hoy s¨®lo es un enorme agujero. La promotora Xiob, junto con otros socios, proyectan el Gran Hotel de Xirivella, a pocos metros de Valencia. El alcalde, Vicent Soriano, recuerda que se reclasific¨® el terreno industrial de la f¨¢brica, una vez cerr¨® sus puertas. Ahora se est¨¢n resolviendo las diferencias con el Ministerio de Fomento por la cercan¨ªa de la V-30 con el hotel y el "proyecto va adelante", a?ade el edil.
Jord¨¢ insiste en que hay que poner en valor estas estructuras industriales que, adem¨¢s, presenta innovadoras soluciones t¨¦cnicas y "enormes posibilidades de reutilizaci¨®n". "No es un ejercicio de nostalgia, ni para idealistas. El patrimonio se tiene que utilizar y este tipo de f¨¢bricas pueden ser contenedores magn¨ªficos", incide. En otros pa¨ªses del Norte de Europa, por ejemplo, es muy com¨²n el uso de las antiguas instalaciones fabriles incluso para espacios oper¨ªsticos.
La especialista en el movimiento moderno no quiere pasar la oportunidad de destacar la labor desempe?ada por el ingeniero Francisco Ruvira, que introdujo en Espa?a sistemas estructurales de hormig¨®n pretensado y cre¨® unas estructuras "de formidable potencia expresiva". "Es un ingeniero excelente, de una gran modernidad. Le publicaban en toda Europa", apostilla Jord¨¢. Suyas son la monumental Cementera de Bu?ol o el espectacular espacio di¨¢fano de la Factor¨ªa Arrocera de Sueca.
A la espera de firmar un convenio con la Consejer¨ªa de Territorio y Vivienda, el
siguiente paso de Docomomo en la Comunidad Valenciana es el registro de las viviendas del movimiento moderno. Una nueva lucha contra el olvido y la vulnerabilidad.
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