Entre 'Porky's' y 'American Pie'
M¨¢s all¨¢ de las opciones hosteleras comerciales, se ha generado alrededor de los erasmus un mundo de alternativas hedonistas underground. Por ejemplo, las fiestas organizadas de manera pintoresca. "Paco invita a todos los erasmus al t¨ªpico chupito valenciano de cazalla y ofrece toda la noche cerveza a un euro; y adem¨¢s, cuando le pase por los huevos, te invitar¨¢ a m¨¢s cazalla". Esta era la turbadora promoci¨®n de una fiesta en un caf¨¦ bar que colgaba en un tabl¨®n de anuncios acad¨¦mico la semana pasada. La duraci¨®n del guateque ten¨ªa un horario de inicio europeo, 21 horas, y uno de cierre m¨¢s abierto -"hasta que no podamos m¨¢s". Otro de los rituales locales que han adaptado muchos universitarios internacionales es el botell¨®n -en la playa o, directamente, frente a pubs y discotecas, algo impensable en otros pa¨ªses europeos con el alcohol por las nubes y un clima g¨¦lido. Esma Kuchukalich, alumna de Periodismo que ha elaborado un trabajo acad¨¦mico de investigaci¨®n sobre los atractivos de Valencia para los j¨®venes for¨¢neos, apunta que, adem¨¢s, los universitarios extranjeros, para divertirse en comuni¨®n, "alquilan casas por grupos al final de la playa de la Malvarrosa". "All¨ª beben, tocan la guitarra, miran al mar". Pilar Blanco, que trabaj¨® en Atenci¨®n al Erasmus de Filolog¨ªa, constata que "tambi¨¦n triunfan mucho las fiestas organizadas en pisos: El convocante invita a un c¨ªrculo cerrado, pero se corre la voz y acaba siendo algo muy fuerte". Como resulta previsible, a toda convocatoria para extranjeros, asiste un n¨²mero de p¨²blico espa?ol de ambos sexos con el ¨¢nimo de ligar. "Se relacionan r¨¢pido con gente aut¨®ctona, pero s¨®lo si ¨¦sta es de su entorno", observa Germ¨¢n Valenzuela, de Black Note. "Las chicas europeas buscan a los chicos m¨¢s morenos y raciales", dice el promotor Blanco A?¨®, en referencia a las sesiones de m¨²sica flamenca que organiza en el local Radio City los martes. "No creo en las fiestas pensadas para nosotras", explica, por su parte, Kat, una estudiante inglesa que ya lleva meses aqu¨ª, "al final todo es chicos rubios persiguiendo a morenas, y al rev¨¦s". Jessica, compa?era suya canadiense, que no es erasmus, pero s¨ª estudiante de intercambio, opina de modo similar: "A m¨ª me recuerdan bastante a pel¨ªculas americanas como Porky's y American Pie", opina. "Por eso", considera, "prefiero relacionarme a mi aire".
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