Todas las voces
Al sur de la luna, donde, por vez primera, se irgui¨® la criatura humana, se alza ahora un orgulloso guerrero swahili, con un le¨®n de melena negra abatido a sus pies. Es la iconograf¨ªa de una ¨¦pica y de una est¨¦tica de decorados y luminotecnia, que exporta la industria cinematogr¨¢fica de Hollywood, para alivio de ciertos espectadores de muy dudosa conciencia. Pero el origen y el despojo de tanta vida est¨¢n escritos indeleblemente en los cristales del calendario de arg¨®n. Y all¨ª se cuenta c¨®mo todo el vigor de ?frica, todos sus recursos naturales, todos sus principios y pasiones y valores, fueron devastados, en apenas un par de siglos, por los s¨®rdidos intereses de las potencias europeas. ?frica fue descuartizada, esclavizada, saqueada, amordazada, inmolada y ofrendada a la impudicia del capital, y convertida finalmente en un gigantesco osario y en un vertedero de inmundicias y enfermedades, de hambre, deg¨¹ellos y olvido. ?frica mud¨® entonces el esplendor de sus cantos, por el lamento de la agon¨ªa. Y de pronto, en Hyde Park, despega la mitolog¨ªa Beatles del Sergeant Peppers's, en el disparo de apertura de Paul McCartney, y el planeta es una hermosa explosi¨®n de voces: de Londres a Tokio, de Tokio a Mosc¨², de Mosc¨² a Par¨ªs, a Johannesburgo, a Roma, a Filadelfia, a Berl¨ªn, a Toronto. Se ha puesto en marcha todo el metal y la madera y el viento y la cuerda y la percusi¨®n de Live 8, para rendirle la memoria y el compromiso al opulento G-8, que hoy mismo inicia su cumbre en Edimburgo. "No pedimos caridad, sino justicia", ha puntualizado Bono, al frente de la banda U2, y ya se escucha, de uno a otro pa¨ªs, de uno a otro continente, a Elton John, a Brad Pitt, a Madonna, a Joss Stone, a Youssou N'Dour y a tantos m¨¢s. Y se escucha, por fin, a millones de ciudadanos occidentales abominar de su penosa complicidad. Ha llegado el momento de unir todas las voces y exigir que los pa¨ªses ricos -y Espa?a, aunque no figure en el G-8- devuelvan los frutos de su rapacidad y liquiden a la historia la factura de su barbarie. Entonces, la pregunta correcta es: ?podr¨¢ ?frica perdonarles tanta sangr¨ªa, tanta infamia?
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