Protagonistas de una crisis

El buen periodismo puede ofrecer una excelente base para la comprensi¨®n de los fen¨®menos pol¨ªticos. Es el caso de la labor de Henrique Cymerman, conocido sobre todo por sus cr¨®nicas televisivas sobre la crisis de Oriente Pr¨®ximo y que hoy nos ofrece una selecci¨®n de sus entrevistas realizadas en la ¨²ltima d¨¦cada con l¨ªderes palestinos e israel¨ªes, expertos internacionales, personas que por uno u otro motivo ofrecen visiones representativas del conflicto y v¨ªctimas y allegados de las v¨ªctimas. En el calidoscopio presentado por Cymerman se encuentran Rabin, Sim¨®n Peres y Arafat, Abu Mazem, Sharon y Netanyahu, el jeque Yassin y otros l¨ªderes integristas, gentes de una sociedad, o mejor de dos sociedades fuertemente golpeadas, una por la represi¨®n y otra por el terror y, en un apartado de particular importancia, colaboracionistas y traidores. Precisamente, la estremecedora conversaci¨®n con un colaborador palestino de los servicios de informaci¨®n israel¨ªes constituye uno de los puntos fuertes del libro, cuya objetividad, dif¨ªcil y l¨²cidamente obtenida, se refleja en que el acto de presentaci¨®n en Madrid viera juntos al embajador de Israel y al delegado de la Autoridad Nacional Palestina.

"Este libro", resume en el pr¨®logo Baltasar Garz¨®n, "est¨¢ escrito por un periodista que ha vivido el dolor de la noticia d¨ªa a d¨ªa y, como ¨¦l mismo relata en sus entrevistas, ha tocado el horror y la miseria, pero tambi¨¦n la grandeza humana en situaciones dif¨ªciles". En principio, lo que dominan son las tintas negras, con las reiteradas explicaciones de las razones del odio y de la insensibilidad ante la muerte de civiles por parte de los militantes palestinos, y la frialdad en la aplicaci¨®n de los m¨¦todos represivos en el sector israel¨ª. No faltan rasgos de humor negro. El panorama recuerda la estampa de los fusilamientos del 3 de mayo, de Goya. S¨®lo que en el libro de Cymerman, al lado de la danza de la muerte y del odio, tambi¨¦n despuntan voluntades en una y otra parte para dar con los medios de superaci¨®n de la crisis, siempre con un efectivo Estado palestino como precondici¨®n. Cuando los apartados personales re¨²nen entrevistas celebradas antes y despu¨¦s de la muerte de Arafat, cobra forma asimismo la imagen de que el dirigente fallecido fue en sus ¨²ltimos tiempos un obst¨¢culo para un eventual encauzamiento de la contienda en direcci¨®n hacia la paz.