50 obras de los ¨²ltimos a?os de Mir¨®, en la Fundaci¨®n Bot¨ªn

"Quer¨ªamos deshacer el equ¨ªvoco de que el Mir¨® de las ¨²ltimas etapas es m¨¢s flojo. Es distinto, menos conocido, transgresor, gestual, violento y experimentado". As¨ª describi¨® Magdalena Aguil¨®, la comisaria de la exposici¨®n Joan Mir¨®. Topograf¨ªas, el objetivo de la muestra. Una selecci¨®n de 50 obras, entre pinturas, esculturas, dibujos y obra gr¨¢fica, como exponente de la variedad de materiales y t¨¦cnicas que Joan Mir¨® utiliz¨® en la ¨²ltima etapa de su vida, puede contemplarse hasta el 18 de septiembre en la Fundaci¨®n Marcelino Bot¨ªn, en Santander.

Entre las 21 pinturas expuestas, realizadas por el pintor catal¨¢n desde que se instal¨® en Mallorca en 1956 hasta su muerte, en 1983, destaca el boceto preparatorio del Mural del Sol, que la Unesco le encarg¨® al pintor catal¨¢n para su sede en Par¨ªs y que fue galardonado con el Premio Guggenheim. Para inspirarse, Mir¨® visit¨® la cueva de Altamira. En la exposici¨®n se recogen varias fotograf¨ªas en blanco y negro de la visita, as¨ª como del proceso creativo del mural, inmortalizadas por el amigo del pintor Francesc Catal¨¤-Roca.

Una de las joyas de la muestra, seg¨²n Aguil¨®, presidenta de la Fundaci¨®n Joan i Pilar Mir¨® de Mallorca, que ha prestado las obras, es el primer ¨®leo pintado por el artista, cuando ¨¦ste ten¨ªa 15 a?os. La Fundaci¨®n Marcelino Bot¨ªn expone tambi¨¦n varias esculturas. Seis de ellas, realizadas en bronce, producen un "choque po¨¦tico" resultado de la contraposici¨®n de objetos triviales, como una lata, una hogaza de pan, un martillo... Tambi¨¦n hay dos terracotas, resultado del gusto de Mir¨® por la cer¨¢mica, y dos assamblages que fusionan la pintura y la escultura. La muestra recrea adem¨¢s el ambiente de trabajo del pintor catal¨¢n en sus estudios mallorquines.