El castillo del octavo pasajero
Alien y otras criaturas del cine, en el museo de H. R. Giger en Suiza
Para el cineasta Oliver Stone, no hay otro artista "capaz de retratar con tal precisi¨®n el alma del hombre moderno". En su opini¨®n, "en unas cuantas d¨¦cadas, cuando miremos atr¨¢s a la iconograf¨ªa del siglo XX, oiremos hablar de nuevo de este hombre". Stone se refiere a H. R. Giger, artista excesivo y visionario, no apto para todos los gustos y padre de la llamada biomec¨¢nica. Su creaci¨®n m¨¢s celebrada es el octavo pasajero, el alien aterrador que se cuela en el Nostromo, la nave espacial tripulada por siete astronautas en la extraordinaria pel¨ªcula de Ridley Scott.
Nacido en Suiza en 1940, Giger reside en las afueras de Z¨²rich, pero en 1997 compr¨® el castillo de Saint Germain para albergar all¨ª la mayor colecci¨®n de sus trabajos. Ubicado en la id¨ªlica colina que domina el valle de Gruy¨¨res, en la Suiza francesa, el museo fue inaugurado en junio de 1998 y constituye un importante punto de atracci¨®n de la zona, casi tanto como sus famosos quesos o su castillo.
El contraste entre la maravillosa campi?a helv¨¦tica en un d¨ªa de sol y las salas del museo no podr¨ªa ser m¨¢s radical. El visitante pasa sin transici¨®n de una ciudad medieval de tarjeta postal a lo que el representante de artistas estadounidense Leslie Barany calific¨® como "las puertas del infierno": el universo delirante, estramb¨®tico y original de Giger, calificado por igual por detractores y admiradores como un fest¨ªn para los psiquiatras.
El museo alberga, organizada de manera cronol¨®gica, la obra de un creador cuya primera exposici¨®n individual data de 1966. En la primera planta, el visitante descubre los primeros trabajos. "Mi obra surge de la necesidad de ver plasmadas cosas que ten¨ªa en la cabeza. Quer¨ªa crear un mundo que no pod¨ªa encontrar ah¨ª fuera", comenta el artista. Poco a poco, el visitante va descubriendo los dise?os para Alien, de 1979, y pasa a sus grandes cuadros para el ciclo f¨ªlmico Necronomic¨®n, hasta llegar a los dise?os de Dune o Species.
Brujas er¨®ticas
Las salas oscuras, en las que predominan el negro y el rojo, invitan a un paseo muy particular por el lado oscuro de la psicolog¨ªa humana. Demonios, brujas sumamente er¨®ticas, cabezas de cabra, beb¨¦s deformes, fetos torturados, alien¨ªgenas terror¨ªficos y monstruos unidos por un elemento com¨²n: la biomec¨¢nica. Esta caracter¨ªstica, fundamental en la obra de Giger, presenta demenciales personajes en los que lo biol¨®gico (el ser vivo, lo org¨¢nico) est¨¢ invadido por cables, tuercas y acero hasta confundirse. Admiradores y analistas ven en la compleja obra de Giger un tenebroso anuncio de una era en la que el ser humano y la m¨¢quina comienzan a ser uno, gracias a microchips, nanomotores, pr¨®tesis y otros artilugios de nuestro tiempo.
La obra de Giger est¨¢ compuesta por dibujos y aerograf¨ªas, en las que sorprende su t¨¦cnica escultural; arte er¨®tico y muebles. En una vitrina se guarda la estatuilla del Oscar de Hollywood ganado por Alien. La tercera y ¨²ltima planta del castillo alberga la colecci¨®n privada del artista, que incluye esculturas, dibujos, fotograf¨ªas e instalaciones de creadores afines al universo Giger.
La obra del creador de Alien y la criatura de Species parece atraer por igual "a se?ores de 60 a?os, j¨®venes g¨®ticos, turistas japoneses, amantes de la m¨²sica metal, estudiantes de arte y dise?adores llegados de todo el mundo", relata Ingrid Lehner, codirectora del museo. El a?o pasado, el museo tuvo casi 40.000 visitantes, todo un r¨¦cord para una entidad privada que se sostiene de la venta de entradas, libros, accesorios y recuerdos.
Giger Bar
La visita sigue en el Giger Bar, con techos que se convierten en b¨®vedas construidas a partir de v¨¦rtebras y huesos, muros que ocultan cr¨¢neos en la piedra, muebles basados en los Harkonnen de Dune y los bocetos de Alien, y suelos en los que se hallan tallados en la piedra misteriosos jerogl¨ªficos que recuerdan al lovecraftiano Necronomic¨®n. El punto culminante es el muro donde se encuentran esculpidos sus espeluznantes Ni?os at¨®micos, obra que el propio Giger considera su primer trabajo que puede ser considerado arte. Se trata de un mural formado por beb¨¦s monstruosos con los rostros carcomidos por tumores que acechan al visitante mientras ¨¦ste intenta tomarse tranquilamente una copa.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n- Museo H. R. Giger y Giger Bar (www.hrgigermuseum.com; 0041 26 921 22 00). Ch?teau Saint Germain. Gruy¨¨res (Suiza). Precio de la entrada, 8 euros. Abre de martes a domingo, de 10.00 a 18.00.- Gruy¨¨res se sit¨²a a unos 120 kil¨®metros en coche de Ginebra.- Oficina de turismo de Suiza en Espa?a (www.myswitzerland.com.es; 934 14 58 74).- Oficina de turismo de Gruy¨¨res (0041 26 921 10 30; www.gruyeres.ch).
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