Propuesta para cambiar el mercado el¨¦ctrico
El Libro Blanco traza el l¨ªmite de competencia y sugiere la aplicaci¨®n de contratos regulados
El Libro Blanco de la Electricidad de Ignacio P¨¦rez Arriaga ya est¨¢ en manos del Ministerio de Industria, dispuesto a ser le¨ªdo, interpretado y transformado en leyes o disposiciones. El contenido, aseguran los primeros ex¨¦getas del libro, ser¨¢ dif¨ªcil de digerir en t¨¦rminos pol¨ªticos. El investigador del Instituto de investigaci¨®n Tecnol¨®gica sigue una l¨®gica econ¨®mica implacable que parte de una premisa fundamental: el mercado el¨¦ctrico de generaci¨®n est¨¢ dominado por grandes grupos empresariales (dos o tres, seg¨²n se tenga en consideraci¨®n a Uni¨®n Fenosa) y tal dominio debe ser quebrado (o reducido) hasta l¨ªmites que permitan la lucha competitiva de las empresas -que beneficiar¨¢ a los consumidores- y la transparencia en la determinaci¨®n de precios y tarifas. La nueva regulaci¨®n del mercado el¨¦ctrico debe ir orientada a conseguir este objetivo, adem¨¢s, por supuesto, de proporcionar un r¨¦gimen de precios que refleje mejor la situaci¨®n de las empresas, muchas de cuyas plantas de producci¨®n est¨¢n ya m¨¢s que amortizadas.
Si llega a aplicarse la f¨®rmula de los contratos regulados, el Gobierno -o el regulador- deber¨¢ fijar la tarifa que se aplica a cada compa?¨ªa
?Y c¨®mo se pretende desde el Libro Blanco conseguir esta nueva estructura del mercado de generaci¨®n? Pues mediante un procedimiento doble o, mejor dicho, de doble consideraci¨®n. En un primer momento, de car¨¢cter voluntario, las empresas pueden reducir su dominio del mercado aplicando diversos procedimientos. Uno de ellos, f¨¢cil de entender, ser¨ªa la venta de activos. Ser¨ªa, digamos, el equivalente de un troceamiento de empresas -s¨®lo en la actividad de generaci¨®n- al modo thatcheriano, aunque el t¨¦rmino troceamiento ser¨ªa en este caso ciertamente exagerado.
Subastas
Es dudoso, claro, que las empresas quieran reducir su dominio del mercado mediante procedimientos tan dr¨¢sticos. Pero la tecnolog¨ªa regulatoria puede ofrecer otros sistemas igualmente v¨¢lidos y de contrastada eficacia. Uno de los m¨¢s reputados es el de las subastas virtuales. La empresa generadora pone en el mercado una cantidad determinada de producci¨®n el¨¦ctrica que puede ser comprada y revendida por otros operadores, agentes o comercializadores. De esta electricidad virtualmente vendida no dispone para la determinaci¨®n de sus ingresos ni para el c¨¢lculo de su cuota de mercado. Las subastas de este tipo se utilizan con relativo ¨¦xito en otros mercados europeos. Si tampoco las subastas virtuales convencen a Endesa o Iberdrola, siempre les queda la soluci¨®n de los contratos a largo plazo. Como puede apreciarse, las el¨¦ctricas dominantes disponen de procedimientos variados -no es dif¨ªcil imaginar otros- para reducir su poder de mercado hasta los l¨ªmites que se consideren razonables. Esos l¨ªmites bien pueden fijarse para cada empresa en el 18% o 20% de la producci¨®n total de electricidad.
Aqu¨ª acabar¨ªa el espacio voluntario de sometimiento a las reglas de competencia. Si a trav¨¦s de procedimientos verificables las compa?¨ªas no han bajado sus posiciones de dominio por debajo del l¨ªmite establecido, aparecen los contratos regulados. Es decir, el libro se retrotrae al hecho de que las compa?¨ªas tienen plantas totalmente amortizadas para sugerir que la electricidad procedente de tales centrales -o su equivalente- sea vendida a precios tasados a la baja de forma que el precio de la electricidad descienda. Ese recorte del precio podr¨ªa trasladarse quiz¨¢ a un abaratamiento del coste de interconexi¨®n.
Mercado en liquidaci¨®n
?ste es el esquema aproximado del mercado que se vislumbra desde el Libro Blanco. Se da por descontado que se proceder¨ªa a la liquidaci¨®n paulatina o eliminaci¨®n de ese rastrillo el¨¦ctrico compuesto -caso ins¨®lito en el mundo- por empresas vinculadas, cuyo manejo desde las sociedades reguladas produce regularmente sorprendentes d¨¦ficit de tarifa e ingresos garantizados para las compa?¨ªas. S¨®lo con que desapareciera ese mercadillo, la regulaci¨®n el¨¦ctrica mejorar¨ªa de forma notable.
No obstante, una estructura de mercado como esa o parecida implica que el Ministerio de Industria deber¨¢ tomar decisiones dr¨¢sticas que exigir¨¢n una cierta determinaci¨®n pol¨ªtica. Como el Libro Blanco es un objeto de debate, quiz¨¢ puedan incorporarse modificaciones que permitan una negociaci¨®n menos crispada con las empresas. Queda en pie adem¨¢s el engorroso problema de la tarifa. Porque el Gobierno tendr¨¢ que determinar la tarifa -es decir, los costes que se tienen en cuenta para calcularla- que se aplicar¨¢ a las empresas que lleguen al contrato regulado.
Existe un factor que debe tenerse en cuenta cuando se afronte el cambio en el mercado de generaci¨®n. Existen operaciones empresariales posibles -Gas Natural aparece en muchas combinaciones posibles para comprar bien Iberdrola, bien Endesa- que implicar¨ªan por una parte la concentraci¨®n de activos, y por otra, la diversificaci¨®n de fuentes de generaci¨®n. Quiz¨¢ un nuevo intercambio de activos orientado para que la generaci¨®n m¨¢s barata no est¨¦ concentrada ser¨ªa tambi¨¦n un procedimiento ¨²til para mejorar la estructura de generaci¨®n.
Ante la CNE el d¨ªa 21
El Libro Blanco requiere un largo periodo de reflexi¨®n ministerial. El secretario general de la Energ¨ªa, Antonio Fern¨¢ndez Segura, y el ministro tendr¨¢n que decidir c¨®mo se acoge y comunica el contenido del texto, que, sin lugar a dudas, ocasionar¨¢ un animado debate. El primer paso deber¨ªa ser la presentaci¨®n del Libro, el pr¨®ximo d¨ªa 21 de julio, en la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE). All¨ª se producir¨¢ la primera reacci¨®n importante sobre el texto.
Los consejeros de la CNE est¨¢n dispuestos a emitir su opini¨®n o dictamen sobre el Libro, aunque el Ministerio no la solicite. Y es bueno que as¨ª sea para que la Comisi¨®n se incorpore por propia iniciativa al debate sobre el mercado energ¨¦tico. Ese dictamen ser¨¢ una de las aportaciones relevantes a la discusi¨®n.
La reacci¨®n de las empresas -I?igo Oriol es el presidente Unesa, la asociaci¨®n el¨¦ctrica- ser¨¢ el siguiente punto de resistencia al Libro. Y servir¨¢ tambi¨¦n para calibrar el grado de voluntad pol¨ªtica del Gobierno para arreglar el mercado el¨¦ctrico.
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