Las cosas, claras

Es lo que tiene el hecho de tener las cosas claras. A m¨ª esto es algo que siempre me ha provocado mucha curiosidad. ?Qu¨¦ es exactamente eso de tener las cosas claras? Recuerdo a un amigo que me sembraba de dudas cada vez que me dec¨ªa que yo era un t¨ªo con las cosas claras. Pero, bueno, a lo que vamos, que eso son cosas m¨ªas.

Mi compa?ero de equipo Mickael Rassmusen es un t¨ªo con las cosas claras, aunque yo no sepa muy bien definir qu¨¦ significa exactamente eso. Como mucho, puedo dar unos datos que nos pueden ayudar a hacernos una idea.

Hace un par de semanas, me encontraba con ¨¦l entren¨¢ndome en los Pirineos y reconociendo una de las etapas del Tour. ?l llevaba cuatro d¨ªas intensos mientras que para m¨ª era el primero. "Hoy voy a ir tranquilo", me dijo, "que he trabajado mucho estos d¨ªas". Tras unos kil¨®metros y un primer puerto, nos encontramos con las dur¨ªsimas rampas del col de Marie Blanque. "Tira, tira", le dije cuando me di cuenta de que el ritmo fuerte-casi a tope m¨ªo correspond¨ªa con un tranquilo-casi sin forzar suyo.

"Est¨¢s muy fuerte", le dije luego. "No, a¨²n m¨¢s", me contest¨®; "estoy mejor que nunca. La verdad es que ahora mismo voy sin cadena [expresi¨®n del argot ciclista que indica que uno est¨¢ tan tan bien que ni siente ni padece]". "Pues... bien, ?no? Da gusto llegar as¨ª a tu objetivo". "S¨ª, pero el Tour es largo y, una vez que comience, todav¨ªa debe pasar una semana hasta las primeras monta?as. As¨ª que a ver si puedo mantener esta pedalada hasta entonces". "?Y vas a disputar el maillot de la monta?a?". "S¨ª, claro. A eso voy. A por eso y a por una etapa, que la general no es mi guerra".

Ayer era su d¨ªa y ¨¦l lo hab¨ªa anunciado 24 horas antes. Tan s¨®lo hab¨ªa que estar un poco atento a las pistas que iba sembrando. En la etapa de anteayer pas¨® el primero por todos los puertos, con lo que se asegur¨® su liderato en la clasificaci¨®n de la monta?a, excepto por el ¨²ltimo, por el que pas¨® el tercero liderando el grupo de los favoritos. De all¨ª a la meta todo era bajada, pero no la cruz¨® en ese grupo ni siquiera en el segundo, sino que entr¨® en solitario y casi dos minutos despu¨¦s. Con este tiempo perdido, su diferencia con el l¨ªder aumentaba a algo m¨¢s de 7 minutos, un margen casi insalvable si su objetivo era ganar el Tour, pero suficiente para proporcionarle a partir de entonces cierta libertad de movimientos.

?No es sospechoso que se descolgase del grupo de los mejores? S¨ª, claro. Todo estaba premeditado. Mickael perdi¨® ese tiempo queriendo, lo que no deja de ser un insulto para los que, d¨¢ndolo todo, rozan estos d¨ªas el fuera de control. Pero eso es porque, como he dicho antes, es un t¨ªo con las cosas claras.

Pedro Horrillo es ciclista del equipo Rabobank.