La multiplicaci¨®n del agua
La reutilizaci¨®n de las aguas residuales aumenta los caudales disponibles y disminuye la contaminaci¨®n de los r¨ªos, pero en Espa?a apenas se aprovecha el 0,8% de las aguas usadas
"Sabemos hacerlo. Sabemos cu¨¢nto cuesta. Es m¨¢s: en Espa?a tenemos instalaciones de regeneraci¨®n y reutilizaci¨®n del agua que funcionan ejemplarmente. Ir adelante, extender, es s¨®lo una cuesti¨®n de voluntad, de pol¨ªtica de gesti¨®n de los recursos". Rafael Mujeriego, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa Ambiental de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y especialista en reutilizaci¨®n del agua, no tiene dudas. "La reutilizaci¨®n proporciona caudales adicionales y optimiza la gesti¨®n de las aguas residuales, reduciendo la cantidad de vertidos contaminados en los r¨ªos. Se trata de una opci¨®n viable, que habr¨ªa que incorporar de forma extendida a la gesti¨®n integrada de los recursos h¨ªdricos". Sin embargo, en Espa?a s¨®lo se reutiliza un 0,8% de las aguas usadas, seg¨²n un estudio del catedr¨¢tico de Geograf¨ªa de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina. En Estados Unidos esa cifra asciende al doble.
De toda el agua que se depura, un 9% se somete a tratamiento para su reutilizaci¨®n
S¨®lo el 0,52% de la superficie de regad¨ªos en Espa?a utiliza agua regenerada
Ese dato significa que s¨®lo un 9,6% del agua que se depura en Espa?a se somete a un ulterior tratamiento (la regeneraci¨®n) que le otorga la calidad suficiente para ser reutilizada. Seg¨²n Mujeriego, el porcentaje podr¨ªa ser incluso inferior. "Una pena", comenta Olcina. "Habr¨ªa que exigir legalmente la reutilizaci¨®n en ciertas ¨¢reas (las que disponen de escasos recursos h¨ªdricos) y para ciertos usos (riego de campos de golf, por ejemplo)".
El agua que se deja ir, que se vierte en los r¨ªos, en algunos casos se recupera m¨¢s abajo, si hay embalses entre el punto de vertido y el mar. Pero, en otros, se pierde directamente en el mar. "Y, desde el mar, se evaporar¨¢. Y llover¨¢. Pero muy probablemente en una tierra que no lo necesita", reflexiona Mujeriego. "Si se retiene y limpia adecuadamente a la salida de las zonas urbanas, se puede redirigir hacia los campos y emplearla para regar. Adem¨¢s, ya que la regeneraci¨®n produce agua de mejor calidad que la simple depuraci¨®n, eso comportar¨ªa un avance en la preservaci¨®n del medio ambiente".
La cuesti¨®n no es balad¨ª. Si es cierto que s¨®lo una parte del agua utilizada se puede reutilizar, tambi¨¦n es cierto que la simple reutilizaci¨®n de un 30% del agua que hoy d¨ªa ya se depura, por ejemplo, supondr¨ªa un caudal equivalente al del pol¨¦mico trasvase del Ebro (1.050 hect¨®metros c¨²bicos).
Pero, aunque Espa?a no est¨¦ peor que otros pa¨ªses con caracter¨ªsticas similares (Italia, por ejemplo), queda mucho recorrido por hacer. Mujeriego coincide con Olcina sobre la importancia de dar pasos legislativos. "El problema es que estamos acostumbrados a que la Uni¨®n Europea nos indique el camino", dice. "En Bruselas se decidi¨® que era necesario depurar las aguas residuales, y nosotros poco a poco vamos cumpliendo con sus directivas. Bien. Pero est¨¢ claro que sobre la optimizaci¨®n de la gesti¨®n de los recursos h¨ªdricos el impulso deber¨ªa partir de nosotros. Los pa¨ªses del centro y del norte de Europa no sufren escasez, no necesitan reutilizar, no impulsar¨¢n una legislaci¨®n en esta direcci¨®n".
"Hace falta una nueva cultura del agua", sostiene el profesor Jos¨¦ Antonio Sotelo, director adjunto del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad Complutense de Madrid. "Tenemos un d¨¦ficit de educaci¨®n, de informaci¨®n, de estad¨ªsticas, de legislaci¨®n precisa; y, aunque me parece que la pol¨ªtica medioambiental empieza a encaminarse en el sentido correcto, necesitamos m¨¢s intervenci¨®n p¨²blica. Hay que apostar para una gesti¨®n sostenible, para soluciones como la reutilizaci¨®n", prosigue.
La escasez y fragmentaci¨®n de los datos oficiales relacionados con la reutilizaci¨®n del agua es una elocuente met¨¢fora del estado de las cosas en esta materia. "Resulta verdaderamente compleja la recopilaci¨®n de datos fiables en nuestro pa¨ªs en este tema", se?ala Olcina.
"De hecho -salvo Madrid, Catalu?a, Comunidad Valenciana y otras pocas-, casi todas las autonom¨ªas incumplen con la obligaci¨®n de publicar informes bienales sobre ese tipo de datos. Ello habla de la desigual consideraci¨®n que los asuntos del agua merecen en cada una de ellas". Ni siquiera el Ministerio de Medio Ambiente tiene el dato nacional de la reutilizaci¨®n, o por lo menos no lo facilita. Su gabinete de prensa alega que "la depuraci¨®n es un tema de competencia local".
"Entonces", comenta Olcina, "hay que trabajar contactando de una en una las autoridades, las confederaciones hidrogr¨¢ficas, las instalaciones".
"Tenemos la capacidad tecnol¨®gica para garantizar un agua regenerada de ¨®ptima calidad, apta para regar o limpiar sin ning¨²n riesgo", explica Mujeriego. "En California, Florida o Israel llevan d¨¦cadas reutilizando agua. Para regar, o simplemente para preservar la calidad de sus r¨ªos y costas. En Singapur la regeneran, y la vierten directamente a los embalses. En Namibia, gracias a unas instalaciones construidas por los surafricanos, hasta la beben. Aqu¨ª no hace falta llegar a tanto". Pero para regar vendr¨ªa muy bien, ya que s¨®lo el 0,52% del total de la superficie regada en Espa?a recurre a aguas regeneradas, seg¨²n datos del Plan Nacional de Regad¨ªos.
En Espa?a, detr¨¢s de los datos medios nacionales, se esconden realidades muy distintas. La Comunidad Valenciana, la de Murcia, la Costa Brava y la provincia de ?lava tienen niveles aceptables de reutilizaci¨®n, seg¨²n los expertos. "Mientras que, por ejemplo, Madrid y Barcelona -los centros que m¨¢s agua depuran en Espa?a- reutilizan poqu¨ªsimo. Un derroche", advierte Olcina.
En Madrid, seg¨²n la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo, la reutilizaci¨®n alcanza un 0,5% del agua consumida. En ambas ciudades hay proyectos en marcha para aumentar la capacidad. En Barcelona, la macrodepuradora del Baix Llobregat, una de las m¨¢s grandes de Europa, iniciar¨¢ el proceso de reutilizaci¨®n en 2006. En Madrid se acaba de inaugurar una instalaci¨®n al sur de la capital, y otras dos est¨¢n previstas para mediados de 2006 y 2007. El programa nacional AGUA tambi¨¦n prev¨¦ actuaciones en este sentido.
"La rentabilidad de la reutilizaci¨®n no es autom¨¢tica, tiene que ser estudiada caso a caso", observa Joaqu¨ªn Melgarejo, profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universidad de Alicante. "En algunos puede no ser rentable. Pero el simple hecho de la existencia de las plantas de Vitoria, Alicante o Murcia demuestra que en muchos casos resulta factible. Es m¨¢s, es absolutamente necesario un impulso en esa direcci¨®n".
"El coste mayor no es la regeneraci¨®n del agua", se?ala Mujeriego, "que se puede hacer por seis c¨¦ntimos el metro c¨²bico. El problema es la red de distribuci¨®n, que tiene que ser alternativa a la normal, para no mezclar agua potable con regenerada. Pero si el cultivo es rentable, merece la pena. En Vitoria llevan 10 a?os regando 10.000 hect¨¢reas con agua reutilizada".
Los pioneros vitorianos
"La experiencia pionera en el sector de la reutilizaci¨®n del agua ha sido, en Espa?a, la planta de Vitoria", relata Rafael Mujeriego, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa Ambiental en la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a.
"A principios de los a?os noventa, una comunidad de regantes de la zona dio el impulso fundamental", explica. "Aunque pueda parecer extra?o que una experiencia parecida pueda desarrollarse por primera vez en una zona de la Espa?a h¨²meda, la realidad es que all¨ª hac¨ªa falta, porque en el verano se registraba escasez" para el riego de remolacha azucarera y ma¨ªz.
La comunidad de regantes Arrato empez¨® a presionar a las administraciones locales. Resultado: en 1995 entraba en funci¨®n la planta Delfin.
"La construcci¨®n de la planta supuso una inversi¨®n de 3,25 millones de euros", cuenta Mujeriego, que desde el principio sigui¨® muy de cerca el proyecto. "El gasto principal fue la red de distribuci¨®n, que supuso unos 28 millones de euros, incluido el coste de un embalse de siete hect¨®metros c¨²bicos, que sirve para almacenar en invierno y regar durante el verano", precisa el cient¨ªfico.
La planta regenera anualmente unos 12,5 hect¨®metros c¨²bicos de agua, que se utiliza para regar unas 10.000 hect¨¢reas (un volumen superior al del abastecimiento anual de una ciudad como Huesca, que ahora padece restricciones). El coste de funcionamiento de la planta asciende a unos 400.000 euros anuales.
"Resulta evidente que los costes de gesti¨®n son reducidos", argumenta Mujeriego, "y que el problema est¨¢ en montar la red de distribuci¨®n. En ¨²ltimo t¨¦rmino, la rentabilidad de la reutilizaci¨®n depender¨¢ siempre de la rentabilidad de los cultivos que se vayan a regar".
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