El espionaje brit¨¢nico a¨²n no tiene pistas

El Mi5, servicio de espionaje brit¨¢nico, y Scotland Yard est¨¢n en blanco. Cuando se cumplen cuatro d¨ªas del atentado contra el metro y un autob¨²s de Londres, los responsables de las unidades antiterroristas brit¨¢nicas ignoran la identidad o nacionalidad de los terroristas islamistas que el pasado jueves sembraron el terror en la capital brit¨¢nica. Un comando que puede volver a matar.

Desde el pasado jueves los enlaces en Londres de los principales servicios de inteligencia de Europa han asistido en la sede del Mi5 a las reuniones de coordinaci¨®n donde confluyen todos los datos de la investigaci¨®n, los que se obtienen en Reino Unido y los que se aportan desde fuera. La conclusi¨®n es inquietante: todav¨ªa no hay datos objetivos sobre los autores de la matanza.

Se investiga a las c¨¦lulas europeas y a la red del norte de ?frica, en especial la marroqu¨ª

"Est¨¢n en blanco. No hay datos concretos sobre la identidad de los terroristas. No han logrado sacar un hilo concreto que conduzca a los autores. Si no se conoce a la c¨¦lula es muy dif¨ªcil llegar hasta los yihadistas. La ¨²nica esperanza es identificar el cad¨¢ver del terrorista que supuestamente muri¨® en el autob¨²s", se?ala el jefe de uno de los servicios de inteligencia espa?oles.

Las redes de Al Qaeda en Europa, un vivero de c¨¦lulas islamistas ligadas a Al Qaeda, y los comandos del norte de ?frica, en especial las marroqu¨ªes que dirige Amer el Azizi, un huido del 11-M, est¨¢n en el centro de la investigaci¨®n, seg¨²n se?alaron ayer responsables de servicios antiterroristas espa?oles, franceses e italianos. Pero, ?qui¨¦nes han sido los autores? Son marroqu¨ªes, sirios, tunecinos o brit¨¢nicos, una segunda generaci¨®n de inmigrantes, como apunta John Stevens, el ex jefe de Scotland Yard.

El 7-J guarda una extraordinaria similitud con el 11-M, pero en el desarroll¨® de la investigaci¨®n policial el paralelismo se ha roto. Pocas horas despu¨¦s de la matanza de Atocha, la polic¨ªa hab¨ªa descubierto la furgoneta que utilizaron los terroristas para trasladarse hasta sus objetivos. La localizaci¨®n de una de las mochilas bomba condujo el d¨ªa 14 hasta el locutorio, en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s, de Jamal Zougam, uno de los presuntos autores del ataque. A partir de ah¨ª se produjeron las primeras detenciones y se descubri¨® la identidad de los principales miembros del comando. Tres semanas despu¨¦s fueron localizados en Legan¨¦s.

En Espa?a se manej¨® desde el principio lo que los especialistas denominan datos de inteligencia previa. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) hab¨ªa advertido en octubre de 2003 que Allekema Lamari, un argelino que hab¨ªa salido de prisi¨®n por un error judicial, preparaba un atentado. La pista de Lamari, uno de los siete suicidas de Legan¨¦s, fue una de las claves para descubrir a los autores. En Londres, en cambio, no ha habido datos de inteligencia previa. "All¨ª, no hab¨ªa datos anteriores sobre un ataque terrorista concreto, no hab¨ªa sospechosos como Lamari de los que tirar en los primeros d¨ªas de investigaci¨®n", se?ala la citada fuente.

El cad¨¢ver de un supuesto yihadista que presuntamente viajaba en el autob¨²s donde estall¨® la cuarta bomba es la principal esperanza. "Ese cuerpo es casi la ¨²nica expectativa. Tienen las im¨¢genes del metro, ninguna del autob¨²s porque se estrope¨® la c¨¢mara, pero analizar la entrada y salida de miles de personas en los vagones del metro sin saber a qui¨¦n buscas es muy complicado", dice el responsable de un servicio espa?ol.

Fuentes pr¨®ximas al CNI y un mando policial se?alaron ayer que no hay ning¨²n dato objetivo que vincule con el ataque de Londres a Mustaf¨¢ Setmarian, un sirio nacionalizado espa?ol de 47 a?os, el fundador de la primera c¨¦lula espa?ola de Al Qaeda y ahora uno de sus principales dirigentes. "M¨¢s all¨¢ del llamamiento a la guerra santa que hizo hace unos meses a trav¨¦s de un bolet¨ªn clandestino, no hay ning¨²n indicio que lo relacione con el atentado", coinciden ambas fuentes. Setmarian, casado con una madrile?a, est¨¢ escondido desde noviembre de 2001 en Pakist¨¢n, donde planifica la nueva yihad: futuros ataques con armas qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas.