Juan Manuel Garicano, portavoz de General Motors Espa?a
Juan Manuel Garicano Azn¨¢rez muri¨® en Zaragoza la madrugada del 10 de julio, apenas 15 d¨ªas despu¨¦s de haberse jubilado como responsable de relaciones p¨²blicas de Opel Espa?a, a los 65 a?os de edad.
Navarro de nacimiento, aragon¨¦s de adopci¨®n y coraz¨®n, Garicano fue la voz de la multinacional a lo largo 25 a?os, durante los que vivi¨® momentos cruciales para la compa?¨ªa, tanto en sus tiempos de expansi¨®n y de afianzamiento como en los de crisis.
Pero su voz, que era la cara amable de la c¨²pula empresarial de la factor¨ªa, era siempre la misma. Amable, generoso, no escatimaba explicaciones y en su boca nunca se escuch¨® una excusa.
Para Manolo, como le conoc¨ªamos todos los periodistas, Opel -General Motors de nuevo en los ¨²ltimos tiempos-, era una empresa de la que ¨¦l sab¨ªa transmitir que el esfuerzo de la direcci¨®n y el de los trabajadores hac¨ªa posible su rendimiento y el poder afrontar tiempos de nubarrones.
El plan Olympia, con el que le toc¨® bregar, las primeras restricciones, los tiempos adversos, las huelgas por los convenios de la d¨¦cada de los a?os ochenta. Jam¨¢s escurri¨® el bulto ni nunca amag¨® esa frase de "hoy no toca", porque era un ejemplo de saber comunicar y hacerlo con una elegancia y hasta un esp¨ªritu educativo extra?os en los pagos de los gabinetes de comunicaci¨®n.
Comenz¨® en Opel en los a?os ochenta, primero en Alemania, donde trabaj¨® en la formaci¨®n de los empleados que integrar¨ªan la planta espa?ola y tambi¨¦n fue uno de los primeros en incorporarse a la planta de Figueruelas, en Zaragoza. Conoci¨® a sus directivos, de Richard Nerod a Juan Jos¨¦ Sanz, pasando por ?ngel Perversi.
Hace un a?o, su salud comenz¨® a fallar y dej¨® de acudir a la planta donde estuvo tantos a?os. Su saber hacer era reconocido en todos los medios y la reci¨¦n creada Asociaci¨®n de Directivos de Comunicaci¨®n de Arag¨®n le nombr¨® su presidente.
Juan Carlos S¨¢nchez, presidente del comit¨¦ de empresa, recordaba el lunes los largos y duros debates con un hombre "que jam¨¢s perdi¨® la compostura y al que incluso yo a veces azuzaba para que levantase el tono. Garicano ense?¨® a muchos que las diferencias de criterio no son obst¨¢culo para mantener las buenas formas, y sobre todo la amistad. Cre¨® toda una escuela".
Juan Manuel Garicano hizo muchas m¨¢s cosas, fue el art¨ªfice en la sombra de la aportaci¨®n de Opel a la restauraci¨®n del retablo de Dami¨¢n Forment de la bas¨ªlica del Pilar en el a?o 1994 a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Nueva Empresa, y como gran amante de la m¨²sica cl¨¢sica, su mano estuvo tras la contribuci¨®n de la multinacional a los grandes conciertos del auditorio de la ciudad de Zaragoza. Juan Carlos Garicano estaba casado con Mercedes del Hoyo y ten¨ªa cuatro hijos.
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