Porno

Cuando Gerard Damiano, un peluquero hortera de se?oras, empez¨® a hacer cine casero, no pod¨ªa imaginar que alg¨²n d¨ªa su sue?o de ser cineasta no s¨®lo se har¨ªa realidad sino que sobrepasar¨ªa sus predicciones. Damiano el peluquero invent¨® la historia de una mujer, Linda, que en una visita al ginec¨®logo descubre una extra?a particularidad: su cl¨ªtoris se encuentra en la garganta, con lo cual, ha de afrontar una realidad irreparable, s¨®lo alcanzar¨¢ el orgasmo practicando felaciones, y eso es lo que hace la actriz Linda Lovelace durante toda la pel¨ªcula que rod¨® Damiano, abrir la boca y morirse de placer. Era un sue?o barato masculino y sin duda Garganta profunda era una pel¨ªcula tan mala que ha acabado teniendo gracia, pero las razones por las que se convirti¨® en objeto de culto son m¨¢s sociol¨®gicas. La pel¨ªcula se estren¨® en 1972 y recibi¨® ataques salvajes no s¨®lo por parte de puritanos religiosos sino por esos nuevos encendidos puritanos que acabaron estableciendo la religi¨®n de la correcci¨®n pol¨ªtica. Grupos feministas enfurecidos ve¨ªan en esta historia un insulto a la dignidad de la mujer. Fueron esas manifestaciones las que encendieron el inter¨¦s de la intelectualidad hacia la pel¨ªcula, que el tiempo, a mi entender, ha convertido en comedieta kitch, ah¨ª est¨¢ su gracia. Hoy los modernos neoyorquinos ven el documental que 33 a?os despu¨¦s se ha dedicado a la historia de una pel¨ªcula que trataba de esa mujer que se lo com¨ªa todo. El documental es entre pat¨¦tico y divertido: la personalidad del peluquero cineasta, las protestas antigargantas profundas y el futuro de los actores, de ella, que se arrepinti¨® p¨²blicamente de haber convertido su garganta en un s¨ªmbolo y de ¨¦l, que viendo que nunca ser¨ªa considerado un actor "normal", se dio a la bebida. Fue la polvareda social contra la pel¨ªcula la que la situ¨® en la historia, y probablemente es el rechazo moral lo que ha convertido el porno en objeto de estudio de sesudos acad¨¦micos. Tanto es as¨ª que si ahora dices que a ti el cine porno te deja fr¨ªo quedas como un antiguo. Aunque ah¨ª est¨¢ ese estudio reciente que, observando los genitales masculinos ante los est¨ªmulos de una pel¨ªcula marrana, comprob¨® que un tercio de los hombres no se excitaban. Qui¨¦n no te dice que ese glorioso tercio corresponde a los que son los mejores amantes a la hora de la verdad.