La 'narcosala' de Vall d'Hebron abrir¨¢ a pesar de la protesta vecinal

Imma Mayol, tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, anunci¨® ayer que el centro de atenci¨®n a toxic¨®manos del hospital de Vall d'Hebron abrir¨¢ sus puertas la ¨²ltima semana de este mes, a pesar de la oposici¨®n vecinal. Mayol afirm¨® que se construir¨¢ un albergue para drogodependientes en Barcelona y el director de Salud de la Generalitat, Antoni Plasencia, asegur¨® que est¨¢ previsto abrir otras tres narcosalas en Catalu?a.

"Continuaremos la construcci¨®n de este equipamiento [un centro de atenci¨®n y seguimiento para drogadictos que incluir¨¢ una sala para que los toxic¨®manos puedan inyectarse droga] (...) y lo abriremos la ¨²ltima semana de julio", asegur¨® ayer Mayol, pese a la oposici¨®n frontal que el vecindario del barrio de Vall d'Hebron, donde se pondr¨¢ en marcha dicho centro, ha mostrado a su apertura.

Mayol explic¨® en una rueda de prensa que se prev¨¦ la construcci¨®n de un albergue para toxic¨®manos en Barcelona y el responsable de Salud de la Generalitat inform¨® de la futura creaci¨®n de tres nuevas narcosalas (salas de venopunci¨®n) en Catalu?a. Sin embargo, ambos se negaron a dar m¨¢s detalles y a precisar sus emplazamientos.

La conferencia de prensa fue motivada por los destrozos que 200 vecinos de Vall d'Hebron causaron el mi¨¦rcoles en el m¨®dulo prefabricado donde se situar¨¢ el centro de atenci¨®n a los drogadictos. "Rompieron los vidrios y pintaron las paredes", asegur¨® Mayol mientras mostraba en unas im¨¢genes el estado en que qued¨® la instalaci¨®n despu¨¦s que rompieran todo el mobiliario.

Previamente, los autores de estos actos violentos se hab¨ªan concentrado en la Ronda de Dalt, junto con otras 1.300 personas, para protestar contra la ubicaci¨®n de este centro y hab¨ªan cortado la circulaci¨®n durante 20 minutos. Varias asociaciones de vecinos y comerciantes de la zona se unieron a la manifestaci¨®n, la tercera contra la narcosala.

Rechazo

Seg¨²n Mayol, que preside la Agencia de Salud, el problema radica en que los ciudadanos reconocen la necesidad de la existencia de estos centros, pero no quieren que se ubiquen cerca de ellos. En este sentido, se?al¨® que se ha demostrado que la presencia de estos centros ayuda a reducir los problemas de orden p¨²blico causados por los toxic¨®manos y los traficantes.

Otra de las razones por las que los vecinos rechazan el proyecto es porque creen que las narcosalas deben abrirse en lugares donde el problema de la droga sea evidente, algo que a su juicio no ocurre en Vall d'Hebron. Seg¨²n datos ofrecidos por Mayol, en Horta-Guinard¨® viven 250 personas que necesitan los servicios que ofrecen estos centros y que se ven obligadas a dirigirse a alguno de los 13 puntos de atenci¨®n y seguimiento de drogodependencias que hay en otros barrios de Barcelona.

Plasencia se?al¨® que en Catalu?a hay unas 13.000 personas con problemas de drogadicci¨®n que inician tratamientos cada a?o y 30.000 a las que se dispensa metadona.

El centro de Vall d'Hebron tendr¨¢ 120 metros cuadrados, 100 de los cuales se destinar¨¢n a un centro de tratamiento de drogodependientes y el resto a un punto de venopunci¨®n higi¨¦nica.