El mundo en la misma orilla

Bien puede decirse que este libro del escritor island¨¦s Halld¨®r Laxness es complementario de su obra maestra Gente independiente, ya rese?ada con el mayor encomio en estas p¨¢ginas, y es, al mismo tiempo, su opuesto. Gente independiente era una epopeya y El concierto de los peces es lo que aqu¨ª llamar¨ªamos una narraci¨®n de tipos y costumbres. Hay dos puntos de contacto en ambas que afectan a su esencia. En primer lugar, el relato de la vida de una Islandia rural de dura y estricta supervivencia; en segundo lugar, el paso de esa Islandia antigua a la modernidad. En ambos libros se entrecruzan los pobres campesinos, pescadores u ovejeros -cuya mayor dignidad es depender de s¨ª mismos aun a pesar de cualquier clase de privaciones- con la nueva clase emergente de comerciantes y administradores del Gobierno, que van adquiriendo las tierras de los primeros, incapaces de integrarse en la nueva sociedad. Es el enfrentamiento cl¨¢sico entre mentalidad agr¨ªcola y mentalidad urbana, cuyo desenlace conocemos bien en nuestros d¨ªas. Laxness vivi¨® a caballo de ambas concepciones del mundo, del espacio y del tiempo y eso es lo que nos cuenta con una escritura hermosa y potente que se genera en la lucidez antes que en la nostalgia.

En El concierto de los peces el protagonista es ?lfgr¨ªmur, un ni?o hu¨¦rfano abandonado por su madre en manos de dos ancianos que lo cr¨ªan como abuelos, aunque ning¨²n parentesco les une a ¨¦l. El libro se mueve a trav¨¦s de los ojos de ?lfgr¨ªmur a medida que va creciendo, aunque el autor hace ver que se trata de un texto que el propio ?lfgr¨ªmur escribe mucho tiempo despu¨¦s. ?l mismo lo explica: "Pero ahora, cuando todos los participantes de estos sucesos han pasado ya a mejor vida y aquel mundo ha terminado para siempre, y lo ¨²nico que queda de ¨¦l soy yo mismo, los esp¨ªritus escapan del pozo del olvido. Personas e im¨¢genes de un mundo pret¨¦rito se reencarnan otra vez y adquieren el significado que en aquellos momentos quedaba oculto".

El libro es en realidad la cr¨®

nica de un modo de vida -personas e im¨¢genes- contada a trav¨¦s de los pintorescos personajes que la encarnan. Est¨¢n sujetos a costumbres inalterables y repetitivas. Su tradici¨®n cultural es la de los libros de antiguos campeones, caballeros y haza?as marineras, mientras que la literatura moderna est¨¢ encarnada por lo que llaman novelas danesas "que ten¨ªan como protagonistas principales a gente hist¨¦rica". Los ni?os aprenden a leer en las sagas. Hay una escena que creo que resume perfectamente al ambiente de aquellos hogares al t¨¦rmino de una dura jornada de trabajo: "Un hombre curtido, llegado de lejos, est¨¢ sentado debajo de la l¨¢mpara que hay en el dintel de la puerta oriental del entrepiso, y est¨¢ leyendo en voz alta un libro, o narrando una historia. Mi abuelo ha sujetado una red a la viga y suelta silencioso un nudo tras otro; al mismo tiempo se va alargando la cuerda del capit¨¢n Hogensen y cada vez que la tensa suena un crujido en la pata de la cama; Runki est¨¢ sentado con el dedo entre las enc¨ªas desdentadas, como un ni?o que a¨²n no supiera hablar, y las l¨¢grimas le manan de los ojos; pero no porque est¨¦ llorando, sino porque ha estado embarcado tanto tiempo que el salitre ya no se le marcha del rabillo del ojo; otros est¨¢n sentados en las camas o en otro sitio cualquiera; y la trampilla de la escalera est¨¢ abierta y all¨¢ abajo, en el primer escal¨®n, est¨¢ sentada mi abuela, tejiendo: espera hu¨¦spedes. Y la historia va avanzando".

La cita es larga porque es un resumen perfecto del tempo y modo que dirigen el libro. De hecho no hay otro nervio central que el propio desarrollo de ?lfgr¨ªmur desde su deseo de ser pescador de lumpo como su abuelo a la inevitable separaci¨®n rumbo a los estudios superiores que le alejan para siempre del modo de vida de esta comunidad, asentada en lo que el d¨ªa de ma?ana ser¨¢ Reikiavik, la capital de la Islandia actual. Hay otra constante en esta historia y es el contraste entre el ?lfgr¨ªmur apegado a sus mayores, que no conoce otra cosa que el estrecho mundo en el que vive, y la figura del hijo de su t¨ªa abuela, Kristin, un cantante de ¨®pera de fama mundial que se pasa la vida viajando por el mundo, pero que en tres ocasiones se deja caer por Islandia, generando toda clase de desprop¨®sitos entre sus conciudadanos. En realidad, la obra es una tipolog¨ªa de gentes de un mundo en extinci¨®n, si no desaparecido, que viven de una manera absolutamente elemental, que desconocen toda clase de places m¨ªnimamente refinados. Su vida est¨¢ llena de aristas y austeridad, pero su c¨®digo de comportamiento es de una extrema llaneza; por encima de las peque?as diferencias, que pueden dar lugar a rencores tan intensos como peque?os, se manifiesta una capacidad de comprensi¨®n y aun de compasi¨®n unida directamente a la supervivencia y a una visi¨®n noblemente resignada del mundo. ?ste es un libro que, siendo divertido y chocante, nos devuelve a nociones primigenias de las cosas y del comportamiento, y est¨¢ escrito con el depurado vigor y convicci¨®n caracter¨ªsticos de la prosa de Laxness, un muy justo Premio Nobel de Literatura de 1955 que, afortunadamente, vuelve a ser editado en todo el mundo.