Alcalde, deme Prozac
El Departamento de Salud de la Generalitat de Catalu?a pone su logotipo en unas banderolas que han aparecido colgadas en Barcelona y que me parecen bastante curiosas. En algunas de ellas se ve la fotograf¨ªa de una mujer ojerosa, asustada y con el pelo sucio. Encima de su cabeza hay cuatro palabras en columna. Son ¨¦stas (traduzco): "Triste, desesperada, culpable, dejada". Y despu¨¦s, la leyenda: "Est¨¢s enferma. La depresi¨®n nos puede afectar a todos. Y se puede curar. Consulta a tu m¨¦dico". En otras, la foto es la de un hombre serio, con el torso desnudo y barba de dos d¨ªas. En este caso, la leyenda es la misma, aunque en versi¨®n masculina.
Dejemos a un lado que lo m¨¢s sorprendente, as¨ª de entrada, es que el texto se refiera "a todos", en lugar de referirse al correcto "todos y todas". El caso es que nuestro Gobierno, de entre todas las dolencias morales o f¨ªsicas que nos pueden afectar, ha elegido precisamente la depresi¨®n. Hubiese podido fijarse en cualquier otra. Por ejemplo, las banderolas habr¨ªan podido mostrar una se?ora de mediana edad con una media cubri¨¦ndole la cara. El texto podr¨ªa ser: "Aburrida, insatisfecha, con impulsos irrefrenables". Y despu¨¦s, el texto. "Est¨¢s enferma. La cleptoman¨ªa nos puede afectar a todos. Y se puede curar. Consulta a tu asistente social". O se podr¨ªa ver a un hombre con sonrisa enigm¨¢tica y una cerilla en la mano. El texto dir¨ªa: "Deseas que llegue el verano, tienes trastornos del control de los impulsos, te fascina el fuego". Y a continuaci¨®n: "Est¨¢s enfermo. La piroman¨ªa nos puede afectar a todos. Y se puede curar. Consulta a tu psiquiatra". O, desde luego, podr¨ªamos ver a un se?or esmirriado, con semblante triste y ojos llorosos. El texto, en este caso, ser¨ªa: "Pelos rubios en la cama, SMS indeseados, facturas sospechosas, zapatos ajenos bajo la cama". Y a continuaci¨®n: "Te ponen los cuernos. La infidelidad conyugal nos puede afectar a todos. Y se puede superar. Consulta a tu psic¨®logo". En fin, enfermedades como el sexo compulsivo, el priapismo o la varicela podr¨ªan aparecer en las banderolas. Pero, lo dicho: nuestro Gobierno ha decidido advertirnos sobre la depresi¨®n. Y eso de ning¨²n modo se puede considerar casual. Seguramente, nuestro Gobierno considera, con raz¨®n, que estamos bastante deprimidos. Las causas son lo de menos. Que si los pisos de 30 metros, que si el AVE pasando por debajo de nuestras casas (y, en cambio, desvi¨¢ndose al pasar por debajo de la Sagrada Familia, por si acaso), que si el ¨²ltimo disco de David Bustamante...
Y la verdad, ya que la dolencia elegida es la depresi¨®n, lo m¨ªnimo que hubiesen tenido que hacer es buscar a unos actores m¨¢s convincentes para las fotograf¨ªas. Ella, desde luego, sobreact¨²a. La boca que pone es la boca de Flotats en un d¨ªa malo. Parece que haya visto a Lou Ferrigno en un callej¨®n oscuro. Su pelo es el t¨ªpico pelo ensuciado adrede, como en los anuncios de champ¨². En cuanto al hombre, es mucho peor. Est¨¢ serio, s¨ª, pero su cara no transmite agobio ni pocas ganas de vivir. Muestra el torso desnudo y barba de dos d¨ªas, s¨ª; pero eso, seg¨²n c¨®mo, le hace parecer metrosexual. Al ver estas banderolas -sobre todo la del se?or- no puedes evitar pensar en las de los pol¨ªticos que colgaron en similares farolas durante las ¨²ltimas campa?as electorales. Comparen la fotograf¨ªa de este se?or con la de Fraga. O con la de Mor¨¢n. O con la de Maragall. D¨ªganme cu¨¢l les parece m¨¢s depresiva y poco saludable.
moliner.empar@gmail.com
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