'M¨ªster K' era el mentor de los suicidas
El terrorista profesor se reun¨ªa e influ¨ªa sobre los m¨¢s j¨®venes en un centro juvenil de Leeds
Polic¨ªas especializados en la investigaci¨®n de escenarios de cr¨ªmenes, vestidos con trajes blancos de los pies a la cabeza, entraban y sal¨ªan ayer del Hamara Center, en Beeston, el barrio del sur de Leeds del que proced¨ªan la mayor¨ªa de los terroristas de Londres. En ese centro juvenil,Mohamed Sidique Khan, el profesor de 30 a?os que empieza a perfilarse como el jefe del comando suicida, se ve¨ªa muy a menudo con Hasib Mir Hussain, de 18, y Shehzad Tanweer, de 22, en los meses anteriores a los atentados del 7-J. Cuando comenzaron a registrar el local, las fuerzas de seguridad evacuaron el jueves a unas 200 personas, ya que sospechaban que pod¨ªa albergar una importante cantidad de explosivos.
"Todos quer¨ªamos a Khan, iba al parque y organizaba partidos de f¨²tbol", dice Saij
Beeston, donde viven unas 16.000 personas y se hablan 20 lenguas diferentes, se ha convertido en el epicentro de la investigaci¨®n de los peores atentados cometidos en el Reino Unido. Los registros se suceden d¨ªa tras d¨ªa: ayer la polic¨ªa irrumpi¨® en la librer¨ªa isl¨¢mica Iqra, que funciona tambi¨¦n como centro social, y estableci¨® un cord¨®n de seguridad. La casa donde los investigadores creen que se fabricaron las bombas, situada en el barrio de Burley, al norte de Leeds, segu¨ªa ayer sometida a una intensa inspecci¨®n policial.
Situado a pocos metros del domicilio de Tanweer y de la mezquita y centro isl¨¢mico Cachemira, el Hamara Center que estaba siendo registrado ayer por la polic¨ªa es un peque?o local situado junto a algunos comercios y era sobre todo visitado por j¨®venes de origen asi¨¢tico, aunque llevaba dos meses cerrado por obras. Las instalaciones principales de este centro comunitario se hab¨ªan trasladado hace dos a?os a un edificio mucho m¨¢s grande en la calle m¨¢s importante del barrio. "Es un espacio multicultural y multirreligioso que ayuda a la comunidad", se?ala David Richmond, representante en la zona del Ayuntamiento de Leeds, que subvencionaba el centro.
"Era el tipo de sitio al que ibas si necesitabas ayuda, si quer¨ªas que alguien te ayudase a redactar papeles oficiales o incluso si hab¨ªas tenido problemas con tus padres. Tambi¨¦n ofrec¨ªan Internet gratis y actividades deportivas", afirma una joven de origen paquistan¨ª, de 23 a?os, que trataba a Shehzad Tanweer desde que ambos eran ni?os y que prefiere ocultar su nombre. "Claro que conoc¨ªamos a Khan, era un trabajador social", afirma Khadamy Hussain, de 19 a?os, que jugaba al f¨²tbol con Tanweer. "Todos le quer¨ªamos, iba mucho al parque y organizaba partidos de f¨²tbol. Su trabajo era mantenernos lejos de las drogas y sin problemas en las calles", agrega Sajid Khan, de 19 a?os.
En el centro Cachemira, que alberga una mezquita y que tambi¨¦n funciona como espacio social, con un gimnasio en su s¨®tano, sol¨ªan verse, hace a?os, Khan y los j¨®venes Tanweer y Hussain, y se especula con que se conociesen all¨ª. "Cerramos el gimnasio durante varios meses y dejaron de venir. El nuevo lo inauguramos en octubre de 2002 y desde entonces nunca aparecieron", se?alaba ayer Sarwar Khan, el secretario del centro Cachemira, tras la plegaria a la que acudieron a rezar, como todos los viernes, decenas de hombres de todas las edades. "No recuerdo si visitaban esta mezquita u otra, no podemos saber qui¨¦n viene y qui¨¦n no. Una mezquita tiene que estar abierta para todos los musulmanes que vengan a rezar".
Como muchos musulmanes del barrio, los representantes isl¨¢micos temen que, cuando los polic¨ªas terminen su trabajo y abandonen la zona, pueda haber problemas y ataques racistas. Para intentar calmar los ¨¢nimos y frenar el desconcierto que se ha apoderado de la comunidad, sir Iqbal Sacranie, secretario general del Consejo de los Musulmanes Brit¨¢nicos y el m¨¢s respetado l¨ªder isl¨¢mico moderado del Reino Unido, visit¨® la zona de Beeston, en la que viven numerosas familias procedentes de Pakist¨¢n y Bangladesh. "Los imanes no son polic¨ªas, no est¨¢n para investigar. Deben colaborar con las fuerzas si descubren que ocurre algo extra?o, pero no son los responsables", afirmaba Sacranie ante el nuevo Hamara Center.
El problema est¨¢ en que los numerosos testimonios recogidos tanto en Beeston, donde nacieron los tres y colaboraba Khan como trabajador social, y en el barrio estudiantil de Burley, donde ten¨ªan su f¨¢brica de explosivos y su centro de reuni¨®n y donde nadie parece haberles visto nunca, indican que sus actividades se desarrollaron siempre en la sombra. Nadie, ni los amigos con los jugaba al f¨²tbol o al cr¨ªquet todos los d¨ªas, detect¨® cambios en Shehzad Tanweer, ni siquiera cuando regres¨® despu¨¦s de pasar dos meses en Pakist¨¢n.
Seg¨²n la prensa brit¨¢nica, los padres de Hasib Mir Hussain, el m¨¢s joven del grupo, s¨ª notaron que algo extra?o estaba ocurriendo. Su padre, Mahmoud, se quejaba en los ¨²ltimos meses de que un tal mister Khan o mister K. ejerc¨ªa una influencia nefasta sobre el adolescente. "A causa de esta influencia, Hasib ten¨ªa dos religiones: el islam y un tipo diferente de islam", ha relatado una fuente cercana a la familia a The Independent. El diario The Guardian recoge otro testimonio sobre "encuentros y encuentros" en el centro Hamara, "sin que se llevase a cabo ninguna actividad juvenil". Este relato describe a Mohamed Sidique Khan, que viv¨ªa discretamente con su esposa, Hasina, y su hija de ocho meses en una casa de protecci¨®n oficial, como "una figura paterna" para los dos j¨®venes. La BBC asegura que realiz¨® varios viajes a Afganist¨¢n.
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