Fijos
Es un cl¨¢sico de la literatura oral que los funcionarios o empleados p¨²blicos fijos no nos marcamos una, y el pueblo que nos sostiene jalea las medidas de control aunque s¨®lo traten de asegurar que el cuerpo est¨¢ presente durante la jornada laboral. En los juzgados de Valencia se proyecta hacer cumplir con esa obligaci¨®n tomando huellas dactilares, un invento que quiz¨¢ aguante m¨¢s que aquellas m¨¢quinas de fichar destrozadas al instante. Seg¨²n el secretario auton¨®mico, con el lector biom¨¦trico los empleados "acreditar¨¢n que cumplen con su trabajo", como si fuera lo mismo estar que hacer.
Luchamos por el mantenimiento de servicios p¨²blicos (Administraci¨®n, Sanidad, Educaci¨®n, Comunicaci¨®n...) y la dignidad de sus puestos de trabajo, porque creemos firmemente que los derechos humanos no han de ser objeto de mercader¨ªa. Pero sus profesionales deben dar ejemplo de honestidad y eficiencia para que ninguna privatizaci¨®n, ninguna externalizaci¨®n, se pueda justificar m¨¢s que como favores al negocio particular a costa de sacrificar a los trabajadores y la calidad del servicio. Desgraciadamente, no siempre es as¨ª, y muchas veces la empresa privada se esmera cien veces m¨¢s porque le va en ello el contrato. Y algunas plantillas, que no cobran si no trabajan, "funcionan" mil veces mejor que tantos par¨¢sitos, escaqueados, absentistas, ineptos, o simplemente vagos mudados incluso en maleantes saboteadores cuando alguien les exige algo m¨¢s que acumular trienios. Quienes no durar¨ªan cinco minutos en cualquier otra compa?¨ªa, disfrutan de pluses de productividad mientras s¨®lo la sudan los tontos: precarios, contratados e interinos.
?se es el c¨¢ncer de la empresa p¨²blica, gestionada con tan amplias tragaderas. Por supuesto que tambi¨¦n cuenta con muchos y buenos profesionales. Pero la met¨¢stasis es peligrosa, porque la injusta distribuci¨®n de las tareas hace cundir el des¨¢nimo y se rebajan las exigencias de calidad igualando por lo bajo. A veces, no presentar una baja tras otra, cumplir lo estipulado y bien, es peligroso y hasta sospechoso. Hazte fijo y ¨¦chate a pasillear. Ser¨ªa tan importante que los sindicatos no cayeran en la trampa de cobijar a los haraganes...
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