El pen¨²ltimo duelo de Armstrong

En la tribuna de honor, Billy Campbell, presidente del Discovery; a pie de brea, en el arc¨¦n, Joseph Vallese, de Pittsburg (Pennsylvania). El sol no distingue de clases pero el Tour s¨ª. Campbell vio llegar a Lance Armstrong, sentado a la sombra, siguiendo en pantalla gigante la ascensi¨®n al Ax 3 Domaines y Joseph la corri¨® a su lado, con una camiseta amarilla, con logotipo del Tour incluido, pintada sobre el torso desnudo. Corri¨® monta?a arriba tanto como pudo, pero tampoco ¨¦l pudo ganarle a su paisano de Austin. A cremallera bajada, a pecho descubierto, solo ante los hombres que trataban de destrozarle las piernas, Lance no gan¨® la etapa, pero sali¨® vivo de su pen¨²ltimo duelo en las monta?as vestido de amarillo. "Mi plan es controlar la carrera y ganar el Tour. Una etapa estar¨ªa bien, pero no es el objetivo", dijo despu¨¦s. Ser¨¢ ¨¦l quien esta tarde deposite un ramo de flores en el descenso del Col du Portet d'Aspet, ante el obelisco que recuerda la muerte de Fabio Casartelli, hace 10 a?os, entonces compa?ero de equipo del tejano en el Motorola.

"Le falt¨® un kil¨®metro", a?adi¨® Bruyneel, harto de que estadounidenses obstinados no acaben de entender que se puede subir al podium el ¨²ltimo d¨ªa, en Paris, haciendo lo que hizo ayer: salir vivo de una emboscada para terminar atacando: "El T-Mobile ha esprintado al principio del puerto. No, no ha tirado, ha esprintado de forma espectacular. ?Impresionantes?", loaba el ciclista, antes de hacer que el periodista que le preguntaba se quitara la gorra del T-Mobile: "No por favor, ya he tenido bastante por hoy". Y le cambi¨® su gorra blanca y azul por la del equipo alem¨¢n.

El tejano est¨¢ de buen humor. Seg¨²n Bruyneel le sobran razones. "Al final, como siempre en las grandes etapas, queda uno por equipo, los cinco candidatos al maillot. Hoy tambi¨¦n. Y ha vuelto a ganar Lance". "No, al final quedan Lance y los dem¨¢s", matiz¨® Basso, resignado a una realidad: "Es imposible dejarle. Lo he intentado dos veces y ya ves, me sac¨® dos segundos", confesaba el del CSC, tercero en la general. Un minuto y 16 segundos cedi¨® Ullrich. Su compa?ero ?scar Sevilla impon¨ªa sensatez albacete?a en la cima de AX 3 Domaines: "No ser¨¢ que no lo intentamos. Y seguiremos intent¨¢ndolo, pero la realidad es que ¨¦l no cede, que no hay manera". El T-Mobile, l¨ªder en la general por equipos, empieza a sucumbir tambi¨¦n a la evidencia.

Puede que Armstrong no sea el de los a?os anteriores, puede tambi¨¦n que su equipo no sea en este Tour la vieja apisonadora y tambi¨¦n es probable que ayer el capit¨¢n echara de menos a Triki Beltr¨¢n, razones por las que pudo ser atacado y se qued¨® solo. Bruyneel lo justifica: "No podemos estar trabajando todo el d¨ªa y que llegue la hora de la verdad y sigan con fuerzas. Ese es el terreno para los mejores". Puede que Lance sea m¨¢s humano que nunca y que le est¨¦ dando bolilla al pelot¨®n, sobrado como creen sus m¨¢s cercanos que va.

"No soy yo el que atacar¨¢, son otros quienes necesitan atacarme", explic¨® el estadounidense mirando al Pla d'Adet. Subir¨¢ de amarillo porque ¨¦l ha presentado la tesina y el resto de aprendices no ha hecho los deberes. De hecho, fue Lance quien termin¨® disparando a Ullrich: "Me ha dicho Johan que Jan iba tocado, por eso insist¨ª en el ataque hasta que le dej¨¦. Ma?ana [por hoy] pueden pasar muchas cosas, mejor si hoy cog¨ªa algunos segundos". Lo hizo, m¨¢s de 60 segundos. Por eso Armstrong est¨¢ hoy m¨¢s cerca del cielo.