Los esc¨¢ndalos no frenan los negocios en Brasil
La econom¨ªa pulveriza las previsiones m¨¢s optimistas y no se ve afectada por la crisis que ha descabezado al partido de Lula
Ni dimisiones, ni maletas voladoras, ni esc¨¢ndalos pol¨ªticos. La econom¨ªa brasile?a ni siquiera da el menor signo de acusar los golpes que est¨¢n dejando en la lona a la clase pol¨ªtica.
En la misma semana en que el Partido de los Trabajadores (PT), el principal partido del Gobierno, ha visto a su direcci¨®n descabezada por su presunta implicaci¨®n en la corrupci¨®n a gran escala, los indicadores econ¨®micos est¨¢n marcando r¨¦cords hist¨®ricos. Se exporta m¨¢s que nunca, los capitales extranjeros entran en cantidades inimaginables hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, la moneda se revaloriza y la inflaci¨®n est¨¢ a raya.
"Lo que sucede es que el momento pol¨ªtico es delicado, pero no se trata de una crisis institucional y por lo tanto no se nota en la econom¨ªa", afirma Michel Temer, presidente del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB, centroderecha), formaci¨®n beneficiada por la crisis pol¨ªtica, ya que Lula le ha concedido dos nuevas carteras ministeriales, con lo que disponen de tres ministros en el Gobierno brasile?o. "Tomemos como ejemplo al inversor extranjero. Se trata de alguien interesado en la estabilidad econ¨®mica del lugar donde pone su dinero y eso es algo que ofrece Brasil. En otros tiempos una crisis como ¨¦sta habr¨ªa afectado mucho a la econom¨ªa", a?ade Temer.
Los datos positivos contrastan con los 25 millones de brasile?os que viven en la miseria
Las cifras dan la raz¨®n al l¨ªder del PMDB. Con exportaciones r¨¦cord, la balanza comercial brasile?a ha registrado un super¨¢vit de 1.330 millones de d¨®lares s¨®lo en los 10 primeros d¨ªas de julio y est¨¢ previsto que al acabar el a?o ronde los 36.000 millones de d¨®lares de super¨¢vit, aunque hay estimaciones como la del mayor banco privado del pa¨ªs, Bradesco, que colocan ese n¨²mero por encima de los 38.000 millones de d¨®lares. "Y eso que lo que est¨¢ sucediendo no es bueno para la imagen exterior del pa¨ªs", apunta Temer.
Durante d¨¦cadas se denomin¨® a Brasil "la eterna promesa" de Am¨¦rica Latina, porque era un pa¨ªs llamado por sus condiciones a convertirse en uno de los m¨¢s importantes del mundo. Al menos econ¨®micamente ya lo ha conseguido. Con un Producto Interior Bruto (PIB) de 600.000 millones de d¨®lares, los 280.000 millones de deuda exterior han dejado de ser un permanente quebradero de cabeza para el Gobierno brasile?o. Tanto es as¨ª que, en lo que se denomin¨® "divorcio amistoso", el pasado marzo Lula anunci¨® oficialmente que su pa¨ªs no renovaba su contrato con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque ya no lo necesitaba. Y el pasado jueves el Banco Central brasile?o declar¨® que anticipar¨ªa a septiembre la devoluci¨®n al FMI de m¨¢s de 5.000 millones de d¨®lares que deb¨ªan ser pagados entre el pr¨®ximo diciembre y marzo de 2006. Gracias a esto, el pa¨ªs se ahorrar¨¢ dinero. El mismo Banco Central ya ha garantizado que no habr¨¢ problema alguno en pagar otros 15.750 millones de d¨®lares entre marzo de 2006 y diciembre de 2007.
"El tama?o del mercado brasile?o es tremendo y adem¨¢s no se trata de un pa¨ªs pobre. En conjunto se trata de un pa¨ªs y un mercado extremadamente ricos", asegura Thierry Giraud, director en Brasil de la multinacional francesa XRT, dedicada entre otras actividades a la venta de software.
Hay sectores -como el mismo software- en los que las exportaciones est¨¢n menguando debido al fuerte aumento de la demanda procedente de los propios consumidores brasile?os. Y las cifras de facturaci¨®n de las compa?¨ªas se est¨¢n multiplicando. "Para que se haga una idea, hay empresas de la construcci¨®n que hoy en d¨ªa est¨¢n facturando 6.000 millones de d¨®lares al a?o". Giraud est¨¢ convencido de que si se aplicara un control m¨¢s estricto en la Administraci¨®n brasile?a, el pa¨ªs no aparec¨ªa como la 15? econom¨ªa m¨¢s fuerte del mundo. "Ser¨ªa la segunda, despu¨¦s de EE UU".
Hasta los sectores m¨¢s sensibles a los vaivenes pol¨ªticos est¨¢n aguantando el tir¨®n de los esc¨¢ndalos, que han llegado hasta la antesala del despacho del presidente brasile?o. El pasado martes, coincidiendo con la detenci¨®n del senador con siete maletas con seis millones de reales en met¨¢lico, la moneda brasile?a alcanzaba su m¨¢ximo valor respecto al d¨®lar en los ¨²ltimos cuatro meses.
La potencia econ¨®mica se ha convertido adem¨¢s en un arma muy importante de la pol¨ªtica exterior del pa¨ªs, a la vez que permite plantear conflictos impensables hace apenas 15 a?os. Ayer mismo, por ejemplo, el Gobierno de Brasilia propuso ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) la aplicaci¨®n de sanciones a Estados Unidos por valor de 3.000 millones d¨®lares anuales por lo que considera un subsidio ilegal a las plantaciones de algod¨®n por parte de Washington. Brasil anunci¨® que estudiar¨ªa la quiebra de patentes estadounidenses como medio de represalia contra los estadounidenses.
Pero esta pujanza est¨¢ despertando reticencias entre los vecinos brasile?os del Mercosur, especialmente en Argentina, cuyo empresariado considera que, tal y como est¨¢n planteados actualmente, los acuerdos de colaboraci¨®n econ¨®mica benefician claramente a la econom¨ªa brasile?a, pero no as¨ª a la argentina.
El 95% de las inversiones extranjeras en el ¨¢rea del Mercosur se las est¨¢ llevando Brasil y la expansi¨®n de sus empresas en el interior lleva a casos como el uruguayo, cuya industria cervecera est¨¢ pr¨¢cticamente en su totalidad en manos brasile?as. El Gobierno argentino es partidario de renegociar las condiciones en las que se basa el Mercosur, iniciativa ante la cual el Gobierno de Lula no se ha mostrado receptivo.
Adem¨¢s, la avalancha de datos positivos contrasta dram¨¢ticamente con los 25 millones de brasile?os que viven en la miseria y que en ciudades como S?o Paulo o R¨ªo de Janeiro se arraciman en inmensos barrios de chabolas desde las que ven pasar a la mayor flota del mundo de helic¨®pteros privados, que lleva a quienes pagan por evitar los atascos.
"Lo que existe es una mala distribuci¨®n de la riqueza", reconoce Giraud, desde cuya oficina se divisan las colosales torres de la avenida Luiz Carlos Berrini, donde las grandes compa?¨ªas est¨¢n instalando sus sedes. Muy cerca de all¨ª se encuentra una de las favelas m¨¢s grandes de S?o Paulo.
El desempleo representa otra preocupaci¨®n para el Gobierno, ya que a pesar del fuerte crecimiento econ¨®mico, est¨¢ situado en un 17% y adem¨¢s una proporci¨®n de las personas que trabajan lo hacen en una situaci¨®n irregular. Los economistas advierten de la existencia de "signos contradictorios" en la econom¨ªa brasile?a, la cual, no obstante, ha logrado mostrar una total autonom¨ªa en las ¨²ltimas semanas frente a los esc¨¢ndalos pol¨ªticos.
"Lo que sucede no es bueno para la imagen del pa¨ªs", reconoce Michel Temer. "Por un lado puede transmitir que Brasil no ha logrado superar los problemas de corrupci¨®n, y eso es negativo, pero al mismo tiempo el que todo salga a luz muestra que existe una determinaci¨®n de que esos hechos no sigan ocurriendo, y eso es lo positivo", a?ade.
El problema de la violencia
Consciente de que las muertes por armas de fuego son uno de los principales problemas del pa¨ªs y uno de los factores m¨¢s negativos en su imagen exterior, Brasil celebrar¨¢ el pr¨®ximo mes de octubre un refer¨¦ndum para la prohibici¨®n total de las armas de fuego. Una medida que viene avalada por los espectaculares resultados obtenidos en S?o Paulo, la ciudad m¨¢s grande del hemisferio sur, con 17 millones de habitantes y otrora una de las m¨¢s violentas del planeta, que en cinco a?os, ha reducido en un 40% el n¨²mero de asesinatos cometidos en sus calles.
La estrategia seguida para lograr esta mejora es doble: mayor presencia policial para retirar las armas en circulaci¨®n y trabajo de organismos oficiales y ONG en los suburbios para fomentar el desarrollo de estas zonas, donde se dan los mayores niveles de violencia.
"?El comercio de armas de fuego y municiones debe ser prohibido en Brasil?". ?sta es la pregunta a la que tendr¨¢n que responder el pr¨®ximo 23 de octubre los brasile?os, y no podr¨¢n eludir pronunciarse sobre la cuesti¨®n en un pa¨ªs donde el voto es obligatorio y la abstenci¨®n conlleva problemas tales como no poder obtener el pasaporte ni presentarse a unas oposiciones p¨²blicas.
En un Parlamento convulsionado por los esc¨¢ndalos pol¨ªticos, la aprobaci¨®n del refer¨¦ndum por 258 votos a favor y 48 en contra fue recibida con una salva de aplausos y el lanzamiento de confeti desde la tribuna. La conocida como "la bancada de la bala", los diputados contrarios al control de armas, sali¨® ampliamente derrotada. El refer¨¦ndum servir¨¢ de respaldo al llamado Estatuto de Desarme, que permite la posesi¨®n de armas de fuego ¨²nicamente por motivos profesionales o por riesgo para la integridad f¨ªsica.
Las medidas legislativas vienen a remolque de una situaci¨®n social donde la violencia relacionada con la delincuencia sigue teniendo un papel protagonista. R¨ªo de Janeiro ha desbancado a S?o Paulo como la ciudad m¨¢s violenta de Brasil. En la capital carioca, donde existen fuertes mafias que controlan el tr¨¢fico de droga y tienen sus feudos en algunas favelas, se cometen 48 asesinatos por cada 100.000 habitantes al a?o, mientras que en la ciudad paulista el ¨ªndice es de 37.
En total, 3.994 personas fueron asesinadas en S?o Paulo durante el a?o 1994. Una cifra muy alta, pero notablemente inferior a los 6.638 homicidios registrados en 1999. Como referencia cabe destacar los ejemplos de Par¨ªs (dos asesinatos por cada 100.000 habitantes), Nueva York (siete) y Bogot¨¢ (24).
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