La televisi¨®n iraqu¨ª recuerda los cr¨ªmenes de la era de Sadam
Un hombre describe c¨®mo la polic¨ªa secreta del ex dictador iraqu¨ª Sadam Husein meti¨® al beb¨¦ de un disidente en un saco con un gato hambriento. "?Basta, basta! Reconozco que pertenezco al partido [chi¨ª ilegalizado bajo Sadam] Dawa", confes¨® el padre. Unos agentes tiran a un hombre maniatado y con los ojos vendados desde lo alto de un edificio. ?stas son algunas escenas, grabadas por los propios autores de los abusos, del programa sobre cr¨ªmenes del r¨¦gimen de Sadam que Al Iraquiya, la televisi¨®n p¨²blica, emiti¨® a pocos d¨ªas de que se anuncie la fecha del juicio al ex dirigente, derrocado en abril de 2003.
Algunos oficiales del Gobierno iraqu¨ª liderado por chi¨ªes, comunidad muy castigada por el r¨¦gimen baazista, quieren que se pronuncie r¨¢pidamente una sentencia de muerte para Sadam. Pero esto podr¨ªa socavar la credibilidad del tribunal especial que present¨® los primeros cargos contra el ex dictador esta semana, y levantar dudas sobre el funcionamiento de la justicia en un Irak renovado que se proyecta como la primera democracia verdadera del mundo ¨¢rabe.
En un pa¨ªs en el que algunos de los antiguos agentes secretos de Sadam lideran una insurgencia que se ha cobrado la vida de miles de personas, la televisi¨®n iraqu¨ª fija la atenci¨®n en las espantosas im¨¢genes del pasado.
Tortura
Unas im¨¢genes de oficiales, incluyendo a Al¨ª Hasan al Majid -conocido como Al¨ª el Qu¨ªmico por ser el supuesto responsable de haber gaseado a 5.000 kurdos en 1998-, los muestran interrogando a varios chi¨ªes tras la rebeli¨®n fallida de 1991. Tambi¨¦n ense?an a uno de los oficiales que, tras fumarse tranquilamente un cigarrillo, golpea a una de las v¨ªctimas en la cara. Los chi¨ªes fueron ejecutados a continuaci¨®n.
En otro recordatorio de casi un cuarto de siglo de r¨¦gimen de Sadam, un hombre es sujetado en el suelo mientras le golpean con un garrote el brazo hasta romperle los huesos. En otra muestra espeluznante, los agentes disparan a la cabeza de hombres atados a un poste telegr¨¢fico. "?ste a¨²n respira", dice un oficial antes de rematarlo.
El canal iraqu¨ª ya emiti¨® una serie de programas con tintes propagand¨ªsticos en los que combatientes de la insurgencia confesaban de todo, desde asesinatos hasta su homosexualidad, considerada un delito en Irak. La serie tuvo mucho ¨¦xito a pesar de que algunos iraqu¨ªes sospechan que las confesiones eran forzadas.
La difusi¨®n sobre los cr¨ªmenes durante el Gobierno de Sadam fue interrumpida por un avance informativo, que record¨® a los telespectadores la situaci¨®n de hoy d¨ªa. Un hombre se suicida en medio de un grupo de soldados iraqu¨ªes en Bagdad. El ataque mat¨® a ocho personas. A continuaci¨®n, el canal emiti¨® escenas placenteras de cascadas de agua y granjeros en verdes campos, una vida tranquila que pocos iraqu¨ªes creen que llegue pronto.
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