La coma
El Banco de Santander est¨¢ llevando a cabo una campa?a de publicidad en la que aparecen las fotograf¨ªas de hombres o mujeres (supuestos clientes de la entidad), acompa?adas de un texto que reza as¨ª: "Gracias Isabel por hacernos el mejor del mundo". No sabemos qu¨¦ controles ha pasado esta campa?a, pero est¨¢ mal escrita. El texto deber¨ªa decir: "Gracias, Isabel, por hacernos el mejor del mundo". Isabel va entre comas porque se trata de un vocativo. Es posible que el redactor del texto no supiera utilizar las comas, pero tambi¨¦n que las haya suprimido por ese rechazo absurdo que el mundo de la publicidad tiene hacia los signos ortogr¨¢ficos. Hace a?os, tambi¨¦n en una campa?a de publicidad, Telef¨®nica, que era una empresa esdr¨²jula, devino en Telefonica, una organizaci¨®n llana. Le arrebataron la tilde a una firma que deb¨ªa todo a las matildes ?Pero qu¨¦ tienen ustedes contra los acentos, contra las comas, contra el lenguaje en general?
Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n ha publicado un curioso libro, titulado Perd¨®n imposible, en cuyo primer cap¨ªtulo relata una an¨¦cdota demostrativa de c¨®mo el desplazamiento de una coma puede cambiar el sentido de una frase y la trayectoria de una vida. Seg¨²n la leyenda, le pasaron a Carlos V a la firma una sentencia que dec¨ªa as¨ª: "Perd¨®n imposible, que cumpla su condena". El emperador, que se hab¨ªa levantado generoso, cambi¨® la coma de lugar, dejando el texto de este modo: "Perd¨®n, imposible que cumpla su condena". De este modo, alguien se libr¨® de la c¨¢rcel, quiz¨¢ de la horca.
Todos hemos so?ado con alg¨²n m¨¦todo para quedarnos con la calderilla de los bancos. Si el Santander me pasara las monedas de un c¨¦ntimo que al final del d¨ªa se le quedan entre las u?as, continuar¨ªa siendo el mejor banco del mundo y yo ser¨ªa millonario. No lo hace porque sus directivos conocen mejor que nadie la importancia de los matices. Medio punto arriba o abajo en la cotizaci¨®n puede marcar la diferencia entre un buen y un mal ejercicio. Deber¨ªan ser con las comas tan escrupulosos como con los c¨¦ntimos. Gracias, querido Banco de Santander, por escuchar esta recomendaci¨®n, aunque tengas que modificar los originales de toda la campa?a.
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