Explosi¨®n sincronizada
Las sirenas espa?olas marcan el camino a seguir para alcanzar los ¨¦xitos
Metida en todas las finales, siempre con el podio en la mira, Espa?a se ha instalado en los Mundiales de Montreal como una potencia de la nataci¨®n sincronizada. Se trata de un hecho ins¨®lito para un pa¨ªs que toca el agua con timidez en las grandes competiciones. Y otra vez son mujeres las que asumen el reto de sostener a todo el equipo. Si en Atenas fueron Erika Villaecija y el relevo de 4x200, en Montreal se han sumado las sirenas. A falta de un sistema s¨®lido de trabajo, con una federaci¨®n que desconf¨ªa de sus propias posibilidades, la nataci¨®n espa?ola se mantiene a flote gracias al empuje de un pu?ado de chicas.
Con dos bronces colgando del cuello y dos platas en el horizonte, las nadadoras de sincronizada se?alan el camino. Gemma Mengual, la barcelonesa histri¨®nica, licenciada en gemolog¨ªa, es la figura que marcha en cabeza del grupo. Longeva para la media, a sus 28 a?os es capaz de exhibir su mejor registro. En Montreal puede convertirse en la ¨²nica nadadora en conseguir cuatro medallas de sincronizada: combinada, por equipos, individual y d¨²o. Una conquista s¨®lo al alcance de las mejores de todos los tiempos. El mi¨¦rcoles alcanz¨® el bronce en la modalidad combinada y el jueves, el bronce en individual. Al cierre de esta edici¨®n se disputaba el oro con las japonesas y las rusas en la final del d¨²o con Paola Tirados.
"?Has visto?", le grit¨® la entrenadora Ana Tarr¨¦s, el jueves, tras la final individual. "?9,9 t¨ªa!". Ambas se abrazaron. Mengual acababa de conseguir el bronce en la prueba individual y algunos jueces le hab¨ªan dado una puntuaci¨®n que hasta ahora hab¨ªa sido prohibitiva para Espa?a. "Los jueces est¨¢n cambiando", dijo la nadadora, sin aire, confirmando que se ha ganado un respeto.
Para conseguir el bronce, la nadadora catalana debi¨® ejecutar una rutina t¨¦cnicamente perfecta ante dos genios: la rusa Natalia Ischenko, que nada como si se hubiera criado en el Bolshoi, y la francesa Virginie Dedieu, probablemente, la mejor de todos los tiempos. Antes de su salida, debi¨® escuchar el veredicto de los jueces sobre la rutina de Dedieu. A los 25 a?os, la francesa ha decidido retirarse. Cuando subi¨® la escalera para salir de la piscina sab¨ªa que hab¨ªa hecho la ¨²ltima exhibici¨®n. Congestionada, no pudo reprimir un llanto ahogado mientras los jueces emit¨ªan la puntuaci¨®n de la impresi¨®n art¨ªstica: 10, 10, 10, 10, 10. Su interpretaci¨®n acu¨¢tica de It's Oh So Quiet, de la cantante islandesa Bjork, tuvo momentos sublimes. Dedieu interpret¨® el sue?o sumergida en una piscina. Se revolvi¨® entre las capas de agua como entre las s¨¢banas con un poder persuasivo que s¨®lo est¨¢ al alcance de unos recursos gestuales como los suyos.
"Escuchar la puntuaci¨®n que le dieron los jueces a Virginie no me afect¨® para nada", dijo la espa?ola, que nad¨® en el ¨²ltimo turno. "Los jueces sab¨ªan que era su despedida y la puntuaci¨®n fue un homenaje acordado previamente".
Consciente de que batir a la francesa era imposible, Gemma Mengual se lanz¨® al agua determinada a dejar muy atr¨¢s a la inexpresiva japonesa Emiko Suzuki, contendiente por el tercer puesto. Gemma lo hizo precedida por el sonido atmosf¨¦rico de Salom¨¦, movi¨¦ndose en sincron¨ªa con la percusi¨®n del bater¨ªa Salvador Niebla. Junto con la coreograf¨ªa de Dedieu, la de la espa?ola se sali¨® de lo rutinario.
Coreograf¨ªa sutil
Lo previsible es ver a nadadoras retorci¨¦ndose en el agua como si alguien las estuviera matando a palos. La coreograf¨ªa que practic¨® Gemma Mengual la llev¨® a un territorio m¨¢s sutil. Provista de una fuerza explosiva poco com¨²n, de una capacidad pulmonar que se intuye en la superficie de su espalda, y de un poder de recuperaci¨®n tremendo, la nadadora es capaz de gestos t¨¦cnicos de calidad superior. S¨®lo una superdotada puede sacar todo el tren inferior fuera del agua y abrir las piernas tocando la punta de la superficie con los dedos de los pies, en apnea. Cabeza abajo. Gemma ejecut¨® este gesto dos veces delante de la mesa de los jueces. Lo hizo con una elegancia y una sincron¨ªa con la m¨²sica que s¨®lo es posible lograr con una fuerza superior. El producto de a?os de brazadas, pesas, gimnasia y ejercicios de flexibilidad.
Bajo la ¨¦gida de Ana Tarr¨¦s, en el CAR de San Cugat, las nadadoras de sincronizada espa?ola han ensayado con fr¨ªo invernal o calor de verano, repitiendo una y otra vez cada movimiento, cada figura, cada segundo de la rutina. Muchas veces el entrenamiento de seis horas se concentr¨® en una plataforma, un salto, un desplazamiento, formaciones que duran diez, cinco segundos. En ocasiones las repiten d¨ªas enteros hasta memorizarlas y pulirlas con la ayuda de una c¨¢mara que graba todo y una pantalla que lo reproduce junto a la piscina. Como quien se estudia de memoria el C¨®digo Civil. Art¨ªculo por art¨ªculo. Segundo por segundo. S¨®lo as¨ª se ganan medallas.
En waterpolo masculino, Espa?a perdi¨® con Rusia, 8-7 y deber¨¢ jugarse con Cuba el pase a los cuartos de final. En semifinales del salto de trampol¨ªn de 3 metros, la tragedia rond¨® por la pileta al golpearse en la cara la estadounidense Chelsea Davis en su doble mortal y medio. Cay¨® conmocionada al agua, pero no sufre lesiones graves.
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