El negocio de la destrucci¨®n de Irak

Mi padre, que no era tertuliano ni analista pol¨ªtico, pero que ten¨ªa bastante sentido com¨²n, sol¨ªa decir, cada vez que se comentaba alg¨²n suceso pol¨ªtico m¨¢s o menos desconcertante: "T¨² mira qui¨¦n se est¨¢ llenando los bolsillos". Ahora que la guerra de Irak ha convertido en humo no s¨®lo la existencia de armas de destrucci¨®n masiva, sino las expectativas de espectaculares enriquecimientos a las empresas que participaran en la "reconstrucci¨®n", no es nada dif¨ªcil ver qui¨¦n se est¨¢ forrando. Sorprende, por tanto, que, as¨ª como se publican reportajes como el -por otro lado excelente- dedicado a las redes de fanatizaci¨®n islamista el pasado domingo, no se estudie de igual forma a los generalmente desapercibidos grupos econ¨®micos y pol¨ªticos que abastecen las gigantescas necesidades de armamento y log¨ªstica, tanto del legal ej¨¦rcito de EE UU y sus aliados como de -?quiz¨¢ los mismos?- sus contrincantes. Seguro que ser¨ªa interesante. Y no s¨®lo en la guerra de Irak, sino en las desgraciadamente amplias oportunidades de negocio que el fanatismo y dem¨¢s variedades de estupidez humana les proporcionan en todo el planeta.