Hojas de ruta
Ya no hay planes sino hojas de ruta. Para una vez que cont¨¢bamos con un t¨¦rmino expresivo y sucinto resulta que nos toca traducirlo. En vez de decir esta noche tengo plan se dice esta noche tengo hoja de ruta. Ibarretxe est¨¢ haciendo lo propio con el suyo a ver qu¨¦ tal suena, claro que, a tenor de lo que ha dicho Imaz ("Si se cierran puertas recurriremos al plan Ibarretxe") vamos a tener que llamarle la Hoja de Ruta del Coco. Hombre, dadas las fechas parece muy propio que cada cual estudie su mapa, su hoja de ruta o su folleto. Incluido el Gobierno, lo malo es que se trae entre manos nada menos que tres y eso no parecen ni vacaciones ni nada. Porque tres son, como los pies del gato, las hojas de ruta en que est¨¢ inmerso Zapatero. La primera es la Hoja de Ruta Catalana u Hoja de Ruta Ac¨²stica (el verano es ¨¦poca de jazz) porque se mueve entre el silencio que Zapatero ha impuesto a sus barones -podr¨¢n hablar una vez que el Estatut est¨¦ votado, pero si es as¨ª ?para qu¨¦ le servir¨¢ el partido?- y el ruido que mete un Maragall que se est¨¢ quedando en pocas nueces.
En efecto, despu¨¦s de venir dando la murga y la matraca desde hace unos a?os, quiz¨¢ siglos, sobre el famoso Estatut resulta que ahora se desinfla ante el cariz que est¨¢n tomando los acontecimientos (no se fija m¨¢s que en el barullo que podr¨ªa montar CiU pero en no la actitud chulesca de Carod y sus secuaces que amenazan con romper la baraja y convocar elecciones) y augura que el Estatut no es para el verano por mucho que lo pedalee.
La segunda hoja de la ruta u Hoja de Ruta Dos invita a nuestro presidente Zapatero a las frescas ¨ªdem del Pa¨ªs Vasco, tan deseadas cuando la can¨ªcula aprieta en Madrid. Se le puede llamar C¨²mplase el Estatuto, que es el men¨² socorrido al que recurren los del PNV cuando tienen la nevera vac¨ªa. As¨ª, por boca de la que fue musa y hoy s¨®lo es nuestra viceconsejera Zenarruzabeitia, el Gobierno vasco (con el empuje veraniego de ese PNV que liga mucho bronce pero quiere ligar m¨¢s) ha pedido que se le transfiera lo pendiente aunque quiz¨¢ para penalizar al Gobierno espa?ol por moroso lo hace con el plus de la Seguridad Social a sabiendas de que nunca ha formado parte de lo transferible pero tampoco de lo posible ni viable (estudios hay, ante los que Ibarretxe y los suyos han cerrado los ojos, que demuestran la inviabilidad de algo parecido a una Caja Vasca de la Seguridad Social). Aqu¨ª Zapatero se ha mostrado tal y como es, firme pero flexible, y hay que agradecerle que para una de las pocas veces que ha tenido que decir no lo haya hecho neg¨¢ndose a transferir las prisiones porque no toca y no toca porque todav¨ªa hay mucho nubarr¨®n, seguramente, a causa de los presos vascos.
Lo que nos lleva a la tercera hoja de marras que tambi¨¦n discurre por el Pa¨ªs Vasco pero en otra dimensi¨®n temporal, por lo que recibe el nombre de Hoja de Ruta de Mikel Antza. Pues bien, si eso es lo que de verdad pensaba el jefe de ETA me parece que nuestro presidente Zapatero va aviado de cara a sus previsiones de ?pacificaci¨®n? Antza contemplaba la marcha de ETA hacia su disoluci¨®n como un proceso que obligar¨ªa a todos los participantes (Gobierno espa?ol, Gobierno franc¨¦s y Gobierno de Navarra) a ir aceptando las condiciones marcadas seg¨²n una pauta precisa. A cambio, ETA corresponder¨ªa con un gesto -s¨ª, apenas un gesto- cada vez que el conjunto de invitados a la mesa (parece que al Gobierno vasco ¨²nicamente le tocar¨ªa poner la mesa) tragara una de las condiciones. Lo m¨¢s gracioso del asunto es que las condiciones son inasumibles, no en balde se trata de la autodeterminaci¨®n (con la que tambi¨¦n est¨¢ amenazando Carod) y la territorialidad, es decir esa Euskal Herria construida -y emancipada- con Euskadi, Navarra y las provincias francesas. Bueno, tambi¨¦n Antza mencionaba los presos pero a modo de aperitivo. ?Se puede pensar en serio que la ETA de ahora tenga planes distintos? ?O estaremos queriendo dejarnos llevar por la Hoja de Ruta de la Fantas¨ªa?
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