Memoria del desaparecido
Los archivos policiales est¨¢n llenos de gente desaparecida, ni?os, mujeres, hombres y ancianos que se borraron de pronto sin dejar rastro. Son casos en su mayor¨ªa cerrados o simplemente no resueltos que duermen su desgracia en una triste carpeta. Tras la correspondiente denuncia, la b¨²squeda implacable, las fotocopias de rigor con el rostro de una joven o un jubilado pegadas en la puerta de un comercio, hay miles de desapariciones sin respuesta, enigmas abiertos que el tiempo se ha encargado de cubrir con paladas de resignaci¨®n y de costumbre.
Si hablamos de territorios sometidos a una tiran¨ªa, de conflictos armados, de guerras civiles e inciviles, es posible adivinar el destino de muchos seres humanos que un d¨ªa salieron de sus casas y jam¨¢s volvieron. Las fosas comunes o el fondo de los pantanos, los r¨ªos o los oc¨¦anos albergan demasiados secretos. No sucede lo mismo cuando el hecho ocurre en esas sociedades del bienestar que presumen de estupendas, en lugares tan pr¨®ximos a nosotros como nuestra ciudad o nuestra misma calle. La incertidumbre y la desesperaci¨®n pueden durar entonces lo que dura una vida. Muchas son las preguntas, pero tambi¨¦n son muchas las que nos hacemos o nos debemos hacer cuando se invierten los factores. Me refiero a esos casos que saltan cada dos por tres a las p¨¢ginas de sucesos y que estremecen a cualquiera: "Hallan a un anciano abandonado en una gasolinera de M¨¢laga. No sabe qui¨¦n es. Ning¨²n familiar ha denunciado su desaparici¨®n"; "Un ni?o de 3 a?os fue recogido el pasado s¨¢bado por la polic¨ªa en una calle de Guadalajara, solo y llorando. No se ha recibido ninguna denuncia de su desaparici¨®n". Ambos ejemplos son recientes y rigurosamente reales. A veces se halla al desaparecido pero no a los miserables que los dejan a su suerte, familiares desalmados que se amparan en la indefensi¨®n de las v¨ªctimas. Ocurre todos los veranos: gente con el alma de plomo se deshace de un perro o de un viejo y se va felizmente de vacaciones. ?Viva el malandra! Nos vemos en septiembre.
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