Nueva televisi¨®n

El Gobierno aprob¨® ayer un importante paquete de medidas sobre el escenario televisivo espa?ol, que significa probablemente el mayor impulso a la industria audiovisual y al pluralismo desde la aparici¨®n de las televisiones privadas en Espa?a, en 1989. La primera de las medidas introduce modificaciones importantes en el funcionamiento de RTVE con el objetivo de asegurar mejor el pluralismo. La informaci¨®n honesta y veraz en una democracia es vital porque contribuye a la formaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. Su manipulaci¨®n por parte de los Gobiernos da?a el propio mecanismo democr¨¢tico y vicia la toma de decisiones por parte de la ciudadan¨ªa. Y eso vale para todas las televisiones, pero sobre todo para las p¨²blicas.

El anteproyecto tiene como finalidad mejorar la independencia pol¨ªtica del ente y su control social. El director general ya no ser¨¢ nombrado por el Gobierno, sino por el propio consejo de administraci¨®n tras una convocatoria p¨²blica. A los consejeros se les prolongan los mandatos, no renovables, hasta seis a?os, para evitar que su elecci¨®n coincida con la legislatura y se vea contaminada por los resultados electorales. Se crea un consejo asesor con representantes de diversas instituciones y a los profesionales de RTVE se les dota de un ¨®rgano que deber¨¢ velar por la independencia informativa. Tambi¨¦n se anuncia una autoridad audiovisual que supervisar¨¢ la conducta comunicativa del ente. Pero a veces no basta una ley para evitar plenamente maniobras pol¨ªticas que busquen su sometimiento. Una RTVE respetable exige el compromiso diario de la clase pol¨ªtica para no intentar da?arla. Si al nuevo consejo de administraci¨®n, como tantas veces ha sucedido, los partidos no env¨ªan profesionales de prestigio, sino comisarios pol¨ªticos, estar¨¢n dando una preocupante se?al de que siguen en sus trece.

El anteproyecto establece tambi¨¦n un contrato-programa y un objetivo de estabilidad presupuestaria. Tras la condonaci¨®n de la deuda -m¨¢s de 7.000 millones de euros-, hay que evitar su regeneraci¨®n, y ello exigir¨¢ medidas correctoras dr¨¢sticas, porque una empresa que disfruta de subvenciones como servicio p¨²blico y, al mismo tiempo, apela al mercado publicitario, como las emisoras privadas, no puede disfrutar de inmunidad gerencial. La nueva ley abre la puerta a limitar el recurso a la publicidad por parte de TVE.

El Gobierno convoca, adem¨¢s, un concurso para adjudicar una concesi¨®n de televisi¨®n en abierto para la gesti¨®n de dos canales digitales y uno anal¨®gico, que se sumar¨¢n a los actuales operadores: Tele 5, Antena 3 y Canal +. Este ¨²ltimo, cuya concesi¨®n data de 1989 y estaba limitado hasta ayer a emitir en abierto durante un m¨¢ximo de seis horas al d¨ªa, podr¨¢ ahora hacerlo permanentemente, con el nombre de Cuatro, utilizando la misma frecuencia. El Gobierno ha tomado esta decisi¨®n despu¨¦s de comprobar que se cumplen todos los requisitos legales, y contando para ello con el informe favorable emitido por el Consejo de Estado.

Tambi¨¦n se define el horizonte de la televisi¨®n digital terrestre, de forma que se adelanta el

apag¨®n anal¨®gico al 3 de abril de 2010 y se dise?a un mapa en el que habr¨¢ m¨¢s de 40 canales gratuitos, y que ha sido objeto de un consenso razonable entre los futuros operadores. Ante todo esto, el secretario general del PP, ?ngel Acebes, ha emitido una ominosa reflexi¨®n sobre la autorizaci¨®n del nuevo canal Cuatro, que ha apostrofado como "una extraordinaria cacicada y una tropel¨ªa". Aunque lamentable, no sorprende esta reacci¨®n en boca del heredero de un Gobierno que protagoniz¨® la mayor invasi¨®n del territorio de los medios privados que se ha conocido en democracia. Baste recordar que ese Gobierno tom¨® decisiones intervencionistas que fueron luego anuladas por la Comisi¨®n Europea a costa de indemnizaciones que ha tenido que sufragar el erario p¨²blico, o que instig¨® el caso Sogecable para anular la acci¨®n de un operador privado que no era de su gusto. En palabras de Aznar, la reacci¨®n de Acebes es "una solemne estupidez".