"La ignorancia puede acabar en un choque de civilizaciones"
"Quien salva una vida salva el mundo entero". Baruj Tenembaum (Las Palmeras, Argentina, 1933) preside la fundaci¨®n dedicada a difundir el ejemplo de un diplom¨¢tico sueco que durante la II Guerra Mundial cumpli¨® decenas de miles de veces con la frase del Talmud y salv¨® a otros tantos jud¨ªos de los campos de exterminio nazis. Tenembaum cree que el comportamiento de Raoul Wallenberg es un ejemplo para tratar de superar el momento de tensi¨®n que atraviesa el mundo. El presidente de la Fundaci¨®n Raoul Wallenberg -con sedes en Nueva York, Buenos Aires y Jerusal¨¦n- propone buscar y poner como ejemplo a los h¨¦roes en vez de ahondar en las divisiones y las figuras controvertidas.
Pregunta. ?Propone la tolerancia entre las religiones?
Respuesta. De ninguna manera me gusta el t¨¦rmino tolerancia. Lo considero negativo. Uno tolera un dolor, pero si tengo que tolerar a alguien es porque no lo considero igual a m¨ª. Hay algo en ¨¦l a lo que tengo que sobreponerme. La Fundaci¨®n Wallenberg es la extensi¨®n de una idea que se inici¨® en los cincuenta. Ah¨ª iniciamos el acercamiento entre los diferentes grupos. Una comunicaci¨®n aut¨¦ntica. No s¨®lo es fomentar la convivencia de grupos ¨¦tnicos o religiosos, sino el que traten de conocerse, porque nuestro mayor enemigo es la ignorancia. Tenemos que tratar de que la gente se conozca para que se entienda. El conocimiento se adquiere acerc¨¢ndose y estudiando.
P. ?Vivimos un momento de expansi¨®n del desencuentro?
R. Exacto. Cuando hablamos de comprensi¨®n y de conocimiento tiene que ser de ambas partes. No es suficiente con que una parte trate de entender a otro. Si s¨®lo trata de entender una parte, esa parte no ser¨¢ la agresora, pero ser¨¢ agredida.
P. ?En cu¨¢ntas partes est¨¢ dividido hoy el mundo?
R. Por primera vez, en mi generaci¨®n por lo menos, se ha empezado a hablar ahora sin tapujos del problema de una confesi¨®n: el islamismo. Hasta hace pocas semanas hab¨ªa pudor en generalizar en un grupo. Coincidentemente casi todos los terroristas provienen de grupos que proclaman una confesi¨®n determinada, pero hay que saber distinguir entre los extremistas y los que no lo son. Es un tema muy dif¨ªcil. Tan dif¨ªcil que cualquiera est¨¢ opinando. Opina mucha gente y confunde bastante.
P. ?C¨®mo se salva esa divisi¨®n?
R. Lo que nosotros hemos empezado hace 50 a?os, incluyendo a los isl¨¢micos, es buscar temas concretos para que creyentes, agn¨®sticos, jud¨ªos, cristianos... podamos trabajar en com¨²n. Por ello quisimos tomar el ejemplo de los que llamamos los justos, personas que salvaron jud¨ªos pero tambi¨¦n gitanos y otras minor¨ªas. Y pongo como ejemplo c¨®mo lo aplicamos al Holocausto. Es algo tan tremendo que a mucha gente le resulta dif¨ªcil creer que en verdad haya ocurrido. Y cuando para explicarlo uno se acerca a un joven y le muestra im¨¢genes de los alambres de los campos de concentraci¨®n, los cad¨¢veres o los uniformes le produce un rechazo. En toda situaci¨®n hay luces y sombras y nosotros nos volcamos en los h¨¦roes. El joven siente atracci¨®n hacia el hero¨ªsmo y la gente se sorprende de la cantidad de h¨¦roes que hubo.
P. Por lo que ocurre ahora en el mundo, ?no le parece una labor est¨¦ril?
R. El hecho de ser minor¨ªa no significa estar equivocado. Tenemos que esforzarnos por hacer lo que est¨¢ bien. No somos una voz solitaria en el desierto. Cuando iniciamos el di¨¢logo ¨¦ramos una excepci¨®n y ahora, al menos, se habla de ello. Hay que buscar a los h¨¦roes. Pongo un ejemplo: en el drama argentino de los desaparecidos se habla de las torturas, los presos arrojados al r¨ªo pero no se habla de los h¨¦roes, de los que salvaron gente.
P. ?Usted percibe que los gobiernos se han convencido de que hay que educar?
R. No lo s¨¦, no puedo erigirme en juez. Mi percepci¨®n es que no destacan lo suficiente el aspecto de la educaci¨®n y no me refiero a la cultura sino en ir a los chicos en los rincones m¨¢s alejados de la civilizaci¨®n.
P. ?La ignorancia puede convertir en una realidad el choque de civilizaciones?
R. Absolutamente. Estamos en una especie de Torre Babel. Cuando se confunden los mensajes de los pueblos y no se entienden creen que se est¨¢n agrediendo. Cuando experimentamos lo que pasa al pr¨®jimo, cuando nos ponemos en su lugar, nos entendemos. El drama es la falta de comprensi¨®n del otro. Volviendo a la figura de Wallenberg es importante buscar un modelo para nuestros hijos y luchar, pero por algo positivo, porque si no, somos animales.
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