Un espacio art¨ªstico reivindica la herencia flamenca de Barcelona
El nuevo local, en el barrio del Raval, es tienda y sala de exposiciones
Un fot¨®n de Carmen Amaya bailando en el Somorrostro da la bienvenida al visitante. La imagen es toda una declaraci¨®n de intenciones de la Venta Flamenco Barcelona, un espacio que acaba de abrir sus puertas en la calle del Marqu¨¨s de Barber¨¤ 6, en el barrio del Raval, y que pretende ser un referente para cualquier expresi¨®n art¨ªstica relacionada con este arte, adem¨¢s de reivindicar su herencia en la capital catalana.
Sala de exposiciones, sede de cursos, actuaciones, actividades y tambi¨¦n tienda de m¨²sica, instrumentos, objetos, ropa o libros, la autodenominada Venta -otra pista de lo que pretende ser el local- abri¨® la semana pasada con la exposici¨®n de fotos Duende Cal¨®, de Ana Palma, una fot¨®grafa paya que se ha especializado en plasmar la cotidianeidad de los gitanos catalanes. Son en¨¦rgicas im¨¢genes en blanco y negro de cantaores, de bodas o bien de la vida diaria que demuestran que el flamenco sigue vivo en barrios de Barcelona como el Portal, Gr¨¤cia u Hostafrancs, as¨ª como en Sant Roc, Badalona, o en algunas zonas de Sabadell.
"Flamenco Barcelona quiere ser un punto de referencia y de encuentro para cualquier persona interesada en el flamenco que tenga algo que expresar, tocar, cantar, vender, contar, mirar...", explica C¨¢ndido ?lvarez, alma m¨¢ter del proyecto e impulsor tambi¨¦n del bar Pisa Morena, un exitoso local de sabor rumbero ubicado en la zona del Born. ?lvarez asegura que la venta, en tanto que local que aglutina tantas facetas sobre el flamenco, "es in¨¦dita".
"Parece mentira, pero en Barcelona no hab¨ªa un espacio dedicado ¨ªntegra y exclusivamente al flamenco", reflexiona. La raz¨®n, en opini¨®n de ?lvarez, no radica en la ausencia de este arte en Barcelona -"porque hay flamenco en cualquier barrio donde haya gitanos"-, sino en el olvido en el que ha ca¨ªdo durante muchas d¨¦cadas. Una falta de reconocimiento casi institucional, a juzgar por el impulsor de Flamenco Barcelona: "Durante la Transici¨®n se cre¨® una Catalu?a que olvid¨® todo lo que hab¨ªa detr¨¢s, tach¨¢ndolo a veces de franquista, cuando la tradici¨®n flamenca de Barcelona se remonta a finales del siglo XIX. Antes de la Guerra Civil, por ejemplo, en la ciudad hab¨ªa un mont¨®n de locales de flamenco a los que se acerc¨® incluso la burgues¨ªa".
No ser¨¢ f¨¢cil reproducir aquel ambiente, ni los jaleos que se montaban en la rebotica de las ventas, pero, para comenzar, a partir de la pr¨®xima semana habr¨¢ cante y guitarra flamenca todas las tardes, entre los martes y los s¨¢bados, a cargo de Lisardo Manzano y Jos¨¦ Amaya, descendientes de los gitanos que poblaron las barracas del litoral barcelon¨¦s. "Ecos del Somorrostro" lo ha bautizado C¨¢ndido ?lvarez.
El Liceo y los fandangos
En la inauguraci¨®n del Gran Teatro del Liceo, el 4 de abril de 1847, se bailaron fandangos y malague?as. No era nada inusual en una Barcelona donde los empresarios de la far¨¢ndula comenzaban a apostar por los artistas flamencos, gitanos llegados del sur. La ciudad cosmopolita que fue la Barcelona de comienzos del XX fue la misma que vio nacer en 1913 a la gran Carmen Amaya, que aprendi¨® a bailar junto a las olas que azotaban el Somorrostro. De las barracas que la vieron crecer lleg¨® hasta el Astoria de Nueva York, donde organiz¨® una sardinada.
El esplendor del flamenco en Barcelona se apag¨® con la Guerra Civil, tras la que no se valor¨® el arte sino su versi¨®n folclorizada. A pesar de la ¨¦poca gris, en los cncuenta se crearon discogr¨¢ficas que apostaron por el arte de gitanos catalanes que fund¨ªan sonidos flamencos con los del otro lado del Atl¨¢ntico: nac¨ªa la rumba catalana, con El Pesca¨ªlla y Peret al frente. Pese a ser visto como arte menor, el flamenco perdur¨® en barrios como La Perona y el Camp de la Bota, cuyos habitantes se desplazaron a la periferia, a barrios como La Mina, Sant Roc o a Sabadell y Matar¨®. Los sesenta fueron los a?os de las pe?as y de los flamencos de la emigraci¨®n andaluza y los ochenta los de las visitas de Camar¨®n, que falleci¨® en Badalona. Detr¨¢s han venido las ¨²ltimas generaciones del flamenco catal¨¢n, con figuras como Duquende, Ginesa Ortega, Miguel Poveda, Mayte Mart¨ªn o Sabor de Gracia. Y los que vendr¨¢n.
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