Sete regala el triunfo a Rossi

Al mejor piloto del mundo no se le pueden dar facilidades. Sete Gibernau realiz¨® ayer una carrera casi perfecta en Sachsenring. S¨®lo cometi¨® un error, no peque?o, suficiente para que Valentino Rossi, el l¨ªder del Mundial, le ganara la partida de nuevo. Y este a?o ya son ocho las carreras con il dottore montando su habitual espect¨¢culo en lo m¨¢s alto. Ayer, Rossi logr¨® su victoria n¨²mero 76 en el Campeonato del Mundo, igualando al m¨ªtico Mike Hailwood y ahora va a por Angel Nieto (90 victorias) y con un ojo puesto en Giacomo Agostini, r¨¦cord absoluto con 122 grandes premios en su palmar¨¦s. El piloto de Urbino pase¨®, a lo largo de la vuelta de honor, una bandera en la que se pod¨ªa leer: "I'm sorry Mike" .

La fiesta fue completa para Valentino a pesar de que el circuito de Sajonia, al gusto de Gibernau y muy inc¨®modo para ¨¦l, parec¨ªa el emplazamiento ideal para el anhelado resurgir del espa?ol de Honda. Las sesiones de entrenamientos de todo el fin de semana as¨ª lo entreve¨ªan. Los ensayos fueron un calvario para el italiano, tal y como ¨¦l mismo repiti¨® en varias ocasiones. Falto de ritmo y con un problema en el tren delantero de su M1, Rossi se col¨®, con muchos m¨¢s apuros de los que se le adivinan al seis veces campe¨®n del mundo, en la segunda l¨ªnea de la parrilla de salida. Gibernau, por su parte, hizo unos ensayos de libro, muy constante en todas las sesiones, incluso m¨¢s que Hayden que parti¨® ayer primero.

Tres vueltas despu¨¦s del segundo apag¨®n de los sem¨¢foros, consecuencia del accidente de John Hopkins, el piloto barcelon¨¦s adelant¨® primero a Hayden, que hab¨ªa ganado la pole en los ensayos del s¨¢bado, para luego hacer lo propio con Valentino. La Honda de Gibernau lider¨® la carrera a lo largo de 22 de las 25 vueltas totales, casi el 90% del tiempo. Pero Gibernau tiene una cruz, y ¨¦sta es italiana, mide un metro ochenta y luce una amplia pero estudiada sonrisa. De no ser por Rossi, posiblemente, el barcelon¨¦s ya tendr¨ªa un t¨ªtulo mundial en su vitrina.

Pero el nieto de Paco Bult¨® ha tenido la desgracia de que su madurez deportiva ha coincidido con la del mejor piloto de motos de toda la historia. Gibernau es el ¨²nico que le puede meter el dedo en el ojo a Rossi, pero para ganarlo debe creerse capaz de ello. Consciente de que una carrera en grupo le perjudica, el de la Honda n¨²mero quince se coloc¨® primero, una vez m¨¢s, e intent¨® marcharse, como trata de hacer siempre. Pero Rossi, como ha demostrado en m¨²ltiples ocasiones, es consciente de que, hoy por hoy, es, an¨ªmicamente, m¨¢s fuerte que el barcelon¨¦s. Se coloc¨® detr¨¢s de ¨¦l y, progresivamente le fue mostrando en diversas ocasiones el neum¨¢tico delantero de su M1.

Nervios finales

Hay muchos indicios que pueden evidenciar la ansiedad de un piloto en la pista pero tal vez, el m¨¢s claro, es el que se pudo ver ayer en Sachsenring. Bast¨® que, a dos vueltas para el final, Gibernau viera en las pizarras del muro que Rossi ven¨ªa pis¨¢ndole los talones para que comenzara a girar el cuello. Fue un s¨ªntoma inequ¨ªvoco de nerviosismo. "Ha sido una buena carrera con regalo final", coment¨® un resignado Gibernau. Bast¨® eso, un girar de su cuello a final de la recta de meta en la ¨²ltima vuelta para que, en una d¨¦cima de segundo, la concentraci¨®n que hab¨ªa mantenido el barcelon¨¦s hasta entonces y que es imprescindible para salir airoso de una curva con una bestia de 240 caballos de potencia, se desvaneciera y, con ella, la que hubiera significado la primera victoria de Sete tras un calvario que ya perdura desde hace trece carreras.

"Vuelvo a sonre¨ªr a medias", afirm¨® Gibernau, que hab¨ªa dicho el s¨¢bado que se sent¨ªa con m¨¢s ¨¢nimos que nunca. "Pero lo que ha pasado hoy es m¨¢s normal. Hemos dado la cara y l¨¢stima que, al pasar por meta, me he distra¨ªdo cuando he visto a mi equipo que gesticulaba en el muro", justific¨® el espa?ol. Gibernau es a d¨ªa de hoy, y como ayer volvi¨® a demostrar, el ¨²nico piloto de la parrilla con dotes para batir a Valentino Rossi. Aunque para lograrlo debe manejar su Honda RC211V de forma impecable, tal y como hizo ayer pero, sobretodo, no regalar nada. Il dottore no lo necesita.