Paradojas
Otra tarde de aburrimiento, otro fiasco, otra burla, un nuevo desprop¨®sito.
Otra corrida infumable, complicada, sin clase, descastada y deslucida de la ganader¨ªa del conde de la Maza, que hizo honor a su merecida fama. Un hierro que, inexplicablemente, goza del favor de las empresas de Sevilla y Madrid. Sin duda, vender¨¢ los toros a precio de saldo, que es raz¨®n poderosa en los tiempos que corren.
Un domingo m¨¢s, tres j¨®venes estrellaron sus ilusiones contra el muro de lo imposible y dejaron de ser un quebradero de cabeza para los empresarios de Madrid. Urdiales, valiente, traz¨® unos redondos estimables en el cuarto; una media ver¨®nica, enorme decisi¨®n en banderillas y unos naturales aislados en el quinto, qued¨® en el haber de S¨¢nchez Vara, a quien se le nota la falta de contratos, pero se jug¨® el tipo, lo cual tiene su m¨¦rito; Fern¨¢ndez Pineda, que confirm¨® la alternativa, no dijo nada ante su marmolillo primero y dio muchos pasos vulgares ante el noblote sexto.
De la Maza / Urdiales, Vara, Pineda
Toros del conde de la Maza, bien presentados, blandos, descastados y sin clase. Diego Urdiales: silencio tras aviso y ovaci¨®n. S¨¢nchez Vara: silencio y vuelta. Fern¨¢ndez Pineda, que confirm¨® la alternativa: silencio y silencio tras aviso. Plaza de Las Ventas. 31 de julio. Menos de media entrada.
Es triste comprobar cada semana el desfile de toreros modestos -la mayor¨ªa de ellos ya maduros- en la b¨²squeda infructuosa de un triunfo que se les niega porque es mayor su ilusi¨®n que su condici¨®n; toreros que gastan sus a?os mozos en la realizaci¨®n de un sue?o que s¨®lo existe en sus mentes, que convierten en pesadilla familiar la esperanza que un d¨ªa embarg¨® a los suyos y que evaporan con un tes¨®n mal entendido la posibilidad de abrirse camino en la vida y dejar de ser v¨ªctimas de su negativa situaci¨®n.
Y se hace realidad un penoso c¨ªrculo vicioso: toros malos que s¨®lo pueden buscar una ruina en forma de desgraciada cogida y toreros con escasas posibilidades que juegan a la ruleta rusa, en la que el premio, si te salvas del tiro, es volver a la cola para jugarse de nuevo la vida sin premio alguno.
Preguntas
Y una pregunta: ?por qu¨¦ Las Ventas debe ser el puerto final de todos los desesperados del toreo? ?Por qu¨¦ cada domingo se ofrece un espect¨¢culo sopor¨ªfero que no interesa siquiera a los disciplinados japoneses? ?Qui¨¦n ha permitido que Madrid se haya erigido en la cola de todos los parados del escalaf¨®n cuando deber¨ªa ser la c¨¢tedra donde cada domingo se impartieran lecciones magistrales del arte del toreo? Paradojas de esta fiesta que, entre unos y otros, todos relacionados con los toros, est¨¢n permitiendo que la vida se le escape a borbotones. Como se escapan los a?os de estos j¨®venes, a los que nadie habla con sinceridad y todos permiten que sigan enga?¨¢ndose. Los toros deslucidos de ayer son, sin duda, la mejor excusa para seguir intent¨¢ndolo cuando debiera ser el punto y final de una carrera para la que la mayor¨ªa no est¨¢n llamados.
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