Abdal¨¢ asume todo el poder en Arabia Saud¨ª tras la muerte del rey Fahd

El rey Fahd de Arabia Saud¨ª falleci¨® ayer en un hospital de Riad, la capital del reino. Ten¨ªa 84 a?os. Fahd bin Abdelaziz al Saud, quinto rey de Arabia Saud¨ª, reinaba desde 1982 y encarn¨® uno de los dirigentes m¨¢s importantes de Oriente Pr¨®ximo y un fiel aliado de Estados Unidos en la zona. Tras sufrir una embolia cerebral en noviembre de 1995, Fahd padec¨ªa numerosas enfermedades que le obligaban a permanecer en una silla de ruedas. El pr¨ªncipe heredero Abdal¨¢, que ejerc¨ªa en realidad el poder, fue nombrado rey. Fahd ser¨¢ enterrado hoy en un cementerio de Riad.

Las cuatro cadenas p¨²blicas saud¨ªes de televisi¨®n interrumpieron sus programas para difundir el comunicado oficial de la muerte del monarca. "Es con profunda tristeza y dolor que la corte real, en el nombre de toda la familia Al Saud y la naci¨®n, anuncia el fallecimiento del custodio de los lugares Santos, el rey Fahd bin Abdelaziz al Saud", dec¨ªa el comunicado le¨ªdo por el ministro de Informaci¨®n saud¨ª, Iyad bin Madani. Fahd, de 84 a?os, muri¨® poco despu¨¦s de las seis de la ma?ana de ayer, seg¨²n fuentes del hospital del rey Faysal de Riad, donde el monarca permanec¨ªa ingresado desde el pasado 27 de mayo por una neumon¨ªa aguda.

El comunicado tambi¨¦n anunci¨® la nominaci¨®n oficial del pr¨ªncipe Abdal¨¢, hermano de Fahd, de 82 a?os, como nuevo rey. La primera decisi¨®n del nuevo monarca ha sido mantener en sus funciones a todos los ministros del actual Gobierno. El pr¨ªncipe Sult¨¢n, hermanastro de Fahd, es el nuevo pr¨ªncipe heredero del reino. Sult¨¢n naci¨® en 1928, seg¨²n una biograf¨ªa oficial, y encabeza el Ministerio de Defensa y Aviaci¨®n desde 1963, cartera que conserva.

Nacido en 1921, Fahd -el leopardo en ¨¢rabe- fue nombrado pr¨ªncipe heredero en 1975 tras el asesinato del rey Faysal y accedi¨® al trono en 1982. Fahd encarn¨® una figura de cambio y gran aliado de EE UU en la zona. Arabia Saud¨ª acept¨® en 1991 acoger a los soldados estadounidenses y se convirti¨® as¨ª en el cuartel general de EE UU y sus aliados para lanzar el ataque contra Irak durante la guerra del Golfo. En pol¨ªtica nacional, impuls¨® la adopci¨®n, en 1992, de la Ley Fundamental del reino e inaugur¨® en 1993 el Consejo Consultativo. Fahd era una persona respetada en el mundo isl¨¢mico por ser el custodio de los lugares santos.

Tras sufrir una embolia cerebral en noviembre de 1995, el rey ya no gobernaba realmente. El pr¨ªncipe heredero Abdal¨¢ asume de hecho desde entonces el control de los asuntos de Estado.

La muerte de Fahd ocurre en un contexto de transici¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica importante para el pa¨ªs, y sobre todo para los j¨®venes. El petr¨®leo ya no permite responder a las necesidades de los saud¨ªes, y la tasa de paro alcanza el 15 o 20%, seg¨²n distintas estimaciones. Por otra parte, el reino es el blanco de varios ataques terroristas de Al Qaeda desde hace ahora m¨¢s de dos a?os.

La familia real saud¨ª ha recibido a partir de 2003 peticiones a favor de profundas reformas por parte de intelectuales, hombres de negocios y religiosos. Todos llaman, entre otros proyectos, a la formaci¨®n de una monarqu¨ªa constitucional, una pol¨ªtica eficaz para luchar contra el paro y contra el extremismo.

El nuevo rey Abdal¨¢ se comprometi¨® a seguir con las reformas. En los ¨²ltimos a?os, intent¨® responder a las presiones pol¨ªticas al celebrar varios "di¨¢logos nacionales", y patrocin¨® la organizaci¨®n de la primeras elecciones locales del pa¨ªs. Desde un punto de vista econ¨®mico, abri¨® el pa¨ªs a los inversores extranjeros y llev¨® a cabo los planes de privatizaci¨®n de las grandes empresas del pa¨ªs. Sin embargo, esta pol¨ªtica de apertura tiene un l¨ªmite: un tribunal de Riad conden¨® el pasado 15 de mayo a tres reformistas a entre seis y nueve a?os de c¨¢rcel por llamar a una monarqu¨ªa constitucional.

El cad¨¢ver de Fahd fue trasladado a la mezquita del im¨¢n Turki Ibn Abdal¨¢, la m¨¢s grande de la capital saud¨ª. Ser¨¢ luego enterrado en presencia de la familia real en el cementerio p¨²blico de Al Ud, cerca de Riad, donde descansa su padre, Abdelaziz al Saud, fundador del reino de Arabia Saud¨ª en 1953.

La calma reinaba ayer en las calles de Riad, una ciudad de m¨¢s de cuatro millones de habitantes, a pesar de la noticia. Los ministerios, las administraciones y los comercios permanecieron abiertos en todo el pa¨ªs. Tras el anuncio oficial del fallecimiento de Fahd por las autoridades, las cuatro cadenas de televisi¨®n saud¨ªes interrumpieron sus programas para difundir vers¨ªculos del Cor¨¢n y oraciones. El rey Fahd era uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo.