El PP y sus amigos

El Gobierno de Esperanza Aguirre, amparado en el par¨¦ntesis agoste?o, ha hecho p¨²blicas las adjudicaciones de los 30 canales de televisi¨®n, siete de ellos en la capital, que conformar¨¢n el mapa televisivo regional. La lista de beneficiarios, y de excluidos, s¨®lo es entendible si se acepta el criterio sectario de una Administraci¨®n que adem¨¢s presume de liberal. No es una novedad. El PP de Aznar ya demostr¨® durante sus a?os de gobierno un notorio desprecio por la pluralidad informativa y la libertad empresarial, en un continuo ejercicio de favorecer hasta la arbitrariedad a sus amigos y perseguir con sa?a a quienes se atrev¨ªan a discrepar de sus posiciones. Ni un mil¨ªmetro se han separado de ese dogmatismo el PP de Aguirre en Madrid, el de Matas en Baleares o el de Fraga, in extremis, en Galicia. Mal asunto, pero a¨²n ser¨ªa peor que nos encontr¨¢ramos ante una consigna de la c¨²pula del partido que dirigen Rajoy y Acebes: favores al af¨ªn y castigo al discrepante. Todav¨ªa quedan algunas comunidades regidas por el PP pendientes de comunicar sus adjudicaciones -Valencia, Murcia, Castilla y Le¨®n, La Rioja- y tiempo habr¨¢ para comprobar la sospecha.

La lista de Madrid es ilustrativa: la Conferencia Episcopal, el arzobispado, el periodista estrella de la emisora de los obispos, l¨ªder indiscutible de la extrema derecha, el director de El Mundo, el m¨¢ximo representante de Antena 3, editor tambi¨¦n de La Raz¨®n... Entre los rechazados, Tele 5, Cadena Ib¨¦rica o Localia, impulsada por el Grupo PRISA, editor de EL PA?S, el peri¨®dico de mayor difusi¨®n en Espa?a y en la comunidad madrile?a. ?De verdad piensa el PP que con tal n¨®mina de beneficiarios y de excluidos alguien puede creerse que se garantiza la pluralidad informativa como proclaman los dirigentes de la Comunidad? ?Qu¨¦ razones profesionales o de competitividad esgrimir¨¢ Esperanza Aguirre ante los madrile?os para justificar la concesi¨®n de cuatro canales a la Conferencia Episcopal, otros cuatro al m¨¢s connotado locutor de la misma cadena, uno al contertulio m¨¢s habitual de su programa, m¨¢s otro, en Madrid capital, al arzobispado?

Tan incomprensible como el recurso al pluralismo es la apelaci¨®n a la creaci¨®n de empleo. Porque eso es precisamente lo que han hecho los empresarios y grupos de comunicaci¨®n que sosten¨ªan las emisoras que hasta ahora estaban emitiendo con centros de producci¨®n, programaci¨®n espec¨ªfica, decenas de trabajadores e inversiones multimillonarias. ?No era ese m¨¦rito suficiente para el concurso frente a unos aspirantes cuyo ¨²nico aval es una singular hoja de servicios al PP y a sus actuales y pasados dirigentes?

El Gobierno madrile?o est¨¢ obligado a explicar con claridad los criterios seguidos, como le ha pedido la oposici¨®n. Lo exige la pluralidad informativa y la libertad de empresa, basada en la calidad y los m¨¦ritos profesionales. Los madrile?os se merecen un panorama televisivo que no se limite al adoctrinamiento religioso y a los mensajes ultraconservadores de los amigos del PP.