Entre ampollas y controles
Alberto Garc¨ªa regresa a la gran competici¨®n tras dos a?os de suspensi¨®n por dopaje
Alberto Garc¨ªa lleg¨® tarde a su primera conferencia de prensa en una gran competici¨®n internacional despu¨¦s de haber purgado una sanci¨®n de dos a?os por dopaje porque, cuando iba a salir de la villa, le entretuvo un inspector, que le solicit¨® para un control sorpresa de orina. Lo dice -"he tenido que mear"- y en su acento apenas se nota un matiz desafiante. Como mucho, un tono de alguien a quien le ha ca¨ªdo un armario encima y tiene que cargar con ¨¦l por el resto de su vida.
Es la pena a?adida. "He vivido un calvario", dijo Garc¨ªa cuando regres¨® a las pistas, en mayo pasado. Dos a?os antes, en el Campeonato del Mundo de cross, result¨® positivo por EPO. El corredor de Vallecas siempre neg¨® la validez de aquel an¨¢lisis, haberse dopado, pero acept¨® su sanci¨®n sin recurrir. Aprovech¨® para estudiar fisioterapia y preparar su vuelta. "Ning¨²n d¨ªa dej¨¦ de ser atleta. Todos los d¨ªas, ma?ana y tarde, me he puesto las zapatillas", advierte, a?adiendo un grado m¨¢s de desaf¨ªo; "y ahora vuelvo a la gran competici¨®n. No tengo que demostrar nada a nadie. Quiero hacerlo con 34 a?os porque hay gente que dice que es imposible regresar al mismo nivel con tanta edad".
"Ning¨²n d¨ªa dej¨¦ de ser atleta. Todos, ma?ana y tarde, me he puesto las zapatillas"
La mayor¨ªa de esa gente son muchos de los atletas con los que se cruzaba a diario en las pistas del INEF, en Madrid. El caso de Garc¨ªa oblig¨® a la comunidad atl¨¦tica a tomar partido. Se abrieron heridas en el fondo espa?ol, se crearon grupos irreconciliables. Los albertistas a muerte y los que no tragaban el aire de "m¨¢rtir" que, en su opini¨®n, adoptaba el madrile?o.
"Pero he llegado aqu¨ª, a los Mundiales, y he tenido una acogida normal entre los dem¨¢s", comenta Garc¨ªa; "de hecho, he quedado con el ucraniano Lebed para tirar juntos en nuestra serie del 5.000. Si hubiera recelos, malos rollos o problemas, ni me habr¨ªa hablado".
Antes de ser sancionado, Garc¨ªa hab¨ªa logrado convertirse en el mejor fondista espa?ol de los ¨²ltimos tiempos, r¨¦cordman continental de 3.000 y 5.000 metros en pista cubierta, campe¨®n de Europa en M¨²nich 2002, cuarto en los Mundiales de Edmonton 2001, plusmarquista espa?ol de 5.000 al aire libre con una marca que rozaba los 13 minutos.
"Despu¨¦s de dos a?os, ponerme una meta es complicado", razona; "por ejemplo, en estos Mundiales estoy confiado y desorientado. Estoy yendo poco a poco. En junio, mi objetivo era lograr la m¨ªnima para estar aqu¨ª y fui a Roma e hice 13m 10s, mejor que la de 2002, cuando gan¨¦ los Europeos. Ahora mi objetivo es entrar en la final y terminar entre los ocho primeros, como en mis ¨²ltimos Mundiales". Entonces, en Edmonton, termin¨® el cuarto -quinto, pero fue descalificado por dopaje el medallista de plata, el argelino Al¨ª Said Sief-, pero no cree que ese puesto sea alcanzable en esta ocasi¨®n: "En 2001 s¨®lo hab¨ªa tres kenianos. Este a?o, el 80% de los participantes son africanos. Ser¨¢ todo mucho m¨¢s dif¨ªcil. Adem¨¢s, la prensa espa?ola no valora nada ser octavo en unos Mundiales".
Ser¨¢ tambi¨¦n m¨¢s dif¨ªcil porque la preparaci¨®n no ha sido la ideal precisamente. Una ampolla en la planta del pie se interpuso en sus planes. "Se le levant¨® casi toda la piel en la carrera de Roma", explica Jos¨¦ Alonso Valero, su m¨¢nager; "empez¨® a despellej¨¢rsele mediada la carrera, pero, como necesitaba hacer marca, no se par¨®". "Fue una sangr¨ªa", confiesa Garc¨ªa; "como soy muy cabezota, no par¨¦. Compet¨ª en la reuni¨®n de Madrid y luego en los Campeonatos de Espa?a. No par¨¦ a tiempo".
Afortunadamente para Garc¨ªa, en Guadalajara, el fisioterapeuta Jos¨¦ Peinado le dio un consejo magn¨ªfico: "Date l¨¢ser en la ampolla, en la herida. Ver¨¢s como cicatriza enseguida". Mano de santo. A los pocos d¨ªas, volv¨ªa a entrenarse.
Hoy comienza su camino en Helsinki con una semifinal complicada. "Pero mi verdadero objetivo", advierte, "no son los Mundiales, sino los Europeos del pr¨®ximo a?o, en Gotemburgo".
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